sábado, 4 de septiembre de 2021

EL INFIERNO. EJERCICIOS ESPIRITUALES. DÍA 5

EJERCICIOS ESPIRITUALES. Día 5

 

Al comenzar cada día.

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ORACIÓN DE OFRECIMIENTO

DE SAN IGNACIO DE LOYOLA


Tomad, Señor, y recibid

toda mi libertad,

mi memoria,

mi entendimiento

y toda mi voluntad;

todo mi haber y mi poseer.

Vos me disteis,

a Vos, Señor, lo torno.

Todo es Vuestro:

disponed de ello

según Vuestra Voluntad.

Dadme Vuestro Amor y Gracia,

que éstas me bastan.

Amén.

 

Antes de comenzar la meditación, siguiendo el consejo de san Ignacio, “pide gracia a Dios nuestro Señor para que todas tus intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su Divina Majestad.”

 

Se guarda unos segundos de silencio.

Se lee el punto de cada día, son sentencias cortas, para meditar y pensar. No leas apresurado.

San Ignacio recomienda la repetición de la meditación: Es conveniente a lo largo del día, volver sobre lo meditado.

 

DÍA 5.- EL INFIERNO.

Es el gran castigo del pecado mortal.

Creas o no en él, lo pienses o no, hay un infierno.

Se padecen allí todos los dolores posibles. Y todos juntos.

Se padecen en un grado intensísimo, que ni imaginamos.

Y se padecen para siempre, para toda la eternidad.

Es la definitiva separación de Dios, nuestro último fin.

En el infierno no hay amor, sino desesperación y rabia.

Aun los que en el mundo se amaron, allí se aborrecen.

Pasaran siglos y millones de siglos. El infierno no pasara.

¿Te parece larga una noche de insomnio? ¿Y el infierno?

¿Te parece insufrible un pequeño dolor? ¿Y el infierno?

***

Oh Dios justo y eterno, creo en un castigo sin fin.

Lo habéis dicho y no podéis engañarme ni engañaos.

Me pesa de haber merecido tantas veces el infierno.

 

 Para finalizar cada día.

 

CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN

Bendita sea tu pureza

y eternamente lo sea,

pues todo un Dios se recrea

en tan graciosa belleza.

A Ti, celestial Princesa,

Virgen Sagrada María,

yo te ofrezco en este día

alma, vida y corazón.

Mírame con compasión,

no me dejes, Madre mía.

 

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.