DÍA 9
NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN, PATRONA DE ESPAÑA
Por la señal…
Acto de contrición: ¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta Amén.
Oración inicial para todos los días
Dios te
salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen
singular, Virgen soberana y perfecta, elegida por Madre de Dios y
preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu
Concepción: así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por
ti, que por la gracia de Dios has sido elegida para ser Madre del nuevo
pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.
Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano.
Acordaos que
jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a
vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. No
me dejéis, pues, a mí tampoco, porque si me dejáis me perderé; que yo
tampoco quiero dejaros a vos, antes bien, cada día quiero crecer más en
vuestra verdadera devoción.
Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás
pecado mortal; la segunda, un gran aprecio de la virtud cristiana, y la
tercera, una buena muerte.
Además, dadme la gracia particular que os pido en esta novena. Hacer aquí la petición que se desea obtener.
A continuación se añade la oración propia para cada día y las oraciones finales con las tres avemarías.
Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como has concedido a la Santísima Virgen María la gracia de ir al cielo y de ser en él colocada en el primer lugar después de Ti, te suplicamos humildemente, por intercesión de María Inmaculada, nos concedas una buena muerte, que recibamos bien los últimos Sacramentos, que expiremos sin mancha ninguna de pecado en la conciencia y vayamos al cielo, para siempre gozar, en tu compañía y la de nuestra Madre, con todos los que se han salvado por ella.
ORACIONES FINALES
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Rezar tres Avemarías.
Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo mundo.
Oh Dios mío, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen, preparaste digna habitación a tu Hijo: te rogamos que, así como por la previsión de la muerte de tu Hijo libraste a ella de toda mancha, así a nosotros nos concedas por su intercesión llegar a ti limpios de pecado. Por el mismo Señor nuestro Jesucristo. Amén.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación del alma mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.