10 de septiembre
SAN NICOLÁS DE TOLENTINO, Confesor
He aprendido a estar contento con lo que
tengo,
sé vivir en pobreza y sé vivir en abundancia:
todo lo he probado y estoy ya hecho a todo.
(Filipenses, 4, 11-12).
San Nicolás vivió mucho tiempo en Tolentino, ciudad de
Italia, y la ilustró con su muerte. A pesar de sus increíbles austeridades en
la Orden de los Ermitaños de San Agustín, siempre tenía la sonrisa en los
labios. Seis meses antes de su muerte, oía todas las noches los conciertos de
los ángeles. Medita tres hermosas palabras de este santo: "El corazón que
una vez gustó de Dios, ya nada encuentra en la tierra que le plazca; no hay que
amar la vida, sino porque nos conduce a la muerte; en poco tiempo podemos ganar
la eternidad". Murió en 1315, a los 70 años de edad.
MEDITACIÓN TRES
CONSEJOS PARA VIVIR FELIZ CADA CUAL EN SU ESTADO
I. Vive feliz y contento en la posición en que Dios te
ha colocado. No seas de aquellos que se ingenian en hacerse desgraciados, sea
exagerando los males que les acaecen, sea comparando sus desventuras
imaginarias con la aparente felicidad de los demás. Dios te ha puesto en este
estado, permanece en él, vive en él contento y alegre, Dios lo quiere. Salom6n
ha dicho con razón: He reconocido que nada mejor había que alegrarse y
hacer el bien durante nuestra vida.
II. Conténtate con la fortuna y talentos naturales que
Dios te ha dado, y no desees más. Dios sabe lo que has menester; acaso te
habrías condenado si tuvieses más ingenio, más salud o más bienes materiales.
La dicha no reside ni en la ciencia, ni en la opulencia ni en los otros bienes
de este mundo; existe en la posesión de Dios. No son las
riquezas las que hacen feliz, sino Dios, que es la verdadera riqueza de
nuestras almas. (San Agustín).
III. Conténtate también con los bienes que hayas
recibido en el orden de la gracia, y no te atormentes inútilmente en desearlos
mayores. Emplea como es debido los favores que te acuerda Dios, y los talentos
que te ha confiado; no pide otra cosa de ti. Piensa, para suavizar; tus
sufrimientos, que has merecido el infierno por tus pecados, y llora
continuamente los desórdenes de tu vida pasada. La verdadera compunción atrae
la gracia y produce el gozo del alma, y las lágrimas de la penitencia son
inmensamente más dulces que los goces de los pecadores.
La conformidad con la voluntad de
Dios
Orad por los afligidos.
ORACIÓN
Señor, escuchad favorablemente las humildes súplicas
que os dirigimos en la solemnidad de vuestro confesor San Nicolás de Tolentino,
a fin de que, no poniendo nuestra confianza en nuestra justicia, seamos
socorridos por los ruegos de aquél que os fue agradable. Por J.
C. N. S. Amén.