8 de julio
LIBRADO DE LOS EFECTOS DE LA PICADORA DE VÍBORA
“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús
MES DE JULIO EN HONOR
A LA VIRGEN DEL CARMEN
Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en este ejercicio consagrado a vuestra devoción, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo:
3 Avemarías
8 de julio
LIBRADO DE LOS EFECTOS DE LA PICADORA DE VÍBORA
“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.
Filocalo Caputo, en su obra "Il Monte Carmelo", refiere que Antonio Ferrato, yendo de camino, vio una víbora en lo alto de una tapia, cerca de la cual le era forzoso el pasar sin más remedio, y por prevenir el peligro de que pudiese morderle, la derribó con un palo al suelo. Mas he aquí que, irritada, le saltó a la cara y le vino a herir bajo el ojo, inflamándosele a poco rato la cabeza, de tal suerte que parecía un monstruo, quedando totalmente ciego.
Una vez llegado al lugar, recurrieron a todas las medicinas caseras que solían emplearse en tan críticos y desesperados trances, más todas llegaron tarde o fueron ineficaces, pues ninguna surtía el deseado efecto en el infeliz campesino.
Su piadosa mujer, devotísima de nuestra Madre del Carmen, le alentaba a que pusiese o depositara toda su confianza en Ella, y viendo tan desesperada su salud, fuese confiada a la capilla de la Santísima Virgen y en un vaso trajo un poquitín. de aceite de la lámpara que ardía ante su imagen milagrosa del Carmen. Lo aplicó a la cabeza de su infortunado y esperanzado esposo y al punto empezaron a mitigarse aquellos atrocísimos dolores, bajando poco a poco la inflamación, de suerte que, en brevísimo tiempo, pudo ya respirar sin dificultad.
Pocas horas tardó en recobrar perfecta salud y al punto se trasladó al templo de la Santísima Virgen para dar fervientes gracias, junto con la piadosa esposa, a esta Madre de bondad y misericordia.
Oración final para todos los días
Infinitas gracias os damos, soberana Princesa, por los favores que todos los días recibimos de vuestra benéfica mano; dignaos, Señora, tenernos ahora y siempre bajo vuestra protección y amparo; y para más obligaros, os saludamos con una Salve:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
***
Querido hermano comparte esta devoción con tus familiares y amigos para que muchos conozcan y amen a la Virgen.
***
Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.