VIGILIA DE NAVIDAD
DE LA CATENA AUREA DE SANTO TOMÁS DE AQUINO
Comentarios al Evangelio
De la Vigilia de Navidad
de la Catena Aurea de Santo Tomás de Aquino
Mateo 1, 18.- Y la generación de Jesucristo fue de esta manera. Que
siendo María su Madre desposada con José, antes que viviesen juntos, se halló
haber concebido en el vientre de Espíritu Santo. (v. 18)
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 1
Como
el evangelista había dicho antes: "Y Jacob engendró a José", con
quien desposada María engendró a Jesús, para que ninguno pudiera pensar que el
nacimiento de Cristo había sido como el de sus progenitores, cortando el orden
de la narración dice: "Y la generación de Jesucristo fue de esta
manera", como si dijera: la generación de sus ascendientes fue como la he
referido, pero la generación de Cristo no fue así, sino de esta forma:
"Que siendo su Madre desposada".
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 4
Como
quien va a decir una cosa nueva promete narrar la manera de realizarse esta
generación; no fuera a suceder que al oír las palabras "esposo de
María" cualquiera pensase que Cristo había nacido según la ley general de
la naturaleza.
Remigio
También puede referirse a lo ya dicho en este sentido: "La generación de Cristo era así", como he dicho: "Abraham engendró a Isaac".
San Jerónimo
Pero,
¿por qué Cristo es concebido de una Virgen desposada y no de una simple virgen?
Por tres razones: la primera, para que por la genealogía de José se supiese el
origen de María; la segunda, para que los judíos no la apedreasen como
adúltera; y la tercera, para que al huir a Egipto tuviese quien la consuele. El
mártir Ignacio aduce otra razón: para ocultar al demonio el parto de María, y
que siempre creyese que Cristo había sido engendrado no de una virgen, sino de
una mujer casada.
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 1
Desposada
y permaneciendo en su casa, porque así como en la que concibe en casa del
marido se entiende una concepción natural, en la que concibe antes de
desposarse hay sospecha de infidelidad.
San Jerónimo, contra Helvidium, in principio libri
Un
tal Helvidio, hombre turbulento y que de todo hace materia para la disputa,
empezó a blasfemar contra la Madre de Dios formulando así su primera tesis: San
Mateo dice: "Y siendo desposada". Mira cómo dice desposada y no comprometida,
como tú dices, y desposada no por otra causa sino para casarse después 1.
Orígenes, homilia inter collectas ex variis locis.
Desposada con José, pero no carnalmente
unida. La Madre de éste fue Madre inmaculada, Madre incorrupta, Madre intacta.
La Madre de éste, ¿de cuál éste? La Madre del Señor, Unigénito de Dios, del Rey
universal, del Salvador y Redentor de todos.
San Cirilo de Alejandría, ad Ioannem Antiochenum
¿Qué se puede ver en la Santa Virgen por encima
de las demás mujeres? Si María no es Madre de Dios, sino sólo de Cristo, como
dice Nestorio, ningún absurdo habría en que se permita llamar Madre de Cristo a
la madre de cualquier ungido. Pero sólo la Santa Virgen, sobre las otras
mujeres, es conocida y llamada con el nombre de "Madre de Cristo",
pues engendró no a un simple hombre como nosotros, sino más bien al Verbo de
Dios Padre, encarnado y hecho hombre por nosotros. Mas tal vez reponga
Nestorio: ¿Pensarás acaso que la Virgen se ha hecho la Madre de la divinidad? A
esto decimos que el Verbo de Dios, nacido de la misma sustancia de Dios y
existiendo siempre y sin principio de tiempo igual al Padre, en la plenitud de
los tiempos se hizo carne, es decir, se unió a un cuerpo animado por un alma
racional. Por esto decimos que nació de una mujer según la carne. Este misterio
se asemeja en cierto modo a nuestro nacimiento: la madre suministra a la
naturaleza una materia cuajada que poco a poco se va formando hasta resultar un
cuerpo perfecto en su especie, la humana. Pero Dios infunde en ese cuerpo un
espíritu, y aunque la madre sólo lo sea del cuerpo terrenal, ella es
considerada y se llama madre de todo el hombre. Una cosa semejante observamos
en el nacimiento del Emmanuel, "Dios con nosotros". El Verbo de Dios
nace en la eternidad de la sustancia del Padre; mas, porque tomó carne y la
hizo propia, es preciso confesar que nació de una mujer según la carne. Y como
a la vez es verdadero Dios, ¿quién tendrá reparo en llamar a la Santa Virgen
"Madre de Dios"?
