DÍA 16.
DIOS QUIERE ESTABLECER EN EL MUNDO LA DEVOCIÓN AL INMACULADO CORAZÓN
MES DE AGOSTO EN HONOR
AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
wOraciones para comenzar todos los días:
+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Con el Ángel de la Paz que enseñó a los tres pastorcitos de Fátima-Lucía, Francisco y Jacinta- a rezar para desagraviar los Corazones de Jesús y de María, decimos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo.
Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman. (3 veces)
***
Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Os adoro profundamente y Os ofrezco
el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él mismo es ofendido
y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.
DÍA 16.
DIOS QUIERE ESTABLECER EN EL MUNDO LA DEVOCIÓN AL INMACULADO CORAZÓN
Dios quiere establecer en el mundo la devoción al Inmaculado Corazón para salvar a los pecadores. En la aparición del 13 de julio de 1917, la Virgen muestra en visión a los tres niños el infierno. Y les dice: “Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Es para salvar a los pecadores que Dios quiere establecer en el mundo la Devoción a Mi Inmaculado Corazón.” El Inmaculado Corazón de María es la expresión y el medio que Dios ofrece para salvar a los pecadores, pues “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad.” Él ha querido entregar a su Madre el poder de salvación. Por ello, para la Iglesia y para nosotros se hace imperioso atraer las almas hacia la Virgen, hacia su Inmaculado Corazón. De todas las formas y modos, hemos de ingeniárnoslas para que todos conozcan y amen más a la Virgen y acudan a Ella. Esta es la nueva Evangelización a la que estamos llamados. Hemos de atraer a todos a los pies de Nuestra Señora, con ardiente deseo de corazón, allá donde nos encontremos, pero también físicamente ante su altar, para que, dirigiendo nuestra mirada hacia Aquella cuyos ojos son misericordiosos, podamos exclamar: “¡Sálvame, María! ¡Madre, sálvame!
La devoción al Inmaculado Corazón no es una más de otras muchas que existen, sino aquella que da sentido y renueva todas las anteriores, porque va al centro de su persona, a su ser más íntimo, a su Corazón donde reside toda su vida, donde está Dios.
La devoción al Inmaculado Corazón de María nos muestra en una criatura como nosotros, de carne y hueso, lo que Dios quiere hacer, transformándonos por el poder de su gracia, pues Ella es la obra perfecta de Dios en la que la Iglesia ve acabada y realizada todas las promesas. Y es la devoción al Inmaculado Corazón de María la más apropiada para nuestro tiempo porque es el Corazón el lugar privilegiado del encuentro con Dios donde debe realizarse la única y verdadera transformación del hombre: la deificación por la presencia trinitaria de Dios.
wOraciones para terminar todos los días:
Terminemos nuestra oración, haciendo un acto de reparación al Inmaculado Corazón de María:
· En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Inmaculada Concepción de María. (Avemaría)
· En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Virginidad perpetua de Nuestra Señora. (Avemaría)
· En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la maternidad divina de María, rechazando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres. (Avemaría)
· En reparación por aquellos que infunden en los niños y en los jóvenes el desprecio hacia la Virgen Inmaculada. (Avemaría)
· En reparación por aquellos que ultrajan, desprecian y maltratan las imágenes y representaciones de la Virgen Santísima. (Avemaría)
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CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN
de San Antonio María Claret
¡Oh, María! Madre de Dios y Madre nuestra, a Vos acudimos para consagrarnos a vuestro Inmaculado Corazón para que reines en nuestros corazones y en nuestra familia y nos ponemos bajo tu protección maternal.
Os consagramos nuestros cuerpos y nuestras almas, nuestra familia, nuestro hogar; todo cuanto somos y tenemos. Y para que esta consagración sea eficaz y verdadera, renovamos a vuestros pies las promesas que en nuestro nombre hicieron nuestros padres en el bautismo.
Renunciamos a las seducciones del mundo, enemigo de Dios y nuestro; sus criterios de riquezas, honores y placeres; sus escándalos y pecados. Renunciamos a nuestras malas pasiones y a las intrigas del demonio.
Y nos comprometemos a conservar nuestra fe, santificar nuestras costumbres y seguir los dictados del Magisterio de la Santa Iglesia Católica fundada por Nuestro Señor Jesucristo y frecuentar los Santos Sacramentos. Amén.
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Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos de Dios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.