viernes, 31 de mayo de 2024

SAN CAPREO Y MEDITACIÓN SOBRE LAS 3 DISPOSICIONES PARA LA ORACIÓN MENTAL


 1 de Junio

SAN CAPREO,
Abad

  Cuando hubieres de orar, entra en tu aposento  
y, cerrada la puerta, ora en secreto
a tu Padre, y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
(Mateo, 6, 6).

   San Capreo tenía tanto amor por la oración que, para entregarse a ella más libremente, dejó el mundo y se retiró a la soledad. Todas sus delicias eran platicar con Jesús. El brillo de sus virtudes no tardó en atraerle discípulos. Entre otras personas a quienes condujo a la perfección cuéntase a San Honorato, que fue después obispo de Arlés. El Señor le envió a San Hilario, a San Maximino y a San Miguel para advertirle que se preparase a morir. Mas, en seguida se está preparado para morir cuando se ha dejado el mundo y se ha servido a Dios durante la vida. Murió el santo en el año 430, en la isla de Lerins.

MEDITACIÓN SOBRE LAS TRES DISPOSICIONES
REQUERIDAS PARA LA ORACIÓN MENTAL
   

   I. ¿Quieres gustar la dulzura que hay al conversar con Dios en la oración? Evita las reuniones mundanas: la voz de este divino Esposo no se hace oír en las plazas públicas; habla al corazón sólo en la soledad. Huye de los hombres y de sus vanas conversaciones y encontrarás a Dios en la oración. Habla a mi corazón, divino Maestro mío; en adelante estará sordo para todas las creaturas para no escucharos más que a Vos.

   II. Sosiega el tumulto de tus pasiones, si quieres orar a Dios con atención y recibir sus santas inspiraciones. Mientras tu alma esté turbada por las tempestades que en ti excitan el odio, el amor, el deseo de hacerte notar, no experimentarás jamás las dulzuras de la oración; ahora bien, ¿quieres un secreto para domar pronto tus pasiones? Ama la soledad. Las pasiones son vencidas sin lucha cuando la soledad secunda a la gracia. (Casiodoro).

      III. Acostúmbrate poco a poco a pensar en Dios: mantén tu espíritu recogido lo más que puedas, y no te costará mucho trabajo orar a Dios sin distracción. Para lograrlo, es menester que toda tu vida sea casi una oración continua. Ah señor, es tan dulce y tan consolador conversar con Vos en todo tiempo; en todo lugar puedo yo gozar de esta dicha y no hago caso de ella; cuando haya gustado la dulzura de la conversación con Dios, la sociedad de los hombres me disgustará. Desolada está la tierra, porque no hay quien reflexione en su corazón. (Jeremías).

La devoción
Orad por vuestro obispo.

ORACIÓN

   Haced, os lo suplicamos, Señor, que la intercesión del santo abad Capreo nos haga agradables a vuestra Majestad, y que obtengamos por sus oraciones las gracias que no podemos esperar de nuestros méritos. Por J. C. N. S. Amén.

DE LA DIGNIDAD DEL QUE COMULGA. Sábado de la I semana de Pentecostés

 


DE LA DIGNIDAD DEL QUE COMULGA
Sábado de la I semana de Pentecostés

 

MEDITACIONES
PARA EL TIEMPO
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO
SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS
Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI
 
 
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
  
 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

 Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

SÁBADO DE LA PRIMERA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA DIGNIDAD DEL QUE RECIBE LA EUCARISTÍA.

1.- A él vendremos, y en él haremos mansión (1). El que recibe la Eucaristía se hace morada de Dios. Para que adviertas cuán grande sea esta dignidad, considera de cuantas gracias enriqueció a la santísima Virgen, en cuyo seno primeramente habitó al hacerse hombre. Pues Este mismo es el que viene a ti en la Eucaristía. ¿Cuánta es la dignidad de esta morada? ¡Ah! no permitas que vengan a ella los animales sucios de desenfrenadas pasiones.

