Monición inicial: Entre los santos del martirologio de hoy está san
Juan Bautista de la Concepción nacido en Almodóvar del Campo (Ciudad Real), en
España, el día 10 de julio del año 1561. Ingresó en la Orden Trinitaria y
movido por el Espíritu Santo, inició la Reforma de su orden. Escribió muchas obras espirituales, llenas de
ciencia y piedad. Murió en 1613 y fue canonizado por el papa Pablo VI en 1975.
Entre los consejos que da a
los frailes con motivo de la visitas a sus pueblos y a sus familiares, les
decía: “hacedlos devotos del rosario de
la Madre de Dios y amigos de los pobres”.
Pidiendo que cada uno de
nosotros seamos apóstoles infundiendo el amor y la devoción a la Virgen,
ofrecemos rosario por los religiosos para que sean fieles al carisma de sus
Reglas y no se dejen seducir por el mundo.
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La
encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María.
“Tratando de la encarnación del Hijo
de Dios, se quedó la naturaleza asombrada de ver que hizo la Virgen lo que ella
no pudo; porque aquí la naturaleza, para engendrar, se corrompe y destruye,
pero la Virgen engendró y quedó virgen perfectísima y sumamente limpia. El árbol,
para dar fruta, pierde la flor, pero la Virgen dio fruta de Dios hombre y
conservó la flor de su limpieza. Esto es lo que hace Dios en sus obras: que no
destruye unas para hacer otras.”
2.-La
Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
“De cada una de las almas en
particular, que el Señor por su misericordia se digna de llevarlas a sí. Visitasti terram. Lo primero la visita
con su gracia y con dones y gustos espirituales las fertiliza y embriaga: et inebriasti eam. Multiplica sus
merecimientos y las enriquece de virtudes: multiplicasti
locupletare eam. No las riega con agua de pie y gustos de la tierra, que
por ser tan bajos los justos los pisan con los pies, sino con agua de arriba,
de los cielos, que ése es el río de Dios: flumen
Dei repletum est aquis y, para que se entienda que estos bienes no los
tiene un alma por naturaleza, sino por gracia y misericordia. Parasti cibum illorum, quoniam ita est
praeparatio eius. Guísales y aderézales la comida, porque así tiene de
costumbre preparar y disponer un alma. quoniam
ita praeparas eam; porque así la dispones para que dé fruto.”
3.-El
nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“Nada hay en el nacimiento temporal de
Cristo que no sea cátedra, escuela y oficina donde se enseña humildad y se
confunde nuestra soberbia, para que el hombre aprenda vida nueva, lección
nueva, olvidando lo viejo que del viejo Adán había aprendido, desnudándose de
lo antiguo para vestirse del hombre nuevo que es Cristo. Él nos dé su gracia
para que, como debemos, nos aprovechemos de tal maestro y de tales lecciones.”
4.-La
purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo
"Mirad lo que dice Simeón cuando
le dan a este niño Dios en sus manos, con ser hacha, antorcha encendida que
daba luz en Jerusalén, Justus et timoratus,
conocido por justo y temeroso de Dios, y luz o la que tenía no como la de acá,
porque era divina y tenía el Espíritu Santo, que era él que lo había encendido
en caridad y deseo de ver al Hijo de Dios. Pues, en el punto que recibe a
Cristo en sus brazos, dice: Nunc dimitis
servum tuum, Domine. Qué linda ocasión para morirme ésta, que tengo la vela
en la mano. Yo quiero morirme; apáguese ya esta candela, que pues tal sol nace
en Jerusalén, yo no soy menester en la tierra. Con tal vida, no hay vida en su
comparación. Vais por esa calle con una hacha encendida; en medio del día la
apagáis, porque se reirían de vos. Pues dice Simeón: Hasta aquí era noche, este
pueblo menester había profetas, etc.; ya, Señor, que ha salido el sol, apáguese
mi vida. ¿Por qué pensáis, hombres, que tanto deseáis la vida, deseando los
siervos de Dios tanto la muerte? Porque andáis en tinieblas."
5.- El
niño Jesús perdido y hallado en el templo
“Cuando Cristo se perdió de la
compañía de la Virgen, fue traza para que los doctos y sabios lo hallasen y, si
querían, lo conociesen en el templo, cuando Su Majestad entre ellos descubrió
su eterna sabiduría preguntando y respondiendo. Y, por otra parte, la Virgen
benditísima y el santo José lo daban a conocer por las calles buscándolo y
preguntando por él. ¡Oh, misericordia grande de Dios: que se haga perdidizo en
casa del justo, que llame a su puerta y se retire para que el pecador lo halle,
sacando afuera al justo que adentro lo gozaba y alababa, que fuera lo pregone
como a niño perdido! Y también lo hace porque Dios, que adentro estaba en
secreto, quiere que sea posesión y tenencia en público y que sepan dónde vive y
está, para que allí acudan a lo buscar quien lo quisiere.”