14 de julio
SALVA A UNA JOVEN EN LA PLAYA
“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.
MES DE JULIO EN HONOR
A LA VIRGEN DEL CARMEN
Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en este ejercicio consagrado a vuestra devoción, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo:
3 Avemarías
A continuación se lee el relato tomado de la obra “Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.
14 de julio
SALVA A UNA JOVEN EN LA PLAYA
“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.
Desde la villa de Iznalloz escribía, el día 6 enero de 1929 la señorita María Martín a la revista "El Santo Escapulario":
"Venerado Padre en Jesucristo: Desearía diese usted publicidad a estas líneas para gloria de nuestra Santísima Madre del Carmen, cuyo Escapulario visto. Hallándome -el verano pasado- en el balneario de Almería, una tarde me solté de la maroma que se pone para los que no sabemos nadar, a cuyo tiempo vino una ola gigante, que me sumergió a grandes profundidades y me arrastró largo trecho.
Yo, que no sé nadar, viéndome en tan gran apuro, invoqué el amparo y la protección de la Santísima Virgen del Carmen, cuyo Escapulario llevaba, y al punto otra ola, como movida o impulsada por la mano de la Virgen Santísima, me puso a salvo junto a mis familiares.
Al punto que salí del agua me puse de hinojos para rendir ferviente acción de gracias a nuestra Madre del Carmen".
Oración final para todos los días
Infinitas gracias os damos, soberana Princesa, por los favores que todos los días recibimos de vuestra benéfica mano; dignaos, Señora, tenernos ahora y siempre bajo vuestra protección y amparo; y para más obligaros, os saludamos con una Salve:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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Querido hermano comparte esta devoción con tus familiares y amigos para que muchos conozcan y amen a la Virgen.
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Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.