lunes, 19 de agosto de 2024

SAN JUAN ES ALABADO DE CRISTO. MARTES DE LA DECIMOTERCERA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


SAN JUAN ES ALABADO DE CRISTO.

MARTES DE LA DECIMOTERCERA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

MARTES DE LA DECIMOTERCERA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

SAN JUAN ES ALABADO DE CRISTO.

 

1.- ¿Que habéis salido a ver al desierto? ¿Una caña movida del viento? ¿Un hombre vestido delicadamente (1)? Con ocasión de la pregunta que se le hizo, podían presumir las turbas que san Juan que había predicado a Cristo por Mesías, había mudado ya de parecer, o que a lo menos dudaba si lo era. Alábale, pues, por la constancia de su sentir; que no es mudable como la caña, que a una y otra parte se inclina. También le ensalza por la aspereza de su educación, que no conduce poco para mantener la firmeza del ánimo. Carea con ésta tu inconstancia. Ya te animas y resuelves, empiezas a domar tus pasiones; pero desistes luego. Propones hacer obras grandes; mas al tiempo del obrar las omites. Te apartaste de las criaturas; pero luego te vuelves a ellas. Duélete de esta tu inconstancia y enmiéndate.

2.- También os digo a vosotros, que es más que profeta; porque él es aquel de quien está escrito: Mira que yo envío delante de ti a mi ángel (2). Mas que profeta; porque no tanto profetizó a Cristo, sino que le mostró. Ángel, por el oficio de precursor, perfectamente administrado. Así no le alaba Cristo por siervo fiel, sino por el oficio y sus obras. Y esto es alabar verdaderamente. No es más digno de alabanza el