viernes, 23 de agosto de 2024

LA SEÑAL DE JONÁS, PROFETA. SÁBADO DE LA DECIMOTERCERA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.


 

LA SEÑAL DE JONÁS, PROFETA.

SÁBADO DE LA DECIMOTERCERA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

SÁBADO DE LA DECIMOTERCERA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

LA SEÑAL DE JONÁS, PROFETA.

 

1.- Maestro, queremos ver en ti alguna señal (1). ¡Qué descaro! Vieron resucitados los muertos, las enfermedades curadas, los ciegos y sordos con sus sentidos recuperados, y buscan señales; mas no para creer, sí para tentar. Así lo haces tú con Dios. Pides que se haga por sola su virtud, lo que no puede hacer en esta providencia ordinaria. Esto es, que entres en el reino de Dios, sin hacerte violencia; librarte de la tentación, sin que resistas; adquirir alguna virtud, sin que tú pongas los medios. Así, pues, tientas tú a Dios. Y ¿qué descaro tuyo no es este?

2.- No se le dará otra señal, más que la señal de Jonás profeta (2). Esta es la señal de su muerte. Para que sepas que así como convino que Cristo muriese padeciendo, y así por la violencia entrase en su reino (3); así tú no le lograrás sin hacerte fuerza. Es necesaria, pues, magnanimidad y resolución generosa. Y esto es en lo que tú, miserable, faltas. Advierte bien que tibias son tus resoluciones. Y ¿qué maravilla es que no se vea de ellas efecto alguno?

3.- Los ninivitas se levantarán en el juicio contra esta generación, y la condenarán (4). Porque los ninivitas, siendo bárbaros y gentiles, hicieron penitencia por la predicación de Jonás. Juzga que a ti, oh religioso, te dice: Levantáranse los seglares, y te confundirán; pues no recibieron en vano la gracia de Dios, cuando por su cooperación la hicieron eficaz. A ti se te dice, seglar católico a quien condenarán tantos gentiles, a quienes las mismas verdades hicieron muy fervorosos cristianos. ¿Y qué haces tú, negligente, de cualquier estado que seas? ¿Pides señales? ¿No es señal la gracia de la vocación? ¿El llamamiento al cristianismo? ¿No son señales tantas inspiraciones de Dios, tantos ejemplos, tantos avisos? etc.

 

(1) Matth., 12. (2) Matth., 12. (3) Luc., 24.

(4) Matth., 12.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.