2.- El que come mi carne y bebe mi sangre, está en Mí y Yo en él (2). No sólo se hace morada de Dios el que recibe la Eucaristía, sino que con una cierta admirable unión se hace una misma cosa con Él. Alcanza, si puedes, cuánto sea esta dignidad: unirse a la humanidad de Cristo, y como mediando ella, a la persona misma del Verbo y a toda la Trinidad, que por concomitancia se recibe en la Eucaristía. Aquí
considera a lo que te obliga esta dignidad: a que,  pues eres a Dios tan unido, te levantes del cieno de las cosas criadas; a que, sean tales tus palabras, obras y pensamientos, que no desdigan de quien es miembro de Cristo.

3.- Yo vivo por el Padre, y el que me come, ese vive también por Mí (3). Repara bien cual sea la  excelencia de la unión con Jesucristo. Así como el Hijo recibe del Padre la esencia, la vida y todas las perfecciones, de tal suerte que es un mismo Dios con el Padre, y en Él vive y tiene las mismas perfecciones con Él, el mismo entender, querer y obrar; así por la recepción de la Eucaristía te haces participante de la vida y perfecciones de Cristo. Debes, pues, sentir, querer, obrar y padecer lo mismo que Él y con Él. Esto obrará Cristo en ti, a ti unido, si es que tú no lo resistas.
(1) Joan., 14. (2) Joan., 6. (3) Joan., 6.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

 

DÍA PRIMERO. MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS CON STA. MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE

 


DÍA PRIMERO

MES  DEL

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

extractado de los escritos de la

B. MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE

 

ORACIÓN PARA COMENZAR  TODOS LOS DÍAS:

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

 

OFRECIMIENTO AL PADRE ETERNO.

Oración de Santa Margarita María Alacoque

 

Padre eterno, permitid  que os  ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.

 

Se meditan los textos dispuestos para cada día.

 

DIA PRIMERO

 

Corazón de Jesús empieza a manifestarse a la Beata

Estando la Beata Margarita María en ejercicios, para prepararse a su profesión Religiosa, Nuestro Señor le dijo un día después de la Sag1ada Comunión: «He aquí la llaga de mi costado, para que hagas tu mansión perpetua en ella. Aquí podrás conservar intacta la túnica de la inocencia, de que yo he revestido tu alma, a fin de que vivas en adelante de la vida de un Hombre Dios; vivirás como si ya no vivieres, para que yo viva perfectamente en ti, obrando como si ya no obrases tú, sino yo solo en ti, puesto que quiero ser tu todo, en todas las cosas. Que tu divisa sea amar y sufrir ciegamente, un solo corazón, un solo amor, un solo Dios.

La Beata, después de haber escuchado estas palabras, escribió con su sangre esta protesta de amor: «Yo, pobre y miserable nada, prometo a mi Dios someterle y sacrificarle todo cuanto pida de mí, inmolando mi corazón al cumplimiento de su voluntad, sin reservarme otro interés, que su mayor gloria y su puro amor, al cual abandono todos mis instantes y todo mi ser»

Soy para siempre de este amado mío su esclava, su sierva y su criatura, puesto que Él es todo mío, y yo soy su indigna esposa. Sor Margarita María, muerta al mundo toda de Dios y nada mía, toda para Dios, y nada para mí ¡todo por Dios y nada por mí!

 

 

El corazón de Jesús, jardín delicioso, libro de vida, abismo sin fondo

Escuchemos a la Beata, como nos cuenta ella misma algunas de las gracias con que Nuestro Señor enriquecía y prevenía su alma.

«Una vez, dice ella, sentía yo en mi alma una agonía muy dolorosa, Nuestro Señor, honrándome con su visita, me dijo: «Entra, hija mía, en este jardín delicioso, para que se reanime tu alma, que languidece» Vi, que este jardín era Su Sagrado Corazón y la diversidad de flores eran de una belleza admirable. Después de haberlas considerado todas sin atreverme a tocarlas, me dijo: «Puedes coger las que quieras» Yo, arrojándome a sus pies, le contesté: «Oh dulce Salvador mío, yo no quiero otra flor que a Vos mismo, que sois un manojo de mirra, que deseo llevar siempre entre los brazos de mis afectos» «Has escogido bien, me respondió el divino Salvador, esta mirra es la única que no pierde su belleza y olor».

