miércoles, 7 de agosto de 2024

DÍA 8. PRIMERA Y SEGUNDA PRERROGATIVAS DEL CORAZÓN CORPORAL DE LA SANTA VIRGEN DIGNAS DE PARTICULAR VENERACIÓN MES EN HONOR DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

 


DÍA 8.

PRIMERA Y SEGUNDA PRERROGATIVAS DEL CORAZÓN CORPORAL DE LA SANTA VIRGEN DIGNAS DE PARTICULAR VENERACIÓN

MES EN HONOR DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

CON SAN JUAN EUDES

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

 

Oración inicial inspirada en la de san Juan Eudes

Oh Jesús, Hijo único de Dios, Hijo único de María, quiero conocer y amar más y mejor el Corazón Inmaculado de tu Madre, obra que sobrepasa infinitamente mi capacidad. La he emprendido por tu amor y por el amor de tu dignísima Madre, apoyado en la confianza que tengo en el Hijo y en la caridad de la Madre. Tú sabes, Salvador mío, que solo pretendo agradarte y rendir a ti y a tu divina Madre un pequeño tributo de gratitud por las misericordias que he recibido de tu Corazón paternal, por intermediación de su benignísimo Corazón. Ves igualmente que de mí mismo solo soy un abismo de indignidad, de incapacidad, de tinieblas, de ignorancia y de pecado. Por ello, renuncio de todo corazón a todo lo mío; me doy a tu divino espíritu y a tu santa luz; me entrego al amor inmenso que profesas a tu amadísima Madre; me doy al celo ardentísimo que tienes por su gloria y su honor. Toma posesión de mi entendimiento y anímalo; ilumina mis tinieblas; enciende mi corazón; conduce mis obras; bendice mi trabajo y que te plazca servirte de él para el acrecentamiento de tu gloria y del honor de tu bendita Madre; imprime finalmente en los corazones de los hombres la verdadera devoción al amabilísimo e inmaculado Corazón de María.

 

Se meditan los textos dispuestos para cada día.

DÍA 8.

PRIMERA Y SEGUNDA PRERROGATIVAS DEL CORAZÓN CORPORAL DE LA SANTA VIRGEN DIGNAS DE PARTICULAR VENERACIÓN

De libro El Corazón Admirable de la Madre de Dios de san Juan Eudes.

 

Cinco prerrogativas del Corazón corporal de nuestra Madre admirable que la hacen digna de veneración de los ángeles y de los hombres;

La primera consiste en que es el principio de la vida de esta Madre divina. Es principio de todas las funciones de su vida corporal y sensible, vida del todo santa en sí misma y en sus usos. De la vida de aquella que dio nacimiento al Hijo de Dios; de la vida de la Reina del cielo y de la tierra; de la vida de la mujer por quien Dios dio la vida a todos los hijos de Adán, sumidos en el abismo de la muerte eterna; de vida tan noble, digna y santa, la más preciosa a los ojos de Dios que todas las vidas de los hombres y de los ángeles.

La segunda prerrogativa de esta santo Corazón es que preparó y dio la sangre virginal de la que el sagrado cuerpo del Hombre-Dios fue formado en las entrañas de su preciosa Madre. Observa, por favor, que no digo que Nuestro Señor Jesús haya sido formado, al encarnarse, en el Corazón de su Madre. Es un error mencionado por el cardenal Cayetano, como surgido en su tiempo, y que fue muy pronto condenado y sofocado como perniciosa herejía, directamente contraria a las palabras del ángel: Concebirás en tu vientre (Lc 1, 31). Esta opinión destruía la divina maternidad de nuestra Reina pues si ella no hubiera concebido al Hijo de Dios en su vientre virginal no sería verdaderamente su Madre. Lo que afirmo es que su Corazón preparó y proporcionó la sangre de que fue formado su cuerpo.

Así lo piensan varios conocidos doctores al decir que inicialmente la bienaventurada Virgen se turbó y fue sobrecogida de temor por las alabanzas pronunciadas por el ángel al saludarla. La sangre, como de ordinario sucede en estas ocasiones, afluyó de inmediato abundante al Corazón para fortalecerla. En seguida, san Gabriel la tranquilizó diciéndole las maravillas que Dios quería hacer en ella. Su Corazón se llenó entones de tanta alegría, que abriéndose y dilatándose como hermosa rosa, brotó sangre que corrió a sus benditas entrañas de las que el Espíritu Santo se sirvió para formar el sagrado cuerpo del Salvador y la unió con la sangre virginal de esas mismas entrañas, apta para el cumplimiento del misterio de la encarnación.

