jueves, 30 de septiembre de 2021

Humildad. DÍA 1. MES DEL ROSARIO

MES DEL ROSARIO

 

Postrados ante una imagen de la Santísima Virgen (si es posible de Nuestra Señora del Rosario) se dirá:

Por la señal...

 

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, por ser Vos quien sois, bondad infinita, me pesa de haberos ofendido y propongo con vuestra gracia no pecar más; lo que espero mee concederéis por vuestra pasión y muerte, para perseverar en vuestro servicio hasta alabaros en el cielo. Amén

 

Se lee y medita la reflexión de cada día.

 

Día 1

La Encarnación del Hijo de Dios

HUMILDAD

 

Dios Nuestro Señor, que en su infinita misericordia se había compadecido de sus criaturas, que criadas a su imagen y semejanza se habían apartado de Él, decretó, empleando la Omnipotencia, Sabiduría y Amor de su Trinidad Beatísima, el Misterio de la Encarnación de su Verbo.

Y habiendo formado una criatura, la única en quien se complacía, adornada de todas las virtudes y gracias, de todos los dones y carismas, la embelleció haciéndola pura en su Inmaculada Concepción.

A esta Inmaculada Criatura, la Virgen María, envió el Señor al Arcángel San Gabriel. para anunciarle el gran Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios.

Estaba la Santa Virgen en su pobrecita casa de Nazareth arrodillada, en ferviente oración, y apareciéndosele el mensajero celestial la dice:

"Dios te Salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo y bendita eres entre todas las mujeres". Y le anunció el misterio. Después que la Purísima Virgen tuvo la certeza de que podía ser Virgen y Madre, dijo al Santo Arcángel con profundísima humildad aquellas hermosas palabras: "He aquí la esclava del Señor".

Meditemos si cabe mayor grandeza que la que le anuncia el ángel. Ser llena de gracia. Con estas gracias haber hallado gracia   delante de Dios y ser la única bendita entre todas las criaturas para ser digna Madre de Dios. ¡De Dios, por quien todas las cosas han sido hechas y que es Rey de, reyes y Señor de los señores! ¡Qué dignidad tan   grande la de la Madre Virgen!

Y Ella se considera tan pequeña que se llama lo menos que puede llamarse: "Esclava". ¡Qué humildad!

¡Qué preciosa debe ser esta virtud que la Santísima Virgen posee en tan alto grado!

¡Cuánto debemos estimar y pedir a la enaltecida y humilde Madre de Dios y Madre nuestra una virtud que le es tan querida!

¡Tenemos tantos motivos para ser humildes! Sin embargo, es la virtud que más nos cuesta practicar. Sabemos que por nuestras propias fuerzas no podemos ni tener un buen pensamiento, y nuestro orgullo hace que si algo hacemos meritorio nos lo atribuyamos.

Dios, Nuestro Señor nos concede muchas gracias y estas gracias, las más de las veces, no las empleamos como Dios quiere, y la menor contrariedad nos hace perder la humildad que nos proponemos conseguir. Pensemos detenidamente lo que somos, en la presencia de Dios, y encontraremos que no hay palabra que pueda expresar nuestra pequeñez y que si la Santísima Virgen después de saber por el ángel que el Señor estaba con Ella no se encontró más que digna de llamarse su esclava, ¿cómo nos llamaremos?, ¿cómo nos conceptuaremos, si tememos que por nuestros pecados no somos dignos de que el Señor esté con nosotros?

 

PRÁCTICA

Propongámonos desde este primer día del mes, en que queremos honrar a la Virgen con la devoción del Santísimo Rosario, imitar sus virtudes y reconociéndonos incapaces de ningún bien, pidamos humildemente a esta Señora llena de gracia nos alcance la del Señor para lo que nos proponemos.

 

PETICIÓN

Jaculatoria. Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.

Bendita sea tu pureza.

JESÚS CRUCIFICADO. EJERCICIOS ESPIRITUALES. DÍA 31

 EJERCICIOS ESPIRITUALES. Día 31

 

Al comenzar cada día.

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ORACIÓN DE OFRECIMIENTO

DE SAN IGNACIO DE LOYOLA


Tomad, Señor, y recibid

toda mi libertad,

mi memoria,

mi entendimiento

y toda mi voluntad;

todo mi haber y mi poseer.

Vos me disteis,

a Vos, Señor, lo torno.

Todo es Vuestro:

disponed de ello

según Vuestra Voluntad.

Dadme Vuestro Amor y Gracia,

que éstas me bastan.

Amén.

 

Antes de comenzar la meditación, siguiendo el consejo de san Ignacio, “pide gracia a Dios nuestro Señor para que todas tus intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su Divina Majestad.”

 

Se guarda unos segundos de silencio.

Se lee el punto de cada día, son sentencias cortas, para meditar y pensar. No leas apresurado.

San Ignacio recomienda la repetición de la meditación: Es conveniente a lo largo del día, volver sobre lo meditado.

 

 

DÍA 31.- JESÚS CRUCIFICADO.

Mírale y contémplale bien.

Es tu Amigo, tu Bienhechor, tu Padre, tu Redentor, tu Dios.

Tiene los brazos abiertos para abrazarte amorosamente.

Está con las manos clavadas para no castigarte.

Te perdona. Te abre el Cielo. Te da a su misma Madre.

Tiene sed de tu salvación. Te mira y quiere salvarte.

Padece por ti. Agoniza por ti. Muere por tu amor.

A sus pies, sus enemigos se ensañan contra Él.

Dirige una mirada a su Madre, que está a sus pies.

Jesús es el Redentor. María es la Corredentora. Ámalos.

