SON MANTENIDOS CON HARTURA CUATRO MIL HOMBRES CON
SIETE PANES.
SÁBADO DE LA
DECIMOSEXTA SEMANA
DESPUÉS DE
PENTECOSTÉS.
MEDITACIONES
PARA EL TIEMPO
DESPUÉS DE
PENTECOSTÉS
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos,
líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su
majestad infinita, y digamos con humildad:
“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo,
yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que
estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos
pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.
Te adoro con la más profunda humildad y
reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de
todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer
con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre
eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para
conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”
Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.
SÁBADO DE LA
DECIMOSEXTA SEMANA
DESPUÉS DE
PENTECOSTÉS.
SON MANTENIDOS CON
HARTURA CUATRO MIL HOMBRES CON SIETE PANES.
1.- Hallándose allí una gran muchedumbre, y no
teniendo que comer, dice a los Discípulos: Me compadezco de la muchedumbre (1). ¡Cuánta era la
fuerza y gracia del Señor, que traía a sí a tantos! y siendo tal, ¡tú le
resistes tantas veces! Mirad, no cerréis los oídos al que os habla
(2). ¡Cuánto afecto y compasión tenía hacia las turbas! Lo 1. Por el
fervor y afecto con que le seguían. Porque algunos de ellos habían venido de
lejos; y si así los enviaba, desfallecerían en el camino. 2. Por
la constancia. Porque ya ha tres días que me aguantan 3. Por su paciencia.
Porque no tienen que comer; y sin murmurar ni quejarse sufren el hambre.
Teniendo un Señor tan bueno. ¿Por qué no te entregas a su providencia? Tú
apenas le sufres por espacio de una hora. ¡Ay de aquellos que perdieron el sufrimiento
(3)!
2.- Si los envío sin comer a sus casas, desfallecerán
en el camino (4)
¿No ves a Dios solícito por ti? Pues ¿por qué temes vivir aquí o allí según la
disposición de los superiores? * ¿Por qué, alma afligida, te afliges tanto en
tus necesidades, y buscas medios contra Dios para salir de ellas? ; ¿Dónde está
tu fe? ¿Qué te faltara si Dios está contigo? Teme más el que no faltes tú a
Dios. Y ciertamente faltas, si no te dejas a su Providencia. Te faltas a ti
mismo, cuando con una providencia inútil, y aun dañosa, apartas y echas de ti
la providencia de Dios.
3.- Y tomando los siete panes (5). Esta era toda la
provisión de Jesús pobre, y de sus Discípulos. Daba de ellos a los Discípulos,
para que se los sirviesen. ¡Qué confianza no concebirían en la Providencia de
Dios, cuando vieron que tan pocos panes bastaban por el poder de Dios para tanta
multitud! Y comieron, y quedaron hartos, Así la verdadera confianza no
confunde al que la tiene. ¿Por qué, pues, te desasosiegas con la ocupación que
se te encarga, con el lugar en que te ponen, con el demasiado cuidado de tu
cuerpo? * ¿Con la falta aun de lo necesario, con el estado y acomodo de los
tuyos, etc.? Di generosamente con el santo Job: Aunque me mate, en Él esperaré
(6).
(1) Marc., 8. (2) Heb., 12. (3) Eccli.,
2. (4) Marc., 8. (5) Ibid. (6) Job., 13.
ORACIÓN PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS:
Os doy gracias,
Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis
inspirado en este rato de oración…
Todo os lo ofrezco
a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…
¡Oh Padre Eterno!
Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre
para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
***
Sagrado Corazón de Jesús, en vos
confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación
mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega
por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por
nosotros.
Todos los santos y santas de Dios,
rogad por nosotros.
***
¡Querido hermano, si te ha gustado
esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
***
Ave María Purísima, sin pecado
concebida.