jueves, 2 de septiembre de 2021

EL PECADO DE LOS ÁNGELES. EJERCICIOS ESPIRITUALES. DIA 3

EJERCICIOS ESPIRITUALES. Día 3

 

Al comenzar cada día.

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ORACIÓN DE OFRECIMIENTO

DE SAN IGNACIO DE LOYOLA


Tomad, Señor, y recibid

toda mi libertad,

mi memoria,

mi entendimiento

y toda mi voluntad;

todo mi haber y mi poseer.

Vos me disteis,

a Vos, Señor, lo torno.

Todo es Vuestro:

disponed de ello

según Vuestra Voluntad.

Dadme Vuestro Amor y Gracia,

que éstas me bastan.

Amén.

 

Antes de comenzar la meditación, siguiendo el consejo de san Ignacio, “pide gracia a Dios nuestro Señor para que todas tus intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su Divina Majestad.”

 

Se guarda unos segundos de silencio.

Se lee el punto de cada día, son sentencias cortas, para meditar y pensar. No leas apresurado.

San Ignacio recomienda la repetición de la meditación: Es conveniente a lo largo del día, volver sobre lo meditado.

 

DÍA 3.- EL PECADO.

LOS ÁNGELES PECARON POR ORGULLO.

Se rebelaron contra Dios.

Su pecado, el primero y único.

Pecaron en un instante y solo de pensamiento.

Dios, justo, bueno y santo, los castigó con el infierno.

En un instante los Ángeles se convirtieron en demonios.

¿Cuántos pecados has cometido tú?

¡Cuántos infiernos merecerías!

Pecado de Adán y Eva.

Fue también pecado de orgullo.

Ellos se arrepintieron.

Dios los perdonó. ¡Que bondad!

¡Qué grande mal debe ser el pecado cometido contra Dios!

¿Lo has cometido tú?

¿Eres pecador?

 PIÉNSALO BIEN

***

Oh Dios y Señor mío. Confieso que soy un pobre pecador.

He sido rebelde a vuestra ley.

He sido ingrato con Vos.

He sido un insensato.

Basta ya de pecados, basta ya.

 

Para finalizar cada día.

 

CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN

Bendita sea tu pureza

y eternamente lo sea,

pues todo un Dios se recrea

en tan graciosa belleza.

A Ti, celestial Princesa,

Virgen Sagrada María,

yo te ofrezco en este día

alma, vida y corazón.

Mírame con compasión,

no me dejes, Madre mía.

 

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.