domingo, 4 de agosto de 2024

CUARTA Y QUINTA PETICIÓN. LUNES DE LA DECIMOPRIMERA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.


 

CUARTA Y QUINTA PETICIÓN.

LUNES DE LA DECIMOPRIMERA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

LUNES DE LA DECIMOPRIMERA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

CUARTA Y QUINTA PETICIÓN.

 

1.- El pan nuestro sobresustancial dánosle hoy (1). Pides como mendigo delante de las puertas de la divina gracia el sustento para el cuerpo y para el alma. Para el cuerpo, a la verdad, solo pan, no ostentación, no regalos; porque: Teniendo con que mantenernos, con eso estamos contentos (2). Si así pides, te contentarás con un sustento ordinario, y ese parco. Si lo lograres peor, juzgarás que eres mendigo de Dios, que lo recibes de su mano. Mas para el alma pides, o la palabra de Dios, de que vive el hombre, o la santísima Eucaristía, la que, aunque hoy no la recibas, la pides también hoy por la comunión espiritual, con que la participas. Vive, pues, de suerte, que cada día merezcas recibirla.

2.- Y perdónanos nuestras deudas (3). ¿Cuántas de deudas has contraído? 1º. Todo lo que eres se lo debes a Él, de quien todo lo tienes, dice san Bernardo. 2º. Los talentos de naturaleza y gracia a Dios se los debes. ¡Qué ingrato eres, si usas o abusas de ellos para ofenderle, cuando te los dio para amarle! 3º. Los pecados, que son una deuda enorme que nunca podrás pagar, sino que sea con el caudal de los méritos de Jesucristo. Reconócete pecador para humillarte; concibe a Dios misericordioso, para alentarte a confianza. Pero, pues pides para hoy, no quieras hoy contraer más deudas.

3.- Así como nosotros perdonamos a nuestros deudores (4). Esta es condición. Pides que no se te perdonen las deudas propias, si tu no perdonas las ajenas. Porque si perdonareis a los hombres, os perdonará a vosotros vuestro Padre. Mira la bondad de Dios. En tu mano pone el juicio que se ha de hacer de ti, dice san Juan Crisóstomo. Pero Dios perdona al punto que es rogado; previene al que le ruega con la gracia excitante; perdona plenamente todas cuantas veces es rogado. ¿Perdonas tú también de este modo? ¿Por ventura luego al punto? ¿Se pone o no el sol sobre tu ira? ¿Acaso le previenes en hablarle? ¿O dices por ventura, que no estás obligado a eso? ¿Acaso le perdonas tantas cuantas veces te ofende? ¿O dices, no una sola, sino muchas veces me hizo esto? ¿Perdonas plenamente, o dices, no le aborrezco, pero no quiero tratarle más?

 

(1) Matth., 6. (2) I Tim., 6. (3) Matth.; 6. (4) Ibid.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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