lunes, 5 de agosto de 2024

PETICIÓN SEXTA Y SÉPTIMA. MARTES DE LA DECIMOPRIMERA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


PETICIÓN SEXTA Y SÉPTIMA.

MARTES DE LA DECIMOPRIMERA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

MARTES DE LA DECIMOPRIMERA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

PETICIÓN SEXTA Y SÉPTIMA.

 

1.- Y no nos dejes caer en la tentación (1). Pediste se te borrasen las deudas contraídas; pides ahora no contraer otras de nuevo. Andas hombre frágil, entre enemigos poderosísimos, y continuamente eres tentado de tus concupiscencias. Tú por ti solo no eres bastante a resistir; pides socorro para eso. Examina cuales y cuan peligrosas son tus tentaciones, y piensa en los medios para vencerlas. No dudes de la gracia. Ésta no la niega Dios al que hace lo que está en sí. Pero repara en aquello: Al que hace lo que está en sí.

2.- No nos dejes caer. No pides no ser tentado, sino no ser vencido. Ser tentado ordinariamente aprovecha para el mérito, para la humillación, para confiar en Dios. Ser o no ser vencido en tu libertad está. Pero te burlas de Dios, pidiéndole te socorra, cuando libremente te metes en la tentación; no menos que el que se echase por su gusto en un río, y rogase a Dios que no se mojase. No oras, pues, a Dios seriamente, si no te abstraes de aquellas cosas que te llevan al consentimiento.

3.- Mas líbranos de mal (2). El que no especifica al­ guno, todo mal entiende, en cuanto es contrario a la salvación, o sea del cuerpo, o sea del alma. Aunque los corporales no son de suyo contrarios a ella, sino solo por tu fragilidad. Mira no hagas con tus obras contradicción a lo que pides, por tu pereza y tu tibieza. ¿Acaso quieres, y no quieres, perezoso? ¿Acaso lo estás dejando para mañana siempre, o finges imposibilidad, o acaso dices: El león anda por afuera (1), y te estás mano sobre mano?

 

(1) Matth., 6. (2) Ibid. (3) Prov., 22.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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