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miércoles, 2 de febrero de 2022

STABAT MATER SPECIOSA. JACAPONE DA TODI


Stabat Mater Speciosa ("Estaba la madre hermosa") es un Himno mariano católico que narra la alegría de la Virgen María por la Natividad de Jesús.

La primera vez que aparece es en una edición de 1495 de los poemas italianos de Jacopone da Todi, junto con el otro Stabat mater, pero el Speciosa fue olvidado hasta que fuera nuevamente transcrito en 1852 en el libro Poètes Franciscains en Italie au Treizième siècle de A.F. Ozanam en París. El Speciosa desde entonces ha sido visto como uno de los más tiernos himnos marianos y uno de los siete himnos latinos medievales más importantes.

 

 

1 Stabat Mater speciosa

iuxta faenum gaudiosa,

dum iacebat parvulus.

2.Cuius animam gaudentem

laetabundam et ferventem

pertransivit iubilus.

3.O quam laeta et beata

fuit illa immaculata,

mater Unigeniti!

4.Quae gaudebat et ridebat,

exultabat, cum videbat

nati partum inclyti

5.Quisquam est, qui non gauderet,

Christi matrem si videret

in tanto solatio?

6.Quis non posset collaetari,

Christi Matrem contemplari

ludentem cum Filio?

7.Pro peccatis suae gentis

Christum vidit cum iumentis

et algori subditum.

8.Vidit suum dulcem Natum

vagientem, adoratum,

vili deversorio.

9.Nato, Christo in praesepe

caeli cives canunt laete

cum immenso gaudio.

10.Stabat, senex cum puella

non cum verbo nec loquela

stupescentes cordibus.

11.Eia, Mater, fons amoris

me sentire vim ardoris

fac, ut tecum sentiam.

12.Fac, ut ardeat cor meum

in amatum Christum Deum

ut sibi complaceam.

13.Sancta Mater, istud agas,

prone introducas plagas

cordi fixas valide.

14.Tui Nati caelo lapsi,

iam dignati faeno nasci,

poenas mecum divide.

15.Fac me vere congaudere,

Iesulino cohaerere,

donec ego vixero.

16.In me sistat ardor tui,

puerino fac me frui

dum sum in exilio.

17.Virgo virginum praeclara,

mihi iam non sis amara,

fac me parvum rapere.

18.Fac, ut pulchrum infantem portem,

qui nascendo vicit mortem,

volens vitam tradere.

19.Fac me tecum satiari,

Nato me inebriari,

stantem in tripudio.

20.Inflammatus et accensus,

obstupescit omnis sensus

tali me commercio.

21.Fac, me Nato custodiri,

verbo Dei praemuniri

conservari gratia.

22.Quando corpus morietur,

fac, ut animae donetur

tui nati gloria. Amen.

1.Estaba la Madre hermosa

Junto al pesebre gozosa

donde yacía el Niño

2.Cuya alma gozosa

contenta y ferviente

embargaba de júbilo

3.Oh qué alegre y feliz

estaba aquella Inmaculada

Madre del Unigénito

4.Cómo se alegraba y sonreía

se regocijaba al ver

el ínclito nacimiento de su Hijo

5.¿Quién no se alegraría

al ver a la Madre de Cristo

en tanto solaz?

6.¿Quién no se congratularía

contemplando a la Madre de Cristo

jugando con su Hijo?

7.Por los pecados de su pueblo

vio a Cristo junto a un asno

y sometido al frío.

8.Vio a su dulce Hijo

al que adoraba,:

en un humilde establo.

9.Nacido Cristo en un pesebre

los espíritus celestes cantaban

con inmensa alegría.

10.Estaba el anciano (San José) junto a su joven esposa

sin hablar, y sin palabras

asombrado su corazón.

11.Oh, Madre, fuente de amor

siento un vigoroso ardor

haz, que lo sienta contigo.

12.Haz, que mi corazón arda

en amor de Cristo Dios

para complacerlo.