Esta vida es su tiempo y su estación, porque en la eternidad cambia de nombre. Un día, haciendo la lectura, este Amado mío se presentó delante de mí, y me dijo: “Quiero hacerte leer en el libro de la vida, donde está contenida la ciencia del amor” Descubriéndome su corazón me hizo leer estas palabras: «Mi amor reina en el sufrimiento, triunfa en la humildad y goza en la unidad». Lo cual se imprimió tan indeleblemente en mi espíritu, que jamás he podido olvidarlo.

Nuestro Señor le dijo también: «Que mirase la llaga de su Sagrado Corazón, la cual era un abismo sin fondo, abierta por una flecha sin medida, la del amor; que aquellos que lo aman, encuentran dos vidas, una para el alma y otra para el corazón. El alma encuentra en ella el manantial de aguas vivas para purificarse y recibir al mismo tiempo la vida de la gracia, que había perdido por el pecado. El corazón encuentra una hoguera de amor, que no le deja vivir ya más, que de una vida de amor. La una se santifica, el otro se consume, pero como la abertura de esta llaga es muy estrecha, para entrar por ella es preciso ser muy pequeño y estar desprendido de todas las cosas.

 

Un día en el Corazón de Jesús

Puede recogerse de los diversos escritos de la Beata, esta manera de pasar un día en el Corazón de Jesús.

«Al despertaros entrareis en el Sagrado Corazón y le consagrareis vuestro cuerpo, vuestra alma, vuestro corazón y todo lo que sois, para buscar en todo su amor y su gloria. Escoged al Corazón de Nuestro Señor para vuestro oratorio sagrado, donde haréis vuestras súplicas y oraciones, a fin de que sean agradables a Dios, amándole con el amor de este divino Corazón, adorándole con sus adoraciones, alabándole con sus alabanzas, obrando con sus operaciones, y queriendo con su voluntad. En la Santa misa os uniréis a las intenciones de este amable Corazón, suplicándole os explique el mérito del sacrificio, según sus designios sobre vosotros. Lo mismo haréis para la confesión y comunión, en la cual ofreceréis las disposiciones de este Sagrado Corazón, para suplir las que os falten.

Cuando hagáis las genuflexiones delante del Santísimo Sacramento, pensad en las que le hacían por burla en su pasión los que le crucificaron y diréis: «Que todo se prostre delante de vos» ¡oh grandeza de mi Jesús soberanamente abatido en la Hostia consagrada! ¡Qué todos los corazones os amen, que todos los espíritus os adoren y que todas las voluntades os estén rendidas y amorosamente sometidas!

Enviad y ofreced frecuentemente vuestro corazón por medio de vuestro buen ángel para rendir homenaje al de Jesús en el Santísimo Sacramento. Cuando vayáis a tomar la refección, acordaos del alimento divino, que alimenta a muchas almas en la Santa Eucaristía; pidiendo a Jesús, que el alimento corporal que vais a tomar por su amor y por obediencia os sirva de medio para la comunión espiritual, por la cual su pureza purifique vuestras intenciones, su gracia vuestra alma, y su amor vuestro corazón, a fin de que jamás podáis cesar de amarle.

Cuando vayáis a la recreación procurad dedicar este tiempo al Corazón de Jesús, hablando de Él, y consagrando todas vuestras palabras a este Verbo divino, para que no permita pronunciéis una siquiera, que no sea para su gloria. Uniréis vuestro silencio al que Él guarda en el Santísimo Sacramento del altar, y cuando hubiereis de hablar, evitad toda palabra en provecho vuestro, o que pueda ser molesta al prójimo, omitiendo toda reflexión, que pudiera excitar vuestro amor propio, o vanidad. Cuando tengáis algo que sufrir, regocijaos y unidlo a lo que este Sagrado Corazón ha sufrido y sufre aún en el Santísimo Sacramento.