San Pedro Crisólogo, sermones, 148
No te turben ni ofendan tus oídos las
palabras concepción, parto, porque la virginidad es la prenda más segura del
pudor. ¿En qué puede herir la delicadeza la unión de la divinidad con la
pureza, su siempre querida amiga, unión en que el intérprete es un ángel, la fe
es la madrina, el desposorio es la castidad, el dote la virtud, la conciencia
el juez, el móvil Dios, el acto de concebir pureza, el parto virginal, y la
Madre una Virgen?
San Cirilo de Alejandría, ad Ioannem Antiochenum
Mas si dijéramos con Valentino, que el santo
cuerpo de Cristo fue formado de una materia celeste y no de la Virgen, ¿cómo
podríamos entender que María es Madre de Dios?
La glosa
Se indica el nombre de la Madre añadiendo:
"María".
Beda, in Lucam, 1,3
María se interpreta en hebreo como
"estrella del mar"; en siriaco como "señora", porque Ella
ha dado realmente al mundo al que es la luz de la salud y el Señor del mundo.
La glosa
A continuación nos dice también el nombre del
esposo, "José".
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 1
María se había desposado con un carpintero
porque Cristo, esposo de la Iglesia, había de obrar la salud de todos los
hombres por el leño de la cruz.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 4
Sigue luego: "Antes que viviesen
juntos". No dice "antes de que fuese llevada a casa del esposo",
pues ya estaba en ella por ser costumbre frecuente entre los antiguos tener en
su casa a las desposadas, como vemos que sucede también ahora, y los yernos de
Loth habitaban con él en vida común 2.
La glosa
Pero se dice: "Antes de que vivieran juntos" en concúbito carnal.
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 1
Para que
no naciese del afecto de la carne y de la sangre el que nació para destruir los
afectos de la carne y de la sangre 3.
San Agustín, de nuptiis et concupiscentia, 1,12
Allí no
hubo cohabitación conyugal, porque en carne de pecado no podría haberse dado
sin movimiento de concupiscencia, efecto del pecado, sin la cual quiso ser
concebido el que había de estar sin pecado, tal vez para enseñarnos con esto
que todo lo que nace de unión marital nace con pecado 4,
puesto que sólo no tuvo pecado la Carne que nació de esa manera.
San Agustín, in sermone 6 de Nativitate
Jesucristo
nace además de una mujer intacta, porque no era adecuado que la virtud naciese
por medio del deleite, la castidad por la vía de la lujuria, y la incorrupción
por la corrupción. Y el que venía a destruir el antiguo imperio de la muerte
habría de bajar del cielo de un modo distinto. Obtuvo, pues, el cetro de Reina
de las vírgenes, la que engendró al Rey de la castidad. Por eso Nuestro Señor
se procuró un seno virginal donde morar, para darnos a entender que sólo un
cuerpo casto puede ser templo de Dios. Aquel que grabó su ley en tablas de
piedra sin necesidad de punzón de hierro, ese mismo fecundó el seno de María
por virtud del Espíritu Santo. Por eso dice el evangelista: "Se halló
haber concebido en el vientre de Espíritu Santo".
San Jerónimo
Nadie la
halló en tal estado sino José, quien, como si fuese su marido, sabía todo lo
referente a su esposa 5.
