viernes, 8 de diciembre de 2023

9-XII. DECRETO DE LA ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS. MEDITACIONES PARA EL ADVIENTO

9 DE DICIEMBRE

DECRETO DE LA ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS

 

MEDITACIONES PARA EL ADVIENTO

del P. Nicolás Avancini

 

ORACIONES PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y digamos: 

 

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.

En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén. 

Pater noster, Ave María y Gloria.

 

9 DE DICIEMBRE

DECRETO DE LA ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS

 

1. Considera que Dios podría remediar al hombre de otros infinitos modos; más eligió hacerlo por vía de condigna satisfacción. Esta no podía darla criatura alguna, que juntamente no fuese Dios; porque la injuria era infinita, y toda otra satisfacción limitada. Pesa por aquí la gravedad de la ofensa que haces a Dios pecando, y ten horror de ser su fautor. Si le pide satisfacción de ella, ¿cómo la darás?

 

2. Considera que Dios pudo unirse a la naturaleza angélica, y satisfacer en ella por el hombre; más quiso unirse a la humana, para vencer al demonio en la naturaleza más flaca, y darnos un redentor visible, y a quien pudiésemos imitar. Advierte qué fácilmente puede ser vencido el demonio por el hombre que se une con Dios. Llégate a Él, para confundir al fuerte: reconoce a tu Redentor, maestro y ejemplar. ¿Podías por ventura esperar tanto? Mira no te descamines perdiéndole de vista.

 

3. Considera la vileza y miseria de que fue elevado el hombre a tan grande dignidad. Apréciala, date parabienes, ama, da gracias, etc. Justo era que; después de emparentar con la naturaleza divina, emprendieses una vida correspondiente a tu dignidad. Mas ¡ay! ¿cuál la ha tenido? Avergüénzate. Pésete de haber caído de tan alto.

 

ORACIONES PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS

 

Concluyamos nuestra oración implorando la intercesión de la santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca san José:

 

Oración a la Santísima Virgen

Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo se preparan para celebrar el nacimiento de tu adorable Hijo.

¡Oh dulcísima Madre!, concédenos tu profundo recogimiento y divina ternura para que seamos un día dignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.

 

Oración a San José

Oh Santísimo San José, esposo de María y padre putativo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Por el amor que le tuviste al Divino Niño, te ruego la gracia de abrasarme en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente hasta que lo vea y goce en el cielo. Amén. 

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santos Patriarcas, Profetas y justos que aguardasteis la llegada del Mesías, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.