Si os sintieseis molestados por algún movimiento contrario al puro amor, depositadle en este divino Corazón, para que quede allí consumido, y os dé en cambio la humildad, y lo mismo haréis con todas las otras pasiones o defectos. Y si tuvieseis la desgracia de incurrir en alguna falta, tomareis de este divino Corazón la virtud contraria, para ofrecérsela al Eterno Padre, suplicándole os devuelva la virtud y gracia mancillada, o tal vez perdida, y lo mismo haréis por caridad cuando viereis hacer faltas a otros. En toda suerte de acontecimientos tomad por aspiración estas palabras de Nuestro Señor: Fiat voluntas tua... y después yo me abandono en Vos. Por la noche pondréis en este adorable Corazón, todo lo que hayáis hecho durante el día, a fin de que purifique cuanto haya de imperfecto y defectuoso en vuestras acciones. Para tomar con seguridad vuestro reposo, entrareis en el Sancta Sanctorum, esto es, en el Sacratísimo y adorable Corazón de Jesús, donde os encerrareis con la llave de un absoluto abandono a su providencia y cuidado».

 

Consagración de sí mismo al divino Corazón de Jesús.

¡Oh Corazón Sagrado, yo me consagro todo a vos, os doy mi corazón, mi entendimiento, mi memoria y voluntad, a fin de que cuanto haga y sufra, sea todo por vuestro amor y gloria; que todo cuanto vea y oiga, me lleve a amaros; que todas mis palabras sean otros tantos actos de adoración, de amor y de alabanza vuestra y que los movimientos de mis labios sean otros tantos actos de contrición de todos los pecados, que he cometido, y de los bienes que he perdido y malogrado; pidiéndoos ¡oh Corazón de amor! que pueda traeros otras tantas veces a mí, cuantas atraigo el aire para respirar y que al aspirarle, os ofrezca tantas veces a vuestro Eterno Padre, para darle gracias por todo lo que le debo.

¡Oh Corazón lleno de bondad! escuchadme: ¡oh Corazón Sagrado, del cual soy, dependo y por quien vivo! inflamadme, llevadme, transformadme toda en Vos. Haced que todos mis pasos sean para llegar a Vos, y que todos mis movimientos sean para estrecharme con Vos; protestando que prefiero sufrir mil muertes, antes que separarme de Vos o seros infiel».


PARA FINALIZAR

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

EL SEÑOR DIOS LE DARÁ EL TRONO DE DAVID, SU PADRE. Catena Aurea de Santo Tomás de Aquino

 


31 de mayo

SANTA MARÍA REINA

II clase, blanco

 

Comentarios al Evangelio

de la Catena Aurea de Santo Tomás de Aquino

 

26-27

LUCAS 1, 26-27.- Y al sexto mes, el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David, y el nombre de la Virgen era María. (vv. 26-27)
 

Beda

Como la encarnación de Cristo debía tener lugar en la sexta edad del mundo y había de aprovechar para el cumplimiento de la ley, el ángel enviado a María anuncia oportunamente, en el sexto mes de la concepción de Juan, al Salvador que había de nacer. Por eso se dice: "En el sexto mes". El sexto mes es el de marzo, en cuyo día 25 nuestro Señor fue concebido y se dice que padeció. Así como nació el día 25 de diciembre por lo que si, según algunos creen, en este día tiene lugar el equinoccio de la primavera, o si en aquél creemos que se verifica el solsticio del invierno, conviene que sea concebido y nazca con el incremento de la luz Aquel que ilumina a todo hombre que viene a este mundo ( Jn 1,9). Mas si alguno objetare que los días crecen o son mayores que la noche antes del tiempo del nacimiento y de la concepción de nuestro Señor, le contestamos que San Juan anunciaba el reino de los cielos antes de su advenimiento.
 

San Basilio

Los espíritus celestiales no vienen a nosotros por sí mismos, sino cuando conviene para nuestra utilidad, porque atienden al decoro de la divina sabiduría; de donde sigue: "Fue enviado el ángel Gabriel".
 

San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 34

A María Virgen no se envía un ángel cualquiera, sino el arcángel San Gabriel. Procedía que viniese un ángel de los primeros a anunciar los misterios. Se le designa por su propio nombre, el cual muestra lo que vale en sus obras, pues el nombre de Gabriel significa fortaleza de Dios 1. Por la fortaleza de Dios había de ser anunciado el que, siendo Dios de las virtudes y poderoso en la guerra para vencer en todas las batallas, venía a destruir las potestades del infierno.
 