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 1
Según nos
enseña una historia nada inverosímil, José estaba ausente cuando sucedió lo que
refiere San Lucas, pues no es de creer que estando en casa entrase el ángel al
aposento de María, le dijese lo que le dijo, y que María respondiese lo que
respondió. Aun concedido que el ángel pudo entrar en donde estaba María y que
le habló, no era posible que, en presencia de José, María marchase a la montaña
y estuviese con Isabel tres meses, sin que José indagase las causas de su ida y
de una permanencia tan larga. Pero después que volvió de tan largo viaje la
encontró visiblemente fecunda.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 4
Con
propiedad dice se halló, expresión que solemos emplear hablando de cosas en que
no habíamos pensado. Y para que no importunara al evangelista preguntándole
cómo se verificó el nacer de una Virgen, en pocas palabras él mismo da la
salida, "de Espíritu Santo", como si dijera: "El Espíritu Santo
es el que ha obrado este milagro", pues que ni Gabriel ni San Mateo
pudieron decir más.
Glosa
Lo que se
dice del "Espíritu Santo", lo añadió el evangelista por su parte,
para que al decirse "haber concebido en el útero", no quedase ninguna
sospecha maligna en la mente de los que lo oyeren.
San Agustín, in sermonibus de Trinititate, serm. 191,3
Nosotros
no decimos, como impíamente opinan algunos, que el Espíritu Santo se presentó
como semen, sino que obró con el poder y virtud de Creador.
San Ambrosio, de Spiritu Sancto, 2,5
Todo lo
que viene de alguno, o es de su sustancia o de su poder; de su sustancia, como
el Hijo es del Padre; de su poder, como son de Dios todas las cosas, como el
fruto del vientre de María era del Espíritu Santo.
San Agustín, enchiridion, 40
Ciertamente
esta manera de nacer Cristo del Espíritu Santo, nos da a entender la gracia de
Dios, en virtud de la cual el hombre, sin mérito alguno precedente en el
principio mismo de su naturaleza en que empezó a existir, se unió al Verbo de
Dios en unidad tal de persona, que ese mismo hombre es el Hijo de Dios. Mas
habiendo la Trinidad toda -porque las obras de la Trinidad son indivisibles-
obrado la formación de aquella creatura que la Virgen concibió y dio a luz, y
que sólo la persona del Hijo asumió e hizo propia, ¿por qué se nombra
únicamente al Espíritu Santo en la concepción de esa creatura? ¿Es acaso que cuando
uno de los tres es nominalmente citado, se ha de entender que obra la Trinidad
toda?
San Jerónimo, contra Helvidium, in principio
Pero dice
Helvidio: El evangelista no hubiera dicho " antes que viviesen
juntos", de los que después no habían de vivir con tal unión. Es como si
uno dijera " antes de comer en el puerto, me hice a la vela con rumbo al
Africa". La frase no puede tener sentido, si después no ha de comer en
aquel puerto. Me parece que está mejor entendido que aunque el adverbio antes
indique con frecuencia lo que sigue, algunas veces, sin embargo, expresa
solamente lo que antes se había pensado, y que no es necesario que lo pensado
suceda, cuando ha mediado otra cosa, para que no se realice lo que se pensó.
San Jerónimo
Por tanto
no se infiere que después viviesen juntos, sino que la Escritura sólo dice qué
es lo que no sucedió antes.
Remigio
También
puede decirse que el verbo convenire 6
no significa la unión marital, sino el tiempo de las bodas: es decir, cuando la
que había sido prometida empieza a ser esposa. Pues el sentido es "antes
de vivir juntos", esto es antes de celebrar solemnemente los desposorios.
San Agustín, de consensu evangelistarum, 2,5
Cómo se
verificó lo que aquí omite San Mateo, lo expuso San Lucas, después de narrar la
concepción de Juan, de esta manera: "Y al sexto mes fue enviado el
ángel". Y más adelante: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti", que
es lo que mencionó San Mateo al decir: "Se halló haber concebido en el
vientre de Espíritu Santo". No hay discordancia en que San Lucas exponga
lo que San Mateo omite, ni que éste inserte después lo que omitió aquél, pues
sigue: "Y José, su Esposo, como era justo", hasta el texto donde nos
habla de los magos, "que se volvieron a su tierra por otro camino".