13.Santa Madre, no seas severa

que vuestros sufrimientos

se fijen en lo profundo de mi corazón.

14.Descendido tu Hijo del cielo

y naciendo en un pesebre

comparte tus penas conmigo

15.Haz me con verdadera alegría,

al Niño Jesús estar unido

mientras los días de mi vida perduran

16.Que tu ardor me posea

haz que goce del Niño

mientras vivo en el exilio

17.Ilustre Virgen de las vírgenes

ya no me eres indeseada,

déjame abrazar el Niño

18.Haz que tenga su fortaleza,

quien naciendo venció a la muerte,

queriendo dar su vida.

19.Haz que me llene de ti,

que me embriague con tu Hijo

ante este feliz auspicio.

20.Inflamado y ardiente,

los sentidos desfallecen

ante tal espectáculo

21.Haz que el Niño me guarde

que el Cristo, el Verbo, me proteja,

y sea conservado por la gracia.

22.Cuando muera mi cuerpo,

haz que mi alma sea regalada,

con la visión de tu Hijo.

 

miércoles, 15 de diciembre de 2021

DIVERSOS MATERIALES PARA PREPARAR Y CELEBRAR LA NAVIDAD


 

PREPRACIÓNA LA NAVIDAD CON LAS ANTIFONAS O. D. Gueramguer

JORNADAS A BELÉN

Las Jornadas de La Virgen Con San José Desde Nazaret a Belén. San Enrique de Ossó

NOVENA PREPARATORIA DE NAVIDAD CON TEXTOS DE BENEDICTO XVI

ORACIÓN ANTE LA IMAGEN DEL NIÑO JESÚS. Oración de San Juan Pablo II

ORACIÓNAL DULCE NIÑO DE BELÉN. Oración de San Juan XXIII

SALVATORMUNDI, SALVA NOS! Oración al Niño Jesús del Papa San Juan Pablo II

DANOSTUS OJOS MARÍA. Oración a la Virgen en Navidad del Papa San Juan Pablo II

LANAVIDAD, MISTERIO DE ALEGRÍA Y DE AMOR. San Juan Pablo II

CHRISTUSEST PAX NOSTRA. San Juan Pablo II

HANACIDO LA PAZ. San Juan Pablo II

DIRIGIMOSLA MIRADA HACIA TI, CRISTO, PUERTA DE NUESTRA SALVACIÓN. Oración del Papa SanJuan Pablo II

TÚ,ADORADO NIÑO DE BELÉN. Suplica y oración al Niño Dios. S.S. Juan Pablo II

ORACIÓNAL SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS. Oración de San Bernardino de Siena

AFECTOSY SÚPLICAS AL NIÑO JESÚS. Oración de San Alfonso María de Ligorio

OH NIÑO GUÍA TU MIS PASOS. Oración de deseo de San Arnoldo Janssen

OH JESÚS QUE VIVES EN MARÍA

ORACIÓNA LA SAGRADA FAMILIA. Oración de San Juan Bautista Piamarta

TE DEUM

ORACIÓNAL INICIO DEL AÑO. Oración del Hermano San Rafael Arnáiz

Hora Santa Con San Pedro Julián Eymard. Navidad y Eucaristía (32)

Hora Santa Con San Pedro Julián Eymard. Navidad y Eucaristía (32.b)

ELSUEÑO DEL NIÑO JESÚS. Santa Teresita del Niño Jesús

LetaníasDel Santísimo Nombre de Jesús / Litaniae Sanctissimi Nominis Iesu

 

viernes, 1 de enero de 2016

DIRIGIMOS LA MIRADA HACIA TI, CRISTO, PUERTA DE NUESTRA SALVACIÓN. Oración del Papa San Juan Pablo II