Glosa

Se indica, pues, el lugar a donde se envía cuando se añade: "A la ciudad de Nazaret". Porque nazareno, esto es, Santo de los Santos, era el que se anunciaba que había de venir.
 

Beda, in homilia de Fest. Annunt

Digno principio de la restauración humana ha sido que se enviare por Dios un Angel a la Virgen, que había de ser consagrada con un parto divino. Porque la primera causa de la perdición humana fue que la serpiente fuese enviada a la mujer por el espíritu de la soberbia. De aquí se sigue, que el Angel fue enviado a una virgen.
 

San Agustín, de sancta virginitate, 5

Sólo la virginidad pudo decentemente dar a luz a Aquel que en su nacimiento no pudo tener igual. Convenía, pues, que nuestro Redentor naciese, según la carne, de una Virgen por medio de un milagro insigne para dar a entender que sus miembros debían nacer de la Iglesia virgen, según el espíritu.
 

San Jerónimo

Con razón se envía un ángel a la Virgen, porque la virginidad es afín de los ángeles. Y ciertamente, vivir en carne fuera de la carne, no es una vida terrestre, sino celestial.
 

San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, 4

No anuncia el Angel a la Virgen después del parto, para que entonces no se turbe en demasía, sino que le habla antes de la concepción. No en sueños, sino presentándose de una manera visible. Porque como había de recibir una gran revelación, necesitaba de una visión solemne antes del cumplimiento.
 

San Ambrosio

Dijo bien ambas cosas la Sagrada Escritura: que sería desposada y Virgen. Prosigue, pues, diciendo "desposada". Virgen, para que constase que desconocía la unión marital. Desposada, para que quedase ilesa de la infamia de una virginidad manchada, cuando su fecundidad pareciese signo de corrupción. Quiso más bien el Señor que algunos dudasen de su nacimiento que de la pureza de su Madre. Sabía que el honor de una Virgen es delicado y la reputación del pudor, frágil. Y no estimó conveniente que la fe de su nacimiento se demostrase con las injurias de su Madre. Se sigue también que, así como la Santísima Virgen fue íntegra por su pudor, así su virginidad debió ser inviolable en la opinión. No convenía dejar a las vírgenes que viven en mala reputación esa apariencia de excusa, es decir, que la Madre misma del Señor pareciese difamada. ¿Qué se hubiera podido reprochar a los judíos y a Herodes si hubiese parecido que perseguían el fruto de un adulterio? ¿Cómo hubiera podido decir El mismo: "No vine a destruir la ley, sino a cumplirla" ( Mt 5,17), si hubiese parecido comenzar por una violación de la ley, que condena el parto de la que no está casada? ¿Qué, por otra parte, da más fe a las palabras de la Virgen y remueve todo pretexto de mentira? Madre, sin estar casada, hubiera querido ocultar su falta con una mentira. Pero casada, no tenía motivo para mentir, puesto que la fecundidad es el premio y la gracia de las bodas. Tampoco es pequeña causa que la virginidad de María engañase al príncipe del mundo, el cual, viéndola desposada con un hombre, nada pudo sospechar respecto de su parto.
 

Orígenes

Si no hubiese tenido esposo, aquel misterio hubiese dado que pensar al diablo, respecto de cómo pudo quedar embarazada la que no había tenido trato con varón. Esta concepción -diría- debe ser divina, debe ser algo superior a la naturaleza humana.
 

San Ambrosio

Sin embargo, engañó más a los diablos. Porque la malicia de los demonios descubre hasta las cosas ocultas. Mas los que se ocupan en las vanidades del mundo no pueden conocer las cosas divinas. Por eso Dios se sirve del marido -el testigo más seguro del pudor- que hubiese podido quejarse de la injuria y vengar el oprobio, si no conociese el misterio. Se dice de él: "Se llamaba José, de la casa de David".
 

Beda, homil. de Annunt. Sup

Lo cual no sólo se refiere a San José, sino también a la Virgen María. Estaba mandado por la ley que cada uno tomase mujer de su propia tribu o familia. Prosigue el mismo evangelista: "Y el nombre de la Virgen era María".
 