Así que, si alguno quisiera formar la narración ordenada del nacimiento de
Cristo, de todo lo que uno u otro de los dos evangelistas dice y omite, puede
hacerlo así: empezando con las palabras de Mateo, "La generación de Cristo
fue de esta manera", siguiendo con lo que refiere San Lucas desde donde
dice: "Hubo en los días de Herodes", hasta donde dice: "Y María
se detuvo con ella como tres meses, y se volvió a su casa", y terminando
con el texto: "Se halló haber concebido, en el vientre, de Espíritu
Santo".
Notas
1. El proceso del matrimonio judío tenía varias ceremonias. Una era el desposorio, que formando parte del matrimonio legal, era como el principio del mismo. El proceso matrimonial culminaba legalmente con el traslado de la desposada a la casa del esposo. Para esto podía pasar un espacio de meses o incluso años.
2.
Los estudios de hoy consideran que la ceremonia del matrimonio consistía en el
cambio de casa por parte de la novia a la de su desposado, o a la casa del
padre de éste. (Daniel J. Harrington, S.J.)
"Finalmente se celebraba el matrimonio... tenía lugar la entrada de la
esposa en la casa del marido; la cual solía hacerse con gran solemnidad y
consistía en el cortejo nupcial y el banquete nupcial. El esposo adornada su
cabeza de una guirnalda y acompañado de sus amigos, iba a buscar a la esposa...
y la conducía a su propia casa... Entonces se celebraba el banquete
nupcial" (José J. Reboli, S.J.).
3. Alusión a lectura variante de Jn 1,13. Diversos testigos muy antiguos leen el pasaje en singular: oV... egennhqh: " El, que no nació, ni de la sangre ni de la carne, sino de Dios" (trad. La Santa Biblia, dir. Evaristo Martín Nieto.)
4. Ha de entenderse en el sentido de la transmisión del pecado original por generación humana.
5. El Padre continúa bajo la suposición de que María ya se ha mudado de casa. "Cuando se lee Mt 1, 18-25, hemos de considerar que la ceremonia de desposorio entre José y María ya se había realizado y que ellos esperaban la ceremonia matrimonial. María permanece en casa de sus padres y José visita la residencia de tiempo en tiempo". (Daniel J. Harrington, S.J.).
6. sunelqein ( de sunercomai ): verbo que significa juntarse, ir juntos, quedar unidos juntos.
Y José, su Esposo, como era justo y no quisiese
infamarla, quiso dejarla secretamente. (v. 19)
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 4
Habiendo dicho el
evangelista que María halló que había concebido en el vientre, del Espíritu
Santo, sin obra de varón, para que nadie sospechase que un discípulo de Cristo
haya inventado estas maravillas en honor de su Maestro, aduce el testimonio de
José confirmando la historia por su propia participación en ella: "Y José,
su Esposo, como era justo".
San Agustín, in sermone 14 de Nativitate
Conociendo José que
María estaba encinta, se turba, porque la Esposa que había recibido del templo
mismo del Señor y no conocía aún, la encuentra fecunda, y agitándose inquieto,
discute y habla consigo mismo: "¿Qué haré? ¿La denuncio o callo? Si la
descubro, no me hago cómplice de adulterio, pero incurro en crueldad, porque me
consta que según la ley debe ser apedreada. Si callo, doy mi consentimiento a
una acción mala, y participo con los adúlteros. Entonces si callar es malo y
descubrir el adulterio es peor, la dejaré libre".
San Ambrosio, in Lucam, 2,1
Hermosamente nos
enseña San Mateo lo que debe hacer el justo que sorprendiere a su cónyuge en
oprobio o acción infame, para ni mancharse con la sangre del adúltero, ni hacerse
cómplice del adulterio. Por eso dice: "Como era justo". En José,
pues, se conserva siempre la gracia y la persona del justo, de manera que su
testimonio resulta siempre el más abonado, pues la lengua del justo habla con
la verdad.
San Jerónimo
Pero, ¿cómo se nos
presenta como justo a José, cuando oculta el crimen de su Esposa, y estando
prescrito en la ley que los autores y cómplices de un crimen son igualmente
reos de pecado?
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 4
Es de notar que llama
aquí justo al que en todo es virtuoso. Porque "justicia" no es sólo
no querer más de lo debido, sino también la virtud en general y es en este
sentido que principalmente emplea la Escritura la palabra "justicia".
