5 DE DICIEMBRE
DE LOS MEDIOS PARA CONSEGUIR EL FIN
MEDITACIONES PARA EL ADVIENTO
del P. Nicolás Avancini
ORACIONES PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y digamos:
Oración para todos los días
Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.
En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.
Pater noster, Ave María y Gloria.
5 DE DICIEMBRE
DE LOS MEDIOS PARA CONSEGUIR EL FIN
1. En el principio creo Dios el cielo y la tierra[1]. ¡Cuánta es la multitud de cosas que te sirven! Unas son naturales, como el cielo, los elementos y todas sus perfecciones, los hombres, las artes, las ciencias, las virtudes morales. Otras son sobrenaturales, como Jesucristo medianero nuestro, sus méritos, los sacramentos, la gracia, los ángeles, los santos, la sagrada Escritura, las instrucciones, el estado religioso, el catolicismo, etc. Admira cuantas cosas hizo Dios para ti, ingrato y rebelde. Alaba a Dios en todas sus obras. Conócele para amarle. Considera cuánto te tiene preparado en el cielo, pues en el destierro tantas cosas te da.
2. Todo lo pusiste debajo de sus pies[2]. Considera el modo y el afecto con que Dios te dio estos medios. El amor con que se complace en hacerte bien, la liberalidad, con que, sin atender a la necesidad sola, te da las cosas también para el regalo. La providencia con que lo dispone todo en sus tiempos. La sabiduría con que convierte en utilidad los males que juzgabais te servían de daño. La paciencia con que no desampara al ingrato. Admira todas estas cosas, predícalas, ensálzalas, da gracias, y júzgate por indigno de ellas. Aprende de tu Criador a ser liberal con Él, y constante en su servicio. Esto es lo que no has hecho hasta ahora. Fuiste ingrato. Duélete, propón, pide gracia.
3. Las cosas invisibles de Dios desde que crio el mundo, se ven[3] entendidas por las que formó[4]. Considera que el fin de estos medios es ayudarte a conseguir el fin de tu creación. Ayudan, pues, al cuerpo, sustentándole, vistiéndole, curándole, recreándole, etc. Al alma instruyéndola los hombres: iluminando su entendimiento, y perfeccionándole las ciencias: y las virtudes morales adornando naturalmente su voluntad. Ayudan también sobrenaturalmente a conocer la divina omnipotencia, sabiduría, providencia, bondad, y a formarse de Dios un magnífico concepto. Confúndete por haber usado con tanta flojedad de estos medios. Témelos como castigos y acusadores tuyos en el último juicio. Da gracias porque se te dieron. Desea no ser privado de ellos por tu desidia. Espéralos de la bondad de Dios. Promete usar de ellos seguir la intención o fin con que se te dan.
ORACIONES PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS
Concluyamos nuestra oración implorando la intercesión de la santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca san José:
Oración a la Santísima Virgen
Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo se preparan para celebrar el nacimiento de tu adorable Hijo.
¡Oh dulcísima Madre!, concédenos tu profundo recogimiento y divina ternura para que seamos un día dignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
Oración a San José
Oh Santísimo San José, esposo de María y padre putativo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Por el amor que le tuviste al Divino Niño, te ruego la gracia de abrasarme en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente hasta que lo vea y goce en el cielo. Amén.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Santos Patriarcas, Profetas y justos que aguardasteis la llegada del Mesías, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.