31 DE DICIEMBRE
VUÉLVENSE LOS PASTORES DEL PESEBRE DEL SEÑOR
MEDITACIONES PARA LA NAVIDAD Y EL TIEMPO DE EPIFANÍA
del P. Nicolás Avancini
ORACIONES PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y digamos:
Oración para todos los días
Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.
En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.
Pater noster, Ave María y Gloria.
31 DE DICIEMBRE
VUÉLVENSE LOS PASTORES DEL PESEBRE DEL SEÑOR
1. MARÍA, pues, conservaba todas estas palabras, confiriéndolas en su corazón[1]. Aquí tienes a MARÍA santísima, ejemplar de quien medita. Pues conservaba las palabras que los pastores decían en alabanza de Cristo. ¿Qué conservas tú de lo que Dios te dice? Todas ¿Por qué no practicas todas las ilustraciones? Conferíalas en su corazón. Debes acordarte de ellas continuamente, y no perder ocasión de ejecutarlas.
2. Volviéronse los pastores glorificando y alabando a Dios[2]. De la conversación con Jesucristo quedaron en ellos los afectos de la gloria de Dios, que llevaron a sus ocupaciones. ¡Oh, dichoso tú si sacas de tu meditación tales afectos, y los ejercitas en tu oficio! ¡Miserable de ti, si no haces esto! ¡Cuánto en ello perderás!
3. En todas las cosas, que habían oído y visto[3]. En todo glorifican a Dios. No dejes pasar ocasión alguna de ejecutar aquello en que has sido ilustrado. Muchas ocasiones hallarás, y para tu provecho, si las atiendes: mucho perderás, si no las reparas más, para tu daño. De este modo, glorifica a Dios haciendo el bien que Él te puso en las manos.
ORACIONES PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS
Concluyamos nuestra oración implorando la intercesión de la santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca san José:
Oración a la Santísima Virgen
Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo se preparan para celebrar el nacimiento de tu adorable Hijo.
¡Oh dulcísima Madre!, concédenos tu profundo recogimiento y divina ternura para que seamos un día dignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
Oración a San José
Oh Santísimo San José, esposo de María y padre putativo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Por el amor que le tuviste al Divino Niño, te ruego la gracia de abrasarme en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente hasta que lo vea y goce en el cielo. Amén.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Santos Patriarcas, Profetas y justos que aguardasteis la llegada del Mesías, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.