Siendo, pues, justo 1, es decir, benigno y moderado, quiso dejar en secreto a
la que veía expuesta a la infamia y a la máxima pena de la Ley. Como quien se
coloca por encima de la Ley, José la salvó de ambos peligros. Pues a la manera
que el sol antes de ostentar sus rayos ya alumbra la tierra, así Cristo, antes
de nacer, hizo que apareciesen en el mundo muchas señales de perfecta virtud.
San Agustín, de Verbo Domini, serm. 16
O en otros términos:
si a ti solo consta el pecado de otro contra ti, y quieres inculparle ante los
hombres, no eres el hermano que corrige, eres su delator. Por eso el varón
justo, José, perdonó a su Esposa, lleno de benignidad, el crimen que había
sospechado de Ella. Revolvíase ciertamente en su ánimo sospecha indudable de
adulterio, mas como a él solo constaba, no quiso difamarla, sino dejarla en
secreto, prefiriendo al castigo del pecado el bien del pecador.
San Jerónimo
O también puede ser
un testimonio en favor de María, que José confiando en su castidad, admirado
éste de lo que había sucedido, ocultó en el silencio el hecho cuyo misterio
ignoraba.
Remigio
Pues veía fecunda a
la que conocía casta. Como había leído en Isaías: "Saldrá una vara de la
raíz de Jesé" ( Is 11,1), de quien sabía ser descendiente María, y en el
mismo Isaías: "He aquí que una virgen concebirá" ( Is 7,14), no
desconfiaba de que en Ella se había de cumplir tal profecía.
Orígenes, homilia 1 inter collectas in variis locis
Pero si no tenía
sospecha de Ella, ¿cómo era justo queriendo dejar a una Esposa Inmaculada?
Quería dejarla porque conocía que se había obrado en Ella un gran misterio y se
consideraba indigno de vivir en su compañía.
La glosa
Al querer dejarla era
justo, y al querer hacerlo en secreto muestra ser piadoso, pues la pone a salvo
de toda infamia y por eso dice: "Como era justo, quiso dejarla". Es
decir, pudiendo entregarla al deshonor público, esto es, difamarla, prefiere
separarse en secreto.
San Ambrosio, in Lucam, 2,1
Ninguno deja la mujer
que antes no ha aceptado. Entonces al querer dejarla, confesaba él mismo que la
había aceptado antes.
Glosa
O no queriendo
trasladarla a su casa para vivir con Ella en asidua compañía, quiso dejarla en
secreto, es decir, dilatando la fecha de los desposorios. Porque realmente es
verdadera virtud ejercer la piedad junto con la justicia y ésta junto con la
piedad, virtudes que, obrando separadas, se anulan mutuamente. O también puede
decirse que era justo por la fe con que creía que Cristo había de nacer de una
Virgen, y de ahí que quiso humillarse ante don tan excelente 2.
Notas
1. dikaioV en griego tiene el sentido de persona observante de la ley: " dikaioV es usado para designar a una persona de perfecta rectitud, a quien cumple la voluntad de Dios" (Ceslas Spicq, O.P.)
2. Santo Tomás elige presentar testimonios de diversas interpretaciones sobre el acontecimiento. Las posiciones se suelen resumir en tres: a) José tiene dudas sobre la fidelidad de su desposada, y siendo un hombre justo no quiere encubrir su falta; b) José sospecha de una intervención divina, y queda confundido entre "el asombro y la maravilla" (Suárez), quedándole clara la inocencia de María, (S. Jerónimo); c) José sabía que María había concebido por intervención divina y no humana. (Eusebio.) "José sabía que la preñez de María venía de Dios". (Basilio.) "José descubrió la preñez y su causa, que era por obra del Espíritu Santo". (Efrén.) "José comprendió que aquella era una maravillosa obra de Dios". (Eusebio.): "Pensó en separarse de ella en secreto para no cometer el pecado de ser llamado padre del Mesías. Temía vivir con ella pues eso podría deshonrar el nombre del Hijo de la Virgen. Por ello es que el ángel le dijo 'No temas llevar a María a tu casa'". Pablo, el diácono, en su Homiliarum atribuye a Orígenes una posición semejante. Actualmente, Ignace de la Potterie dice que la actitud de José no "ha de entenderse, ciertamente, si José se pregunta si María es culpable o no. Se trata más bien de una 'duda', de una indecisión acerca de lo que él debe hacer. ¿Cómo ha de comportarse él, el esposo de María, en la situación excepcional en que se encuentra su mujer?". Contando con argumentos lingüísticos y exegéticos propone leer: "José, su esposo, como fuese un hombre justo y no quisiese revelar (su misterio), resolvió separarse de ella secretamente "; en María en el misterio de la Alianza (BAC 1993).
