miércoles, 7 de agosto de 2024

COMPENDIO DE LA PERFECCIÓN CRISTIANA. San Cayetano de Thiene

 


COMPENDIO DE LA PERFECCIÓN CRISTIANA.

San Cayetano de Thiene

 

La verdadera e inestimable alegría del hombre espiritual consiste en la voluntad de asemejarse interna y externamente a Jesús, sin aspirar a otra recompensa, de acuerdo con lo de San Pablo: Pronto estoy no sólo a ser atado sino a morir por el nombre de Jesús (Act 21, 13).

De igual modo, la puerta de toda perfección, así como su fundamento, radican en tenerse por indignos de los divinos beneficios, no menos que en la conciencia de que todo el bien que hacemos no tiene su razón de ser en nosotros sino en la sola bondad de Dios.

Existen dos clases de humildad. Una es hija de la verdad. La otra estriba en el amor. La humildad vivificada por la caridad es insustituible fundamento de la perfección verdadera.

La vida activa consiste: 1° en la generosa aceptación de las fatigas y de la pobreza; 2° en el desprecio de la estima y de los honores del mundo, y en la ocultación del valer personal.

Tres son los integrantes de la vida contemplativa: pureza interior, vigilancia y mortificación de los sentidos, docilidad a las internas inspiraciones.

Las cosas sobredichas constituyen un compendio de toda la vida cristiana.