Beda

La palabra María en hebreo quiere decir estrella del mar, y en siríaco Señora. Y con razón, porque mereció llevar en sus entrañas al Señor del mundo y a la luz constante de los siglos.
 

Notas

1. Gabriel: hombre de Dios o Dios se ha mostrado fuerte.

 

 

28-29

Y habiendo entrado el Angel donde estaba María, le dijo: "Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres": Y cuando ella esto oyó, se turbó con las palabras de él, y pensaba qué salutación sería ésta. (vv. 28-29)
 

San Ambrosio

Conoce aquí a la Virgen por sus costumbres. Sola en sus habitaciones, a quien ningún hombre veía, sólo un ángel podía encontrarla. Por ello se dice: "Y habiendo entrado el ángel a donde estaba María". Y para que no fuese manchada con un coloquio indigno de ella, es saludada por el ángel.
 

San Gregorio Niseno, orat. in Christi Nativit

En contraposición de la voz dirigida a la primera mujer, ahora se dirige la palabra a la Virgen. En aquélla se castiga con los dolores del parto la causa del pecado, en ésta se destierra la tristeza por medio del gozo. Así el ángel anuncia con razón la alegría a la Virgen, diciendo: "Dios te salve". Según otros comentaristas, el ángel atestigua que es digna de ser desposada cuando dice: "Llena de gracia". Esta abundancia de gracias se muestra al esposo como una dote o arras, de las cuales se dice: Estas son de la esposa, aquéllas del esposo.
 

San Jerónimo

Y en verdad que es llena de gracia, porque a los demás se distribuye con medida, pero en María se derramó al mismo tiempo toda la plenitud de la gracia. Verdaderamente es llena de gracia aquella por la cual toda criatura fue inundada con la lluvia abundante del Espíritu Santo. Ya estaba con la Virgen quien le enviaba su ángel y el Señor se anticipó a su enviado. No pudo ser contenido en un lugar, Aquel que está en todas partes; de donde sigue: "El Señor es contigo".
 

San Agustín, en el serm. de Nativit. Dom. 4

Más que contigo, El está en tu corazón, se forma en tu seno, llena tu espíritu, llena tu vientre.
 

Griego

Este es el complemento de toda la embajada: el Verbo de Dios como Esposo que se une de una manera superior a la razón, como engendrando El mismo y siendo engendrado, adaptó a sí mismo toda la naturaleza humana. Al final se pone como complemento perfectísimo: "Bendita eres entre las mujeres", a saber, una sola entre todas las mujeres. Para que también sean bendecidas en ti las mujeres como los hombres serán bendecidos en tu Hijo, o más bien en los dos unos y otros. Porque así como por medio de una mujer y un hombre entraron en el mundo el pecado y la tristeza, así ahora por una mujer y por un hombre vuelven la bendición y la alegría, y se derraman sobre todos.
 

San Ambrosio

Conoced a la Virgen por la vergüenza, porque se turbó, pues sigue: "Y cuando ella esto oyó, se turbó". Temblar es propio de las vírgenes, y el sobresaltarse cuando se acerca un hombre y temer todo trato de los hombres. Aprended, vírgenes, a evitar toda licencia de palabras. María se conturbaba hasta de la salutación del ángel.
 

Griego

Como ella estaba acostumbrada a aquella clase de apariciones, el Evangelista no atribuye la turbación a lo que ve, sino a lo que oye, diciendo: "Se turbó con las palabras de él". Considerad el pudor y la prudencia de la Virgen y su alma, al mismo tiempo que su voz. Oída la alegre noticia, examinó lo que se le había dicho y no resiste abiertamente por incredulidad, ni se somete al punto por ligereza, evitando a la vez la ligereza de Eva y la resistencia de Zacarías. Por esto continúa: "Y pensaba qué salutación sería ésta", no la concepción. Porque todavía ignoraba la profundidad del misterio. ¿Mas la salutación es por ventura libidinosa, como dirigida por un hombre a una Virgen? ¿Es divina, puesto que se hace mención de Dios, diciendo: "El Señor es contigo"?
 

San Ambrosio

Admiraba también la nueva fórmula de salutación, que nunca se había oído hasta entonces, pues estaba reservada solamente para María.
 

