sábado, 17 de agosto de 2024

ES RESUCITADO EL HIJO DE LA VIUDA. DOMINGO XIII DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


ES RESUCITADO EL HIJO DE LA VIUDA.

DOMINGO XIII DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

DOMINGO XIII DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

                      ES RESUCITADO EL HIJO DE LA VIUDA.     

 

1.- Acercándose a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar un difunto, hijo único de su madre; y ésta era viuda (1) Un hijo único en la flor de su edad, y en riquezas abundante, muere inopinadamente. ¿Quién tendrá confianza de la vida? Esto han de pensar siempre los jóvenes. Ordinariamente mueren más mozos desprevenidos que viejos; porque la esperanza de la vida, que les lisonjea, los engaña. ¿Qué sería, si esta fuera la hora de partir de este mundo? Haz aquello que hicieras, si lo supieras ciertamente ¡Oh bondad!, ¿cuántas veces hizo esto también contigo? Encontróse con este en la puerta de la ciudad, en donde antiguamente se hacían los juicios. La muerte es la puerta de la eternidad. En ésta serás juzgado. ¡Oh buen Jesús! asistidme aquí.

2.- El Señor movido de su misericordia, la dijo (a la madre): No quieras llorar (2). Tienes a Dios, alma mía, de quien es propio apiadarse. En Él has de colocar tú esperanza: a este sólo has de pedir consuelo. No llores. Tú que lloras temporales pérdidas, que amaste lo que poseías, ¿por qué pones tanto afecto en lo que perece? Algún día llorarás por haberlo amado. Ama lo que es sólo eterno, lo que no puedes perder, sino que sea abandonándolo por tu voluntad.

3.- Y se llegó y tocó el féretro, y dijo: Joven, a ti te digo, levántate (3). Esto es lo que hace Dios en tu alma, muerta por el pecado. Llégase por la gracia preveniente. Porque sin eso ¿cómo podrías resucitar por ti sólo? Tócate o por el temor, o por la esperanza de lo futuro. Clama por tantas inspiraciones, para decirte: Levántate. Mira cómo es obra de Dios el que te levantes. Advierte ahora lo que tienes de tuyo. 1.º Los que le llevaban se pararon. Llevaban a tu alma las indómitas pasiones. Ya es justo que paren y se repriman. 2.º Incorporóse el que estaba muerto. Así debes levantarte a las cosas eternas. 3.º Y empezó a hablar con Cristo, a darle gracias, a alabarle, etc.

 

(1) Luc., 7. (2) Ibid. (3) Luc., 7.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.