Comentarios al Evangelio
De la fiesta de la Inmaculada Concepción
de la Catena Aurea de Santo Tomás de Aquino
Y
al sexto mes, el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la
casa de David, y el nombre de la Virgen era María. (vv. 26-27)
Beda
Como la
encarnación de Cristo debía tener lugar en la sexta edad del mundo y había de
aprovechar para el cumplimiento de la ley, el ángel enviado a María anuncia
oportunamente, en el sexto mes de la concepción de Juan, al Salvador que había
de nacer. Por eso se dice: "En el sexto mes". El sexto mes es el de
marzo, en cuyo día 25 nuestro Señor fue concebido y se dice que padeció. Así
como nació el día 25 de diciembre por lo que si, según algunos creen, en este
día tiene lugar el equinoccio de la primavera, o si en aquél creemos que se
verifica el solsticio del invierno, conviene que sea concebido y nazca con el
incremento de la luz Aquel que ilumina a todo hombre que viene a este mundo ( Jn
1,9). Mas si alguno objetare que los días crecen o son mayores que la noche
antes del tiempo del nacimiento y de la concepción de nuestro Señor, le
contestamos que San Juan anunciaba el reino de los cielos antes de su
advenimiento.
San Basilio
Los
espíritus celestiales no vienen a nosotros por sí mismos, sino cuando conviene
para nuestra utilidad, porque atienden al decoro de la divina sabiduría; de
donde sigue: "Fue enviado el ángel Gabriel".
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 34
A María
Virgen no se envía un ángel cualquiera, sino el arcángel San Gabriel. Procedía
que viniese un ángel de los primeros a anunciar los misterios. Se le designa
por su propio nombre, el cual muestra lo que vale en sus obras, pues el nombre
de Gabriel significa fortaleza de Dios 1.
Por la fortaleza de Dios había de ser anunciado el que, siendo Dios de las
virtudes y poderoso en la guerra para vencer en todas las batallas, venía a
destruir las potestades del infierno.
Glosa
Se indica,
pues, el lugar a donde se envía cuando se añade: "A la ciudad de
Nazaret". Porque nazareno, esto es, Santo de los Santos, era el que se
anunciaba que había de venir.
Beda, in homilia de Fest. Annunt
Digno
principio de la restauración humana ha sido que se enviare por Dios un Angel a
la Virgen, que había de ser consagrada con un parto divino. Porque la primera
causa de la perdición humana fue que la serpiente fuese enviada a la mujer por
el espíritu de la soberbia. De aquí se sigue, que el Angel fue enviado a una
virgen.
San Agustín, de sancta virginitate, 5
Sólo la
virginidad pudo decentemente dar a luz a Aquel que en su nacimiento no pudo
tener igual. Convenía, pues, que nuestro Redentor naciese, según la carne, de
una Virgen por medio de un milagro insigne para dar a entender que sus miembros
debían nacer de la Iglesia virgen, según el espíritu.
San Jerónimo
Con razón se
envía un ángel a la Virgen, porque la virginidad es afín de los ángeles. Y
ciertamente, vivir en carne fuera de la carne, no es una vida terrestre, sino
celestial.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, 4
No anuncia
el Angel a la Virgen después del parto, para que entonces no se turbe en
demasía, sino que le habla antes de la concepción. No en sueños, sino
presentándose de una manera visible. Porque como había de recibir una gran
revelación, necesitaba de una visión solemne antes del cumplimiento.
San Ambrosio
Dijo bien
ambas cosas la Sagrada Escritura: que sería desposada y Virgen. Prosigue, pues,
diciendo "desposada". Virgen, para que constase que desconocía la
unión marital. Desposada, para que quedase ilesa de la infamia de una
virginidad manchada, cuando su fecundidad pareciese signo de corrupción. Quiso
más bien el Señor que algunos dudasen de su nacimiento que de la pureza de su
Madre. Sabía que el honor de una Virgen es delicado y la reputación del pudor,
frágil. Y no estimó conveniente que la fe de su nacimiento se demostrase con
las injurias de su Madre. Se sigue también que, así como la Santísima Virgen
fue íntegra por su pudor, así su virginidad debió ser inviolable en la opinión.
No convenía dejar a las vírgenes que viven en mala reputación esa apariencia de
excusa, es decir, que la Madre misma del Señor pareciese difamada. ¿Qué se
hubiera podido reprochar a los judíos y a Herodes si hubiese parecido que
perseguían el fruto de un adulterio? ¿Cómo hubiera podido decir El mismo:
"No vine a destruir la ley, sino a cumplirla" ( Mt 5,17), si hubiese
parecido comenzar por una violación de la ley, que condena el parto de la que
no está casada? ¿Qué, por otra parte, da más fe a las palabras de la Virgen y
remueve todo pretexto de mentira? Madre, sin estar casada, hubiera querido
ocultar su falta con una mentira. Pero casada, no tenía motivo para mentir,
puesto que la fecundidad es el premio y la gracia de las bodas. Tampoco es
pequeña causa que la virginidad de María engañase al príncipe del mundo, el
cual, viéndola desposada con un hombre, nada pudo sospechar respecto de su
parto.
Orígenes
Si no
hubiese tenido esposo, aquel misterio hubiese dado que pensar al diablo,
respecto de cómo pudo quedar embarazada la que no había tenido trato con varón.
