16 de julio
NO SABÍA NADAR Y SE SALVÓ
“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.
MES DE JULIO EN HONOR
A LA VIRGEN DEL CARMEN
Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en este ejercicio consagrado a vuestra devoción, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo:
3 Avemarías
A continuación se lee el relato tomado de la obra “Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.
16 de julio
NO SABÍA NADAR Y SE SALVÓ
“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.
El diario "A B C", del 22 de abril de 1928 refería la siguiente noticia: "Pontevedra, 23. 2 tarde. El vapor pesquero Amancia, propiedad de Luciano Soto, estalló la caldera cuando se hallaba entregado a las faenas de pesca en la ría de Marín, cerca de la isla de Sálvora.
El vapor se hundió rápidamente, y los tripulantes, heridos y maltrechos, sostuvieron, durante dos horas, una rudísima lucha con el mar, logrando salvarse algunos de ellos.
Los supervivientes fueron salvados por el pesquero "Río Ebro", que los condujo a Marín, siendo auxiliados y atendidos en las salas de socorro del Polígono Naval.
Uno de los heridos, Laureano Vilariño, refirió a todos los presentes que no sabía nadar y que se salvó luchando tres cuartos de hora con las olas, gracias a sus invocaciones a la Santísima Virgen del Carmen y al salvavidas milagroso de su bendito Escapulario, que con gran fe llevó desde muy niño. No se cansaba de alabar a María y de encarecer a todos que se adornasen con tan bendita librea para merecer siempre su protección y su salvación a la hora de la muerte.
Oración final para todos los días
Infinitas gracias os damos, soberana Princesa, por los favores que todos los días recibimos de vuestra benéfica mano; dignaos, Señora, tenernos ahora y siempre bajo vuestra protección y amparo; y para más obligaros, os saludamos con una Salve:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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Querido hermano comparte esta devoción con tus familiares y amigos para que muchos conozcan y amen a la Virgen.
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Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.