24 de agosto. San Bartolomé, apóstol
El Apóstol Bartolomé, galileo, recorrió la India citerior, que le había correspondido en suerte en el reparto que hicieron los Apóstoles del mundo para anunciar el Evangelio de Jesucristo y predicó a aquellos pueblos la venida de Jesús, nuestro Señor, siguiendo el texto de San Mateo. Después de haber obtenido allí numerosas conversiones y soportado multitud de trabajos y pruebas, pasó a la gran Armenia.
Convirtió allí a la fe cristiana al rey Polimio, a su esposa y doce ciudades, lo que levantó una gran envidia en parte de los sacerdotes de aquella nación; éstos excitaron contra el santo el odio de Astiages, hermano del rey Polimio, llegando a tal extremo que mandó primeramente desollar vivo y después decapitar a Bartolomé. En este suplicio el Apóstol entregó su alma a Dios.
Su cuerpo, sepultado primeramente en Albanópolis, ciudad de la gran Armenia y lugar de su martirio, fue más tarde trasladado, en primer lugar a Lípari, y por último a Roma, por el emperador Otón III, donde fue colocado en una iglesia consagrada bajo su advocación en la isla Tiberina.
Oremos.
Omnipotente y sempiterno Dios, que nos hicisteis venerable este día con la festividad de tu Apóstol San Bartolomé: otorga a tu Iglesia la gracia de amar lo que él creyó y de predicar lo que él enseñó. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. R. Amén.