***

Oh Jesús, dos palabras  salen del fondo de mi corazón.

Me arrepiento de los pecados  que he cometido.

Os amo, sí, os amo, porque sois Bondad infinita.

 

Para finalizar cada día.

 

CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN

Bendita sea tu pureza

y eternamente lo sea,

pues todo un Dios se recrea

en tan graciosa belleza.

A Ti, celestial Princesa,

Virgen Sagrada María,

yo te ofrezco en este día

alma, vida y corazón.

Mírame con compasión,

no me dejes, Madre mía.

 

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.

¡CUÁNTO HEMOS DE CONSIDERAR EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN! HOMILÍA

miércoles, 29 de septiembre de 2021

LA PASIÓN DE JESÚS (2) EJERCICIOS ESPIRITUALES. DÍA 30

EJERCICIOS ESPIRITUALES. Día 30

 

Al comenzar cada día.

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ORACIÓN DE OFRECIMIENTO

DE SAN IGNACIO DE LOYOLA


Tomad, Señor, y recibid

toda mi libertad,

mi memoria,

mi entendimiento

y toda mi voluntad;

todo mi haber y mi poseer.

Vos me disteis,

a Vos, Señor, lo torno.

Todo es Vuestro:

disponed de ello

según Vuestra Voluntad.

Dadme Vuestro Amor y Gracia,

que éstas me bastan.

Amén.

 

Antes de comenzar la meditación, siguiendo el consejo de san Ignacio, “pide gracia a Dios nuestro Señor para que todas tus intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su Divina Majestad.”

 

Se guarda unos segundos de silencio.

Se lee el punto de cada día, son sentencias cortas, para meditar y pensar. No leas apresurado.

San Ignacio recomienda la repetición de la meditación: Es conveniente a lo largo del día, volver sobre lo meditado.

 

DÍA 30.- LA PASIÓN DE JESÚS

Padece tormentos.

Es azotado para satisfacer por tus sensualidades.

Es coronado de espinas; así paga tus malos pensamientos.

Es tratado como loco para pagar tus vanidades.

Es pospuesto a Barrabas. ¿No le pospones al pecado?

Es calumniado para pagar tus mentiras y murmuraciones.

Es mofado como falso rey. ¡Cuántos le tratan así!

Es presentado al pueblo. Este pide la muerte.

Es condenado a muerte. Acepta la injusta sentencia.

Sube al Calvario y cae una, dos y tres veces.

Encuentra a su Madre. Es ayudado a llevar la Cruz…

***

Oh Jesús, ¡cuánto habéis padecido por mí!

Oh María, dadme a conocer lo que padecisteis Vos.

Todo, todo por mi alma.

¿Qué hago yo por salvarla?

 

Para finalizar cada día.

 

CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN

Bendita sea tu pureza

y eternamente lo sea,

pues todo un Dios se recrea

en tan graciosa belleza.

A Ti, celestial Princesa,

Virgen Sagrada María,

yo te ofrezco en este día

alma, vida y corazón.

Mírame con compasión,

no me dejes, Madre mía.

 

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.

AVISOS DE CULTO


 

Padre Pío, profecía para nuestro tiempo. Homilía

martes, 28 de septiembre de 2021

LA PASIÓN DE JESÚS. EJERCICIOS ESPIRITUALES. DÍA 29

EJERCICIOS ESPIRITUALES. Día 29

 

Al comenzar cada día.

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ORACIÓN DE OFRECIMIENTO

DE SAN IGNACIO DE LOYOLA


Tomad, Señor, y recibid

toda mi libertad,

mi memoria,

mi entendimiento

y toda mi voluntad;

todo mi haber y mi poseer.

Vos me disteis,

a Vos, Señor, lo torno.

Todo es Vuestro:

disponed de ello

según Vuestra Voluntad.

Dadme Vuestro Amor y Gracia,

que éstas me bastan.

Amén.

 

Antes de comenzar la meditación, siguiendo el consejo de san Ignacio, “pide gracia a Dios nuestro Señor para que todas tus intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su Divina Majestad.”

 

Se guarda unos segundos de silencio.

Se lee el punto de cada día, son sentencias cortas, para meditar y pensar. No leas apresurado.

San Ignacio recomienda la repetición de la meditación: Es conveniente a lo largo del día, volver sobre lo meditado.

 

DÍA 29.- LA PASIÓN DE JESÚS.

Meditemos atentamente.

¿Quién padece? El mismo Hijo de Dios, hecho Hombre.

¿Qué padece?  Injurias, afrentas, escarnios en su honor.

Tormentos, bofetadas, azotes, espinas, clavos en el cuerpo.

¿Por qué padece? Porque quiere así salvar al hombre.

¿De quiénes padece? De parte de hombres malvados.

Es preso y maniatado como si fuese un criminal vulgar.

Es conducido a empellones y arrastrado por las calles.

Es llevado de tribunal en tribunal, vilmente calumniado.

Anás, Caifás, Pilatos, Herodes, se conjuran contra Él.

Todo lo ha padecido por ti. ¿Qué haces tú por Jesús?

***

Oh Jesús, ahora conozco bien  cuanto habéis hecho por mí.

Y conozco también lo poco que se mortificarme por Vos.

Perdón, Señor, de mi ingratitud.

Propongo amaros más.

  

Para finalizar cada día.

 

CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN

Bendita sea tu pureza

y eternamente lo sea,

pues todo un Dios se recrea

en tan graciosa belleza.

A Ti, celestial Princesa,

Virgen Sagrada María,

yo te ofrezco en este día

alma, vida y corazón.

Mírame con compasión,

no me dejes, Madre mía.

 

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.