miércoles, 21 de agosto de 2024

DEFIENDE CRISTO A LA MAGDALENA. JUEVES DE LA DECIMOTERCERA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

DEFIENDE CRISTO A LA MAGDALENA.

JUEVES DE LA DECIMOTERCERA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

JUEVES DE LA DECIMOTERCERA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

DEFIENDE CRISTO A LA MAGDALENA.

 

1. El fariseo juzga dentro de sí diciendo: Si éste fuera profeta, supiera, a la verdad, quién y cuál es la mujer que le está tocando, que es una pecadora (1). ¡Cuántos errores comete en un juicio solo! 1º. Que Cristo no es profeta. 2º. Que Cristo ignora el estado de la Magdalena. 3º. Que la Magdalena ya contrita, aún era pecadora. 4º. Que debía Cristo arrojar de sí a tal mujer. 5º. Que el justo se hace inmundo, si un pecador le toca. Yerra el que temerariamente juzga a otro. Y, ¡cúan gravemente! Llámate a ti mismo a juicio. Sentirás mejor de otro cualquiera, si miras a Cristo en su persona.

2.- ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, no diste agua a mis pies; mas ésta, etc. Cayeron en el juicio del fariseo Cristo y la Magdalena. Toma la defensa de ésta; pero de sí, calla como la Magdalena también. Enmudece si alguno te murmura: Dios hablará por ti, porque es la misma verdad, no así como los hombres. Él ve lo que tú eres; no según el otro juzga. Teme de Éste el juicio, no el de los hombres.

3.- Se te perdonan tus pecados (2). ¡Que sentiría la Magdalena al oír estas palabras! ¡Qué consuelo! Pero aquel que depende de la caridad, porque amó mucho. ¡Oh, si mereciera yo también oír esto mismo! Mereciéralo por cierto, si mucho amase. Nota que Dios no escasamente, sino que intensamente debe ser amado; a lo menos lo ha de ser con amor apreciativo, de modo, que sea tenido en más que todas las cosas criadas. ¿Ámasle así por ventura? Pondera cuánto es el cuidado que de ti tienes; cuanto de lo que toca a Dios; cuanto es tu afecto a las criaturas, y para con Dios cuánto sea. No tienes que esperar perdón, si tú no dieres amor.

 

(1) Luc., 7. (2) Ibid.

 

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.