 "Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado" (Is 9, 5) .
¡Jesús, nacido en la pobreza de Belén,
Cristo, el Hijo eterno que nos ha sido dado por el Padre,
es
, para nosotros y para todos, la Puerta!
la Puerta de nuestra salvación
,
la Puerta de la vida
,
la Puerta de la paz
!
Éste es el mensaje de Navidad.
Dirigimos la mirada hacia ti, Cristo, Puerta de nuestra salvación,
y te damos gracias por el bien realizado en los años, siglos y milenios pasados.
Debemos confesar, sin embargo, que a veces la humanidad ha buscado fuera de ti la Verdad,
que se ha fabricado falsas certezas, ha corrido tras ideologías falaces.
A veces el hombre ha excluido del propio respeto y amor
a hermanos de otras razas o distintos credos,
ha negado los derechos fundamentales a las personas y a las naciones.
Pero Tú sigues ofreciendo a todos el Esplendor de la Verdad que salva.
Te miramos a Ti, Cristo, Puerta de la Vida,
y te damos gracias por los prodigios
con que has enriquecido a cada generación.
A veces este mundo a veces no respeta y no ama la vida.
Pero Tú no te cansas de amarla,
más aún, en el misterio de la Navidad vienes a iluminar las mentes
para que los legisladores y los gobernantes, hombres y mujeres de buena voluntad se comprometan a acoger, como don precioso, la vida del hombre.
Tú vienes a darnos el Evangelio de la Vida.
Fijamos los ojos en Ti, Cristo, Puerta de la paz,
mientras, peregrinos en el tiempo,
visitamos tantos lugares del dolor y de la guerra, donde reposan las víctimas
de violentos conflictos y de crueles exterminios.
Tú, Príncipe de la paz,
nos invitas a abandonar el insensato uso de las armas, el recurso a la violencia y al odio que han marcado con la muerte a personas, pueblos y continentes.


Cristo, Hijo de la Madre siempre Virgen,
luz y esperanza de quienes te buscan, aun sin conocerte y de quienes, conociéndote, te buscan cada vez más; Cristo, ¡Tú eres la Puerta!
A través de ti, con la fuerza del Espíritu Santo, queremos entrar en el tiempo de Dios.
Tú, Cristo, eres el mismo ayer, hoy y siempre (cf. Hb 13,8)

25 de diciembre de 1999

jueves, 31 de diciembre de 2015

TÚ, ADORADO NIÑO DE BELÉN. Suplica y oración al Niño Dios. S.S. Juan Pablo II

TÚ, ADORADO NIÑO DE BELÉN. 
Suplica y oración al Niño Dios de S.S. Juan Pablo II
Supliquemos a Cristo el don de la paz
para cuantos sufren a causa de conflictos, antiguos y nuevos.
¡Que nadie deje de esperar
en el poder del amor de Dios!
Que Cristo sea luz y sustento
de quien, a veces contracorriente, cree y actúa
en favor del encuentro, del diálogo, de la cooperación
entre las culturas y las religiones.
Que Cristo guíe en la paz los pasos
de quien se afana incansablemente
por el progreso de la ciencia y la técnica.
Que nunca se usen estos grandes dones de Dios
contra el respeto y la promoción de la dignidad humana.
¡Que jamás se utilice el nombre santo de Dios
para corroborar el odio!
¡Que jamás se haga de Él motivo de intolerancia y violencia!
Que el dulce rostro del Niño de Belén
recuerde a todos que tenemos un único Padre.
"Christus est pax nostra!"
Hermanos y hermanas que me escucháis,
abrid el corazón a este mensaje de paz,
abridlo a Cristo, Hijo de la Virgen María,
a Aquel que se ha hecho "nuestra paz".
Abridlo a Él, que nada nos quita
si no es el pecado,
y nos da en cambio
plenitud de humanidad y de alegría.

Tú, adorado Niño de Belén,
lleva la paz a cada familia y ciudad,
a cada nación y continente.
¡Ven, Dios hecho hombre!
¡Ven a ser el corazón del mundo renovado por el amor!
¡Ven especialmente allí donde más peligra
la suerte de la humanidad!
¡Ven, y no tardes!
¡Tú eres "nuestra paz"! (Ef 2,14).

25 de diciembre de 2001