20
Y estando él pensando en esto, he aquí que el Angel del
Señor le apareció en sueños, diciendo: "José, hijo de David, no temas
recibir a María tu mujer: porque lo que en ella ha nacido, de Espíritu Santo
es". (v. 20)
Remigio
Porque
según se ha dicho, José pensaba dejar en secreto a María. Pero si hubiese
obrado así, muy pocos hubieran dejado de sospechar que Ella fuese más bien una
concubina que una virgen, y por eso el propósito de José cambió en un momento,
gracias al consejo divino. De ahí que diga: "Y pensando en esto
José".
Glosa
En
lo cual se echa de ver el espíritu del sabio, que nada quiere resolver con
ligereza.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 4
Se
nota también la mansedumbre de José, que a nadie reveló su sospecha, ni
siquiera a aquélla de quien sospechaba, sino que meditaba en su interior.
San Agustín, in sermone 14 de Nativitate
Mas
aunque José piensa en esto, no tema María, la hija de David, porque así como la
palabra del profeta perdonó a David, el ángel del Salvador librará a María.
Pues Gabriel, el padrino de bodas de la Virgen, vuelve a presentarse: "He
aquí que el ángel del Señor apareció a José".
La glosa
Esta
palabra apareció, significa el poder del que aparece, que se muestra cuando y
como quiere.
Rábano
Cómo
apareció el ángel a José, lo dice claramente: "En sueños", es decir,
como Jacob vio la escala por cierta representación en los ojos del corazón.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 4
No
se apareció a José en clara visión como a los pastores, porque era sobremanera
fiel. Los pastores, además, necesitaban de una visión clara, como rudos que
eran. La Virgen también lo necesitaba, porque era la primera que tenía que ser
instruida en muy grandes misterios, como Zacarías necesitó de una visión
admirable antes que su mujer concibiese.
La glosa
Al
aparecer el ángel lo llama por su nombre, le recuerda su linaje y le hace
deponer todo miedo diciéndole: "José, hijo de David". Al llamarlo
"José", por su nombre, se le presenta como un conocido y amigo.
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 1
Al
llamarlo hijo de David, quiso traer a su memoria la promesa de Dios a David:
"Que Cristo nacería de su linaje".
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 4
Al
decirle "no temas", indica que José ya entonces temía ofender a Dios,
como quien tiene en su compañía una adúltera, pues de otra manera no hubiera
pensado dejarla.
Severiano
Se
le advierte al esposo que no tema, porque el alma piadosa, cuanto más padece
con otra, más teme. Como si dijera: esto no es motivo de muerte, sino de vida,
porque la que está encinta para darnos la vida no merece la muerte.
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 1
Al
decir no temas, quiso también demostrarle que conocía el secreto de su corazón,
para hacerle ver con esto los bienes que nos habían de venir por Cristo, y que
él le iba a revelar.
San Ambrosio, in Lucam, 2,1
No
te confunda que la llame su mujer, pues esta palabra expresa aquí no la pérdida
de la virginidad, sino la prueba testimonial del matrimonio, la celebración de
los desposorios.
San Jerónimo, contra Helvidium
No
vaya a creerse que porque la llamó su mujer ha dejado de ser esposa, pues la
Escritura acostumbra llamar mujeres casadas a las esposas, y maridos a los
esposos, según se comprueba en el Deuteronomio: "Si alguno hallare en el
campo a una virgen que está desposada y asiéndola se echase con ella, morirá,
porque abatió a la mujer de su prójimo" ( Dt 22,23).