Orígenes

Si María hubiese conocido que se había hecho una salutación semejante a algún otro -como que conocía perfectamente el concepto de la ley- nunca se hubiese asustado ante ésta como si fuese extranjera.

 

 

30-33

Y el Angel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios: he aquí que concebirás en tu seno y parirás un hijo y llamarás su nombre Jesús. Este será grande y se llamará Hijo del Altísimo, y le dará al Señor Dios el trono de David, su Padre: y reinará en la casa de Jacob por siempre, y no tendrá fin su reino". (vv. 30-33)
 

Beda

Como había visto que la Virgen se había turbado con aquella salutación no acostumbrada, la llama por su nombre, como si la conociese más familiarmente, y le dice que no debe temer. Por ello se añade: "Y el Angel le dijo: No temas, María".
 

Griego

Como si dijese: No he venido a engañarte, sino más bien a dar la absolución del engaño. No he venido a robarte tu virginidad inviolable, sino a preparar tu seno para el autor y el defensor de la pureza. No soy ministro de la serpiente, sino enviado del que aplasta la serpiente. Vengo a contratar esponsales, no a maquinar asechanzas. Así, pues, no la dejó atormentarse con alarmantes consideraciones, a fin de no ser juzgado como ministro infiel de su negociación.
 

Crisóstomo

Quien merece gracia delante de Dios, nada tiene que temer; así, prosigue: "Hallaste gracia delante de Dios". ¿Cómo puede encontrar esta gracia cualquiera que sea, sino por medio de la humildad? Pues Dios da la gracia a los humildes ( Stgo 4; 1Pe 5).
 

Griego

La Virgen encontró gracia delante de Dios porque, adornando su propia alma con el brillo de la pureza, preparó al Señor una habitación agradable. Y no sólo conservó inviolable la virginidad, sino que también custodió su conciencia inmaculada.
 

Orígenes

Muchos habían encontrado gracia antes que ella; y por lo mismo añade lo que es propio de este caso, diciendo: "He aquí que concebirás en tu seno".
 

Griego

La palabra "he aquí" denota la prontitud y la presencia, insinuando con dicha palabra que la concepción se había celebrado al punto.
 

Severo de Antioquía

Dice: "concebirás en tu seno" para demostrar que el Señor toma carne del mismo seno virginal y de nuestra sustancia. Vino, pues, el Verbo Divino a limpiar la naturaleza humana, el parto y el origen de nuestra generación. Por eso, sin pecado y sin concurso de hombre, es concebido en carne y llevado en el vientre nueve meses como nosotros.
 

San Gregorio Niseno

Y como acontece especialmente que es concebido el Divino Espíritu y ella da a luz al Espíritu de salvación, según anunciara el profeta, el ángel añade: "Y dará a luz un Hijo".
 

San Ambrosio

No todos son como María, que cuando conciben al Verbo del Espíritu Santo, lo dan a luz. Hay de aquellos que abortan al Verbo antes de dar a luz ( Lc 22), y hay de aquellos que tienen a Cristo en su seno pero que todavía no lo han formado.
 

San Gregorio Niseno, Orat. in diem Nat. Domini

Como la expectación del parto infunde temor a las mujeres, el anuncio de un parto dulce apaga esa aprehensión de temor cuando se dice: "Y llamarás su nombre Jesús". La venida del Salvador es el alejamiento de todo temor.
 

Beda

La palabra Jesús quiere decir Salvador o saludable.
 

Griego

Dice, pues: "Tú lo llamarás". No el padre, porque carece de padre en cuanto a la generación humana, así como carece de madre respecto de la generación divina.
 

San Cirilo, de fidei ad Theod

Este nombre fue impuesto de nuevo al Verbo Divino, y convenía a la natividad de su carne, según aquello del Profeta: "Serás llamado con un nombre nuevo, que la boca del Señor te dará" ( Is 62).
 

Griego

Mas como este nombre le es común con el sucesor de Moisés ( Jos 1), insinuando el ángel que no será semejante a aquél, añade: "Este será grande".
 

