FIRME
DECISIÓN ANTE LA TENTACIÓN
Otra razón por la que tiene tanta
importancia comenzar el camino de la oración con firme propósito, es porque así
el demonio no tiene tanta mano para tentar; tiene gran miedo a almas resueltas,
pues tiene experiencia de que le hacen mucho daño y de que, lo que él urde para
dañarlas, redunda en provecho del alma y de los hermanos y de que él sale
perdiendo.
Aunque nosotras no nos hemos de
descuidar confiándonos en esto porque tratamos con gente traidora, y porque los
demonios no osan acometer tanto a los que están prevenidos, pues son muy
cobardes; mas si ven algún descuido, harán gran daño. Y si conoce que alguien
es inconstante y que no está firme en el bien, y que no tiene gran
determinación de perseverar, no lo dejará ni a sol ni a sombra; le infundirá
miedos e inconvenientes interminables. Yo lo se muy bien por experiencia, y
afirmo que nadie sabe lo mucho que importa tener una firme decisión (C 23, 4).
Creamos
que quien nos da los bienes nos dará gracia para conocer la tentación cuando el
demonio nos tiente y fortaleza para rechazarla (V 10, 4).