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 4
Pero
dice: "No temas recibir", esto es, mantenerla en tu casa, porque en
su mente ya la había dejado.
Rábano
O
"no temas recibirla en comunidad nupcial y asidua compañía".
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 1
Por
tres causas se apareció el ángel a José y le habló de tal manera. Primero, para
que el hombre justo no cometiese por ignorancia una acción injusta con un fin
recto. Después, por el honor de la madre misma, que repudiada no podía menos
que incurrir en infamante sospecha entre los incrédulos. Y tercero, para que
sabiendo José de tan santa concepción, la tratase con más respeto y
consideración que antes. Y no se apareció a José antes de que la Virgen
concibiera, para que no pensase lo que pensó, ni sufriese lo que sufrió Zacarías
por culpa de su incredulidad acerca de la concepción de su mujer en edad tan
avanzada. Pues era menos creíble que concibiese una virgen que una anciana.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 4
O
también en medio de su turbación se apareció el ángel a José, para que se
manifestase la sabiduría de este justo, y que en esto mismo encontrase una
demostración de lo que se le anunciaba, pues al oír de boca del ángel lo mismo
que él pensaba en su interior, era señal indudable de que era enviado de Dios
el que le hablaba, pues sólo Dios sabe los secretos del corazón. La narración
del evangelista no admite sospecha al decirnos que José sufrió lo que es
natural que sufra un esposo. Tampoco pudo ser sospechosa la Virgen, dado que su
esposo, a pesar de sus celos, la tomó bajo su custodia y continuó en su
compañía después de haber concebido. Y si la Virgen no reveló a José lo que el
ángel le había anunciado, fue porque no pensaba que su esposo le creyese,
principalmente después de haber entrado en sospecha. Y el ángel anunció el
misterio a la Virgen antes de concebir, para que no estuviese en continua
ansiedad, diciéndoselo después, pues era muy conveniente que se hallase libre
de toda turbación aquella Madre que iba a recibir en su seno al Creador de todas
las cosas. El ángel no sólo defiende a la Virgen de toda cohabitación carnal,
sino que le hace ver a José que su Esposa ha concebido por obra sobrenatural.
Con lo cual, además de hacerle deponer todo temor, le infunde alegría
diciéndole: "Porque lo que en ella ha nacido es del Espíritu Santo".
La glosa
Una
cosa es nacer en ella y otra nacer de ella. Nacer de ella es venir a la vida;
nacer en ella es lo mismo que ser concebido. O tal vez el ángel dijera "ha
nacido", por la presciencia que tiene recibida de Dios, para quien lo
futuro es como pasado.
Ambrosiaster, quaestiones Novi et Veteri Testamenti, q. 52
Pero
si Cristo nació del Espíritu Santo, ¿por qué se dice en los Proverbios:
"La sabiduría edificó casa para sí" ( Prov 9,1)? Esta pregunta puede
admitir dos respuestas. Primeramente, la casa de Cristo es la Iglesia que
edificó con su sangre. También del cuerpo de Cristo se puede decir que es su
casa, como se dice que es su templo. La obra del Espíritu Santo es la obra del
Hijo de Dios por la unidad de naturaleza y de voluntad. Bien obre el Padre, el
Hijo o el Espíritu Santo, la Trinidad es la que obra, y cualquier cosa que uno
u otro de los tres hicieren, es obra de un solo Dios.
San Agustín, enchiridion, 38
¿Y por eso hemos de decir que el Espíritu Santo es padre del hombre Cristo, de manera que Dios Padre haya engendrado al Verbo y el Espíritu Santo al hombre? Este es un absurdo que ningún oído cristiano podría tolerar. ¿Cómo entonces decimos de Cristo "nacido del Espíritu Santo", si el Espíritu Santo no lo ha engendrado? ¿Es acaso porque le ha creado? En cuanto hombre, ha sido hecho, pues el apóstol dice: "Hecho del linaje de David según la carne" ( Rom 1,3). Pero no porque Dios hizo este mundo puede decirse que el mundo es hijo de Dios, ni nacido de Dios, sino hecho, creado, fabricado. Entonces, si confesamos que ha nacido del Espíritu Santo y de la Virgen María, ¿cómo no es Hijo del Espíritu Santo y sí de la Virgen María? Porque nadie puede conceder que todo lo que nace de otra cosa deba llamarse hijo de ésta. Prescindiendo de que de diversa manera nace del hombre su hijo, que el cabello, el piojo o la lombriz -ninguno de los cuales puede llamarse hijo -, los hombres que nacen del agua y del espíritu nadie los llamará con propiedad hijos del agua, sino de Dios Padre y de la Iglesia Madre. Así, pues, nació del Espíritu Santo y es Hijo de Dios Padre, pero no del Espíritu Santo.
