jueves, 16 de septiembre de 2021

VIDA OCULTA DE JESÚS (2) EJERCICIOS ESPIRITUALES. DÍA 17

EJERCICIOS ESPIRITUALES. Día 17

 

Al comenzar cada día.

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ORACIÓN DE OFRECIMIENTO

DE SAN IGNACIO DE LOYOLA


Tomad, Señor, y recibid

toda mi libertad,

mi memoria,

mi entendimiento

y toda mi voluntad;

todo mi haber y mi poseer.

Vos me disteis,

a Vos, Señor, lo torno.

Todo es Vuestro:

disponed de ello

según Vuestra Voluntad.

Dadme Vuestro Amor y Gracia,

que éstas me bastan.

Amén.

 

Antes de comenzar la meditación, siguiendo el consejo de san Ignacio, “pide gracia a Dios nuestro Señor para que todas tus intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su Divina Majestad.”

 

Se guarda unos segundos de silencio.

Se lee el punto de cada día, son sentencias cortas, para meditar y pensar. No leas apresurado.

San Ignacio recomienda la repetición de la meditación: Es conveniente a lo largo del día, volver sobre lo meditado.

 

 

DÍA 17.- VIDA OCULTA DE JESÚS.

Trabajaba y crecía.

No significa esto que fuese cada día más santo.

Era Santísimo desde el primer instante de su ser.

Quiere decir que cada día manifestaba más lo que era.

Yo puedo y debo adelantar y, quizás, cada día soy peor.

Jesús trabajaba. Comía su pan con el sudor de su rostro.

¿Quién trabajaba? El mismo Dios, Señor de cielos y tierra.

¿Qué trabajaba? Cosas sencillas y resignadamente.

¿Por qué trabaja? Para enseñarnos a santificar el trabajo.

¿Cuánto trabajó? Toda su vida y en condiciones duras.

Sabía todas las artes, ciencias y lenguas. Y trabaja.

***

Oh Jesús, ¡cuántas veces el trabajo me es insoportable!

Jesús, Dios y Hombre, oh Jesús Obrero, sed mi modelo.

Enseñadme a ser santo en mi trabajo, profesión y oficio.

 

Para finalizar cada día.

 

CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN

Bendita sea tu pureza

y eternamente lo sea,

pues todo un Dios se recrea

en tan graciosa belleza.

A Ti, celestial Princesa,

Virgen Sagrada María,

yo te ofrezco en este día

alma, vida y corazón.

Mírame con compasión,

no me dejes, Madre mía.

 

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.