QUE SE HAN DE GUARDAR DE LAS MÁXIMAS DE LOS FARISEOS.
DOMINGO XVII
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.
MEDITACIONES
PARA EL TIEMPO
DESPUÉS DE
PENTECOSTÉS
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos,
líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su
majestad infinita, y digamos con humildad:
“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo,
yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que
estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos
pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.
Te adoro con la más profunda humildad y
reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de
todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer
con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre
eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para
conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”
Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.
DOMINGO XVII
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.
QUE SE HAN DE
GUARDAR DE LAS MÁXIMAS DE LOS FARISEOS.
1.- Y habiendo venido los Discípulos a la otra parte
del mar, se olvidaron de tomar panes (1). ¡Qué suave se les hizo el trato
con el Señor, que les hizo olvidar aún lo que era preciso! ¡ Oh, si tú dejaras
siquiera el superfluo cuidado de tu cuerpo! Haríaslo si tu trato: con Dios te
fuera más dulce y mas gustoso. El cual les dijo: Guardaos de la levadura de los
fariseos. Jesucristo enseña en esto, que se ha de cuidar más del pan
del alma, que es la palabra de Dios; y que se ha de procurar que sea sincero y
no corrupto. Así de ordinario te trae el Señor para ejemplo pláticas de cosas
de espíritu. Mas ellos estaban pensando: que no tenemos panes. Insisten en su
inútil cuidado. De este modo tus pláticas espirituales, o las mudas en otras
inútiles, o si otro las introduce santas, te aferras en las tuyas livianas.
2.- Mas Jesús, dijo: ¿Para qué pensáis dentro de
vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis panes (2)? Condena su
demasía en el cuidado del pan, y del apego a las cosas corporales. ¿No os
acordáis de los cinco panes repartidos entre cinco mil hombres, etc., ni de los
siete panes entre cuatro mil, hasta que se hartaron? Como si dijera: Déjeseme a
Mí el cuidado de proveer lo que toca a vuestro cuerpo, y yo le tendré. ¡Oh si
tú te dejaras a esta providencia, que fácil te sería la obediencia! La pobreza
¡que dulce! ¡Qué amable la paciencia!
3.- ¿Por qué no advertís que no os lo dije por el pan
el guardaros de la levadura de los fariseos? Entonces entendieron que no les
dijo: Guardaos de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos (3). Esta perversa
levadura son las máximas del mundo, principios del amor propio y del hombre
viejo. Guárdate de esta levadura. De otra suerte hará que se pudra tu alma; ni
hallará sabor en el mejor pan, que es hacer la voluntad del Padre.
(1) Matth., 16. (2) Ibid. (3) Matth., 16.
ORACIÓN PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS:
Os doy gracias,
Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis
inspirado en este rato de oración…
Todo os lo ofrezco
a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…
¡Oh Padre Eterno!
Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre
para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
***
Sagrado Corazón de Jesús, en vos
confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación
mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega
por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por
nosotros.
Todos los santos y santas de Dios,
rogad por nosotros.
***
¡Querido hermano, si te ha gustado
esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
***
Ave María Purísima, sin pecado
concebida.