21
"Y
parirá un hijo: y llamarás su nombre Jesús: porque él salvará a su pueblo de
los pecados de ellos". (v. 21)
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 4
Como
lo que el ángel había dicho a José era palabra maravillosa que sobrepasa todo
pensamiento humano y está por encima de las leyes físicas, ¿cómo lo creerá un
hombre que nada haya oído de estas cosas? Demuestra entonces la verdad de sus
palabras por la revelación de lo que a él le había pasado, pues para ello le
reveló el ángel cuanto había experimentado en sí: lo que había sufrido, lo que
había temido y lo que se inclinó a hacer. Y no sólo lo pasado, sino también lo
futuro. "Y parirá un hijo y llamarás su nombre Jesús".
La glosa
Y
para que José no creyese que ya era innecesario el matrimonio por haberse
verificado la concepción por obra del Espíritu Santo, sin cooperación suya, el
ángel le manifiesta que aunque no fue necesario para la concepción y la Virgen
permanece intacta, sin embargo todo lo que se dice del padre sin atentar contra
la virginidad le es entregado. No es ajeno al servicio de esta divina economía
para la protección y cuidado, porque María dará a luz un hijo. Entonces la
Madre y el Hijo necesitarán de él: la Madre para que la defienda de toda
difamación, y el Hijo para criarlo y para circuncidarlo, como da a entender
cuando dice: "Y llamarás su nombre Jesús", porque en la circuncisión
solía darse el nombre al circuncidado.
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 1
No
dice: " Te parirá un hijo", como le había dicho a Zacarías: "Y
tu mujer Isabel te parirá un hijo" ( Lc 1,13). Porque la mujer que concibe
de varón, da a luz un hijo a su marido, porque más es de éste que de ella; mas
la que no había concebido de varón, no da a luz un hijo al marido, sino a sí
solamente.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 4
O
tal vez lo dijo indeterminadamente para manifestar que lo dio a luz para todo
el orbe.
Rábano
Dice:
"Llamarás su nombre", y no "pondrás", porque el nombre
estaba ya puesto desde la eternidad.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 4
Le
explica luego lo admirable de este nacimiento, porque Dios es quien envía desde
el cielo, por ministerio de un ángel, el nombre que había de ponerse al niño. Y
éste no es un nombre cualquiera, sino un nombre tesoro de bienes infinitos. Y
así lo interpreta el ángel y funda en él las mejores esperanzas, induciéndole
con esto a la fe de lo que le decía, pues para creer otras cosas solemos ser
más dóciles.
San Jerónimo
Jesús
en hebreo significa Salvador. Luego da a entender la etimología del nombre,
cuando dice: "Porque él salvará a su pueblo de los pecados de ellos".
Remigio
Nos
lo presenta como el Salvador de todo el mundo y el autor de nuestra salvación.
Pero salva no a los incrédulos, sino a su pueblo, es decir a los que creen en
él. Y los salva no tanto de los enemigos visibles, como principalmente de los
invisibles, es decir de los pecados. Y los salva no peleando con las armas,
sino perdonándolos.
Severiano
Vengan ahora y oigan los que preguntan quién es el que María ha engendrado. "Porque El salvará a su pueblo de los pecados de ellos". No salvará al pueblo de otro: ¿y de qué los salvará? De los pecados de ellos. Si no crees a los cristianos que profesan que Dios perdona los pecados, cree a los infieles y judíos que dicen: "Nadie puede perdonar los pecados sino sólo Dios" ( Lc 5,1).