viernes, 26 de agosto de 2022

DÍA 27. EL CORAZÓN DE LA VIRGEN MADRE DE LA INFANCIA Y DE LA JUVENTUD

DÍA 27.

EL CORAZÓN DE LA VIRGEN MADRE DE LA INFANCIA Y DE LA JUVENTUD

 

MES DE AGOSTO  EN HONOR

AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

 

wOraciones para comenzar todos los días:

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Con el Ángel de la Paz que enseñó a los tres pastorcitos de Fátima-Lucía, Francisco y Jacinta- a rezar para desagraviar los Corazones de Jesús y de María, decimos:

Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo.

Os pido perdón por los que no creen, no adoran,

 no esperan y no os aman. (3 veces)

***

Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,

Os adoro profundamente y Os ofrezco

el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma

y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,

presente en todos los sagrarios de la tierra,

en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias

con que Él mismo es ofendido

y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón

y del Corazón Inmaculado de María,

os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.

 

w Consideración diaria.

DÍA 27.

EL CORAZÓN DE LA VIRGEN MADRE DE LA INFANCIA Y DE LA JUVENTUD

Una cuarta blasfemia se no pide reparar en los primeros sábados de mes: la de aquellos que infunden en los niños y en los jóvenes el desprecio hacia esta Madre Inmaculada. Parece que es el mismo Satanás el que los mueve.

La Virgen María debe ser amada por todos. Y la razón fundamental es que  Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo la aman eternamente y con amor infinito. En ella, todo es amable, digno de ser amado, porque es Inmaculada y Santa, llena de gracia, criatura la más excelsa de toda la creación. La Virgen María debe ser amada porque es nuestra madre, abogada, intercesora y auxiliadora. Ella es nuestra mayor benefactora haciendo siempre el bien para nosotros. 

Solemos decir que “No hay peor desprecio, que no hacer aprecio.” Así comprendemos como aquellos que no enseñan a amar a la Virgen profieren esta blasfemia tan hiriente al Corazón Inmaculada. Es más, no solo la ignoran, sino que además infunden el desprecio hacia Ella, entregando a los niños y a los jóvenes a un modo de vida mundano, contrario a Dios. Estos pretenden robar a María el amor más puro y entregado de los niños y los jóvenes.

Reparar esta blasfemia es repara el odio, el desprecio, la indiferencia de aquellos que rechazan la fe y moral católica y usan de su autoridad paterna o su relevancia o influencia social para borrar a Dios y a la Virgen de la conciencia de las nuevas generaciones. El descuido y despreocupación de los padres en la educación de los hijos no deja de ser también una espina de dolor en el Inmaculado Corazón de María. 

Responsabilidad en este pecado tienen también los pastores de la Iglesia que parece que han cedido ante la presión mundana de enseñar a tiempo y destiempo la verdad del Evangelio, convirtiéndose en perros mudos. Se ha de reparar también los pecados gravísimos contra la infancia y la juventud ante los abusos de todo tipo que se ejercen ante su vulnerabilidad y también de mal ejemplo y escándalo por parte de los adultos.  

 

wOraciones para terminar todos los días:

Terminemos nuestra oración, haciendo un acto de reparación al Inmaculado Corazón de María:

·        En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Inmaculada Concepción de María. (Avemaría)

·        En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Virginidad perpetua de Nuestra Señora. (Avemaría)

·        En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la maternidad divina de María, rechazando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres. (Avemaría)

·        En reparación por aquellos que infunden en los niños y en los jóvenes el desprecio hacia la Virgen Inmaculada. (Avemaría)

·        En reparación por aquellos que ultrajan, desprecian y maltratan las imágenes y representaciones de la Virgen Santísima. (Avemaría)

***

CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN

de San Antonio María Claret

¡Oh, María! Madre de Dios y Madre nuestra, a Vos acudimos para consagrarnos a vuestro Inmaculado Corazón para que reines en nuestros corazones y en nuestra familia y nos ponemos bajo tu protección maternal.

Os consagramos nuestros cuerpos y nuestras almas, nuestra familia, nuestro hogar; todo cuanto somos y tenemos. Y para que esta consagración sea eficaz y verdadera, renovamos a vuestros pies las promesas que en nuestro nombre hicieron nuestros padres en el bautismo.

Renunciamos a las seducciones del mundo, enemigo de Dios y nuestro; sus criterios de riquezas, honores y placeres; sus escándalos y pecados. Renunciamos a nuestras malas pasiones y a las intrigas del demonio.

Y nos comprometemos a conservar nuestra fe, santificar nuestras costumbres y seguir los dictados del Magisterio de la Santa Iglesia Católica fundada por Nuestro Señor Jesucristo y frecuentar los Santos Sacramentos. Amén.

***

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos de Dios, rogad por nosotros.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.