San Ambrosio

Se ha dicho también respecto de San Juan que sería grande. Pero aquél fue grande como hombre y Este es grande como Dios. Porque la virtud de Dios se difunde ampliamente, así como la grandeza de la sustancia no varía con el tiempo.
 

Orígenes

Considerad, pues, la grandeza del Salvador, cómo se extiende por todo el orbe. Subid a los cielos, y veréis cómo llena los espacios celestes. Bajad con el pensamiento a los abismos y veréis que allí ha descendido también. Y cuando hayáis visto todo esto, comprenderéis también el cumplimiento de estas palabras: "Este será grande".
 

Griego

Ni la asunción de la carne humilla la grandeza de la divinidad, sino que más bien se sublima la humildad de la carne. Por ello sigue: "Y se llamará Hijo del Altísimo". No eres tú quien le impones el nombre, sino que será llamado. ¿Por quién sino por su Padre consustancial? Nadie conoce al Hijo sino el Padre ( Mt 11,27). Quien tiene conocimiento infalible del Engendrado es el único verdadero intérprete, respecto de la imposición del nombre del Hijo; por quien se dice: "Este es mi hijo muy amado". ( Mt 17,5) Existe desde la eternidad, aunque ahora para nuestra inteligencia se manifiesta su nombre. Y por esto dice "será llamado", no "será hecho" ni "será engendrado", porque ya antes de los siglos era consustancial al Padre. Concebirás, pues, a Este, serás su Madre. Tu vientre virginal contendrá a Aquel que el espacio del cielo no puede contener.
 

San Juan Crisóstomo

Acaso parecerá a algunos enorme -o indecente- que Dios habite un cuerpo. ¿Mas por ventura el sol, cuyo cuerpo es sensible, mancha su propia pureza a cualquier parte que envíe sus rayos? Pues con mucha más razón el Sol de justicia, tomando un cuerpo purísimo de las entrañas de la Virgen, no sólo no se manchó sino que antes, por el contrario, santificó más a la Madre.
 

Griego

Y para recordar a la Virgen los profetas, añade: "Y le dará el Señor Dios el trono de David,...". Para que se sepa con claridad que el que había de nacer de Virgen era el mismo Cristo que los profetas prometieron que nacería de la descendencia de David.
 

San Cirilo, contra Juliano, 8

Sin embargo, el cuerpo purísimo de Jesucristo no procede de José, aunque descendía de la misma línea de parentesco que la Virgen, de la cual el Unigénito del Padre tomó la forma humana.
 

San Basilio, epistola 2,36

El Señor no se sienta en el trono material de David, puesto que el reino judío había pasado a Herodes. Pero llama trono de David a aquel en que se sienta el Señor para gobernar un reino indisoluble. Por ello sigue: "Y reinará en la casa de Jacob".
 

Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, 7

Llama aquí casa de Jacob a todos aquéllos del número de los judíos que creyeron en El. Porque como dice San Pablo ( Rom 9,6), no todos los que pertenecen a Israel son israelitas; sino solamente se consideran como pertenecientes a Israel los que son hijos de promisión.
 

Beda

O llama casa de Jacob a toda la Iglesia. Esta, o bien ha nacido de buena raíz, o bien, siendo un olivo silvestre, fue injerto por medio de la fe en una oliva buena ( Rom 11).
 

Griego

Sólo Dios puede reinar eternamente. Por esto sucede que aunque se diga que toma el trono de David por la encarnación, en cuanto Dios es reconocido como Rey eterno. Prosigue: "Y su reino no tendrá fin". No sólo en cuanto Dios, sino también en cuanto hombre. Y al presente reina sobre muchos y finalmente reinará sobre todos porque todas las cosas le están sometidas ( 1Cor 15).
 

Beda

Que deje ya Nestorio de decir que el hombre sólo ha nacido de la Virgen y que éste no ha sido recibido por el Verbo de Dios en unidad de persona. Cuando dice que el mismo que tiene por padre a David será llamado "Hijo del Altísimo", demuestra la unidad de persona de Cristo en dos naturalezas. No emplea el ángel palabras que se refieran al tiempo futuro, como dicen algunos herejes, que creen que Jesucristo no existió antes que María, sino que en una sola persona el Hombre-Dios recibe el nombre de Hijo.