lunes, 26 de agosto de 2024

CONSIDERACIÓN DE LA MISMA PARÁBOLA. MARTES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


CONSIDERACIÓN DE LA MISMA PARÁBOLA.

MARTES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

MARTES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

CONSIDERACIÓN DE LA MISMA PARÁBOLA.

 

1.- Otra cayó sobre la piedra, y después de nacer se secó, porque no tenía humedad (1). La tierra pedregosa es el alma endurecida con los malos hábitos, acostumbrada a vivir según la sensualidad; y por tanto no tiene sino un escaso jugo de devoción. Y por eso por mil propósitos que haga, las verdades que conoce no pueden echar en ella raíces, y con cualquier afecto de amor, temor, respeto humano, u otro cualquiera, se secan. Una alma tal empieza siempre, y en empezando lo deja todo. Si tal eres, dí ¿qué harás cuando venga el Padre de familia y busque en tu heredad el fruto? Concluye de esto cuanto debes aplicarte a mortificar tus malos hábitos.

2.- Otra cayó entre las espinas, y creciendo estas a un tiempo la sofocaron (2). La tierra espinosa es una alma entregada a negocios y llena de inútiles cuidados, en quien el cuidado de si, de Dios y de la eternidad tiene el lugar postrero; que conoce bien las verdades sobrenaturales, mas por otros cuidados, v. gr., del estudio, del oficio, no toma tiempo para practicarlas. ¡Infeliz alma, en quien se sofoca el espíritu de Dios! ¡a quién el estudio, el nimio apego, sin necesidad, al trato con los prójimos; * y en todo cristiano los negocios, el ahínco de tener y agenciar la vanidad del mundo, etc., hurtan el tiempo que se debía emplear con Dios! Entiende como debas moderar otros cualesquiera cuidados.

3.- Otra cayó en la buena tierra, y habiendo nacido, dio fruto (3). Añade san Mateo (4): Una ciento, otra sesenta, otra treinta por uno. Esta es la buena y más excelente alma, opuesta a las tres primeras; porque oye la palabra de Dios con gusto; porque la entiende, ponderándola, y practicándola, da el fruto en paciencia o constancia, venciendo las dificultades. Tal debes ser tú, tierra la más excelente y fértil, a quien no se le pase y pierda la menor partecita de bien, que no emplee con todas sus fuerzas en la virtud para agradar a Dios. Ni debes contentarte con dar fruto de treinta, has de anhelar el de ciento. Esto es, a mayor, y siempre mayor gloria de Dios.

 

(1) Luc., 8. (2) Ibid. (3) Luc., 8. (4) Matth., 13.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.