Para mejor inteligencia de esto observa, en primer lugar, que los santos Padres, incluso del sexto Concilio general de Constantinopla, aseguran que la materia que la bienaventurada Virgen dio para formar un cuerpo al Verbo eterno fue su purísima sangre.

En segundo lugar, toda la sangre del cuerpo humano pasa por el corazón, que en él recibe su perfección, que no tiene ningún uso y no es apta para el alimento del cuerpo ni para la generación y la conservación de la vida, ni para ninguna otra función, sino después de haber recibido su última perfección en el corazón.

Así lo explica Carthagena diciendo que el Espíritu Santo, habiendo tomado una pequeña cantidad de la purísima sangre de la bienaventurada Virgen, que brotó o que estaba todavía en el interior de su santísimo Corazón, y habiéndola unido a la sangre virginal de sus benditas entrañas, apropiada para la realización del misterio de la encarnación, se sirvió de ella para la formación del cuerpo adorable del Niño-Dios.

Todo lo que se ve en el orden de la naturaleza no es más que una sombra y un bosquejo de lo que pasa en el orden de la gracia. Así encuentro una pequeña maravilla en el mundo de lo visible y natural que en algún modo nos representa este gran milagro del mundo invisible y sobrenatural de que trato. Según el príncipe de la filosofía natural, y de otros autores, hay un pájaro maravilloso en Arabia, conocido como avis regia, “ave real”, que no produce sus polluelos a la manera común de las demás aves sino de forma extraordinaria. Su corazón envía una porción de su sangre a la parte del cuerpo donde los demás pájaros forman sus huevos. Allí, por el calor natural y en virtud de los rayos del sol, concibe y produce otro pajarito real.

¿No te parece, que ese prodigioso pájaro es una graciosa figura de la Madre del Rey de reyes? Se llama pájaro real, y en esta Princesa del Cielo nada hay que no sea real. Este pájaro concibe su fruto de manera virginal, así como María es Virgen y Madre al tiempo. El Ave real forma su polluelo con sangre de su corazón, así la Reina de los ángeles produce al Monarca del universo con la purísima sangre de su Corazón. Esa ave real concibe sus polluelos por virtud del sol, y la Reina de las vírgenes produce por virtud del Espíritu Santo un Hijo que es el Padre de su Madre.

Oh Jesús, Hijo de María, oh Dios de mi corazón, el amor incomprensible de tu Padre eterno te hizo salir del seno de tu Padre para venir al seno de tu Madre y al seno de nuestras almas. Por virtud del amor personal, el Espíritu Santo, fuiste formado en las entrañas virginales. Convenía por consiguiente, Dios de amor, que la materia de que fue formado tu cuerpo santo, fuera tomada del Corazón, inflamado en caridad de la Madre de amor, para que fueras en verdad el fruto del vientre y del corazón de tu Madre como eres el fruto del seno de tu Padre, bendito sea él por siempre, alabado y glorificado contigo y con el Espíritu Santo.

 

Jaculatoria: Oh Inmaculado Corazón de María, inflama mi corazón en el amor a Dios.

 

Propósito: Hacer alguna oración o acto en favor de la vida en contra de la ley terrible del aborto.

 

PARA FINALIZAR

Unidos al Ángel de la Paz, a los santos pastorcitos de Fátima, Francisco y Jacinta, a las almas humildes y reparadoras, digamos:

 

Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo.

Os pido perdón por los que no creen, no adoran,

no esperan y no os aman. (3 veces)

***

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,

os adoro profundamente

y os ofrezco

el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad

de Nuestro Señor Jesucristo,

presente en todos los sagrarios de la tierra,

en reparación de los ultrajes,

sacrilegios e indiferencias

con que El mismo es ofendido.

Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón

y del Corazón Inmaculado de María,

os pido la conversión de los pobres pecadores.

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

San Juan Eudes y todos los santos amantes de los Sagrados Corazones, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.