28 de julio
EN UN CORTIJO DE CÓRDOBA
MES Y NOVENA EN HONOR
A LA VIRGEN DEL CARMEN
ORACION PARA COMENZAR
Y FINALIZAR CADA DÍA
MES DE JULIO EN HONOR
A LA VIRGEN DEL CARMEN
Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en este ejercicio consagrado a vuestra devoción, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo:
3 Avemarías
A continuación se lee el relato tomado de la obra “Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús. Del 7 al 15 de julio se añade la oración propia de cada día de la novena.
28 de julio
EN UN CORTIJO DE CÓRDOBA
“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.
Hallándose en el cortijo del Canciller, del término de Córdoba, la familia de Don Francisco Argote, labrador de dicho cortijo, por descuido de uno de los criados, se originó un incendio, prendiendo el fuego en la techumbre de paja de un ala del cortijo. El fuego tomó tales proporciones que se hacía materialmente imposible el apagarlo y reducirlo.
En tan críticas y trágicas circunstancias, la •señora Jacinta Carrillo, haya de los hijos del señor Argote, mujer de acrisolada fe y acendrada piedad, invocó con toda la devoción y confianza de su alma a nuestra Madre Santísima del Carmen, y tomando el Escapulario que llevaba al cuello, lo arrojó sobre el fuego.
Arrojar el Santo Escapulario y contenerse de súbito el fuego por el sitio donde lo echara, cesando luego inmediatamente, fue cosa de un santiamén.
Dos días después, estando el criado Luis de Pedrajas limpiando de escombros y ruinas el lugar del siniestro, halló entre las cenizas el dicho Escapulario que arrojara la mencionada Jacinta Carrillo, el cual se hallaba intacto y sin la más leve señal de quemadura.
Oración final para todos los días
Infinitas gracias os damos, soberana Princesa, por los favores que todos los días recibimos de vuestra benéfica mano; dignaos, Señora, tenernos ahora y siempre bajo vuestra protección y amparo; y para más obligaros, os saludamos con una Salve:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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Querido hermano comparte este ejercicio con tus familiares y amigos para que muchos conozcan y amen a la Virgen.
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Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.