Esta concepción -diría- debe ser divina, debe ser algo superior a la naturaleza
humana.
San Ambrosio
Sin embargo,
engañó más a los diablos. Porque la malicia de los demonios descubre hasta las
cosas ocultas. Mas los que se ocupan en las vanidades del mundo no pueden
conocer las cosas divinas. Por eso Dios se sirve del marido -el testigo más
seguro del pudor- que hubiese podido quejarse de la injuria y vengar el
oprobio, si no conociese el misterio. Se dice de él: "Se llamaba José, de
la casa de David".
Beda, homil. de Annunt. Sup
Lo cual no
sólo se refiere a San José, sino también a la Virgen María. Estaba mandado por
la ley que cada uno tomase mujer de su propia tribu o familia. Prosigue el
mismo evangelista: "Y el nombre de la Virgen era María".
Beda
La palabra
María en hebreo quiere decir estrella del mar, y en siríaco Señora. Y con
razón, porque mereció llevar en sus entrañas al Señor del mundo y a la luz
constante de los siglos.
Notas
1. Gabriel: hombre de Dios o Dios se ha mostrado fuerte.
Y
habiendo entrado el Angel donde estaba María, le dijo: "Dios te salve,
llena de gracia, el Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres": Y
cuando ella esto oyó, se turbó con las palabras de él, y pensaba qué salutación
sería ésta. (vv. 28-29)
San Ambrosio
Conoce aquí
a la Virgen por sus costumbres. Sola en sus habitaciones, a quien ningún hombre
veía, sólo un ángel podía encontrarla. Por ello se dice: "Y habiendo
entrado el ángel a donde estaba María". Y para que no fuese manchada con
un coloquio indigno de ella, es saludada por el ángel.
San Gregorio Niseno, orat. in Christi Nativit
En
contraposición de la voz dirigida a la primera mujer, ahora se dirige la
palabra a la Virgen. En aquélla se castiga con los dolores del parto la causa
del pecado, en ésta se destierra la tristeza por medio del gozo. Así el ángel
anuncia con razón la alegría a la Virgen, diciendo: "Dios te salve".
Según otros comentaristas, el ángel atestigua que es digna de ser desposada
cuando dice: "Llena de gracia". Esta abundancia de gracias se muestra
al esposo como una dote o arras, de las cuales se dice: Estas son de la esposa,
aquéllas del esposo.
San Jerónimo
Y en verdad
que es llena de gracia, porque a los demás se distribuye con medida, pero en
María se derramó al mismo tiempo toda la plenitud de la gracia. Verdaderamente
es llena de gracia aquella por la cual toda criatura fue inundada con la lluvia
abundante del Espíritu Santo. Ya estaba con la Virgen quien le enviaba su ángel
y el Señor se anticipó a su enviado. No pudo ser contenido en un lugar, Aquel
que está en todas partes; de donde sigue: "El Señor es contigo".
San Agustín, en el serm. de Nativit. Dom. 4
Más que
contigo, El está en tu corazón, se forma en tu seno, llena tu espíritu, llena
tu vientre.
Griego
Este es el
complemento de toda la embajada: el Verbo de Dios como Esposo que se une de una
manera superior a la razón, como engendrando El mismo y siendo engendrado,
adaptó a sí mismo toda la naturaleza humana. Al final se pone como complemento
perfectísimo: "Bendita eres entre las mujeres", a saber, una sola
entre todas las mujeres. Para que también sean bendecidas en ti las mujeres
como los hombres serán bendecidos en tu Hijo, o más bien en los dos unos y
otros. Porque así como por medio de una mujer y un hombre entraron en el mundo
el pecado y la tristeza, así ahora por una mujer y por un hombre vuelven la
bendición y la alegría, y se derraman sobre todos.
San Ambrosio
Conoced a la
Virgen por la vergüenza, porque se turbó, pues sigue: "Y cuando ella esto
oyó, se turbó". Temblar es propio de las vírgenes, y el sobresaltarse
cuando se acerca un hombre y temer todo trato de los hombres. Aprended,
vírgenes, a evitar toda licencia de palabras. María se conturbaba hasta de la
salutación del ángel.
Griego
Como ella
estaba acostumbrada a aquella clase de apariciones, el Evangelista no atribuye
la turbación a lo que ve, sino a lo que oye, diciendo: "Se turbó con las
palabras de él". Considerad el pudor y la prudencia de la Virgen y su
alma, al mismo tiempo que su voz. Oída la alegre noticia, examinó lo que se le
había dicho y no resiste abiertamente por incredulidad, ni se somete al punto
por ligereza, evitando a la vez la ligereza de Eva y la resistencia de
Zacarías. Por esto continúa: "Y pensaba qué salutación sería ésta",
no la concepción. Porque todavía ignoraba la profundidad del misterio. ¿Mas la
salutación es por ventura libidinosa, como dirigida por un hombre a una Virgen?
¿Es divina, puesto que se hace mención de Dios, diciendo: "El Señor es
contigo"?
San Ambrosio
Admiraba
también la nueva fórmula de salutación, que nunca se había oído hasta entonces,
pues estaba reservada solamente para María.
Orígenes
Si María hubiese conocido que se había hecho una salutación semejante a algún otro -como que conocía perfectamente el concepto de la ley- nunca se hubiese asustado ante ésta como si fuese extranjera.