14 de julio
Octavo día de la novena
VARIAS BALAS ADORNAN EL ESCAPULARIO
MES Y NOVENA EN HONOR
A LA VIRGEN DEL CARMEN
ORACION PARA COMENZAR
Y FINALIZAR CADA DÍA
MES DE JULIO EN HONOR
A LA VIRGEN DEL CARMEN
Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en este ejercicio consagrado a vuestra devoción, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo:
3 Avemarías
A continuación se lee el relato tomado de la obra “Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús. Del 7 al 15 de julio se añade la oración propia de cada día de la novena.
14 de julio
Octavo día de la novena
VARIAS BALAS ADORNAN EL ESCAPULARIO
“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.
El jesuita Teófilo Rainaud, narra el siguiente caso, que se lo refirió el mismo a quien favoreció María Santísima: Era éste un soldado llamado Juan Montaña, a quien en una refriega cercaron muchos enemigos, intentando quitarle la vida a balazos; más Aquélla, que le defendía, encaminó de tal suerte las balas, que todas las que le alcanzaron fueron a dar en las cintas o en la estameña del Escapulario, quedando en él prendidas y achatadas o abolladas, cual si fuese bronce bien templado el escudo que resistía a su violencia.
Pudo escapar, y jugándose al menos mal herido, se desnudó y vio el Escapulario todo esmaltado y guarnecido de balas hasta en sus cintas, todo con singular orden y proporción, y en su cuerpo, la señal correspondiente a cada bala, que con mudo lenguaje le decían que por allí hubiera entrado la muerte o al menos hubiese peligrado la vida, si la que dio tan singular virtud al Santo Escapulario no le hubiera defendido y amparado.
Reconocido a tal favor, consagróse a la Virgen, alabándola todos los días de su vida.
ORACIÓN DEL DÍA OCTAVO DE LA NOVENA
¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que ejerces tu especial protección en la hora de la muerte para con los que devotamente visten tu santo escapulario, a fin de que logren por medio de la verdadera penitencia salir de esta vida en gracia de Dios y librarse de las penas del infierno. Te ruego, Señora, me asistas, ampares y consueles en la hora de mi muerte, y me alcances verdadera penitencia, perfecta contrición de todos mis pecados, encendido amor de Dios y ardiente deseo de verle y gozarle, para que mi alma no se pierda ni condene, sino que vaya segura a la felicidad eterna de la gloria. Así, Señora, te lo suplico humildemente.
Pídase la gracia que se desea alcanzar y se concluye como el resto de los días.
Oración final para todos los días
Infinitas gracias os damos, soberana Princesa, por los favores que todos los días recibimos de vuestra benéfica mano; dignaos, Señora, tenernos ahora y siempre bajo vuestra protección y amparo; y para más obligaros, os saludamos con una Salve:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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Querido hermano comparte este ejercicio con tus familiares y amigos para que muchos conozcan y amen a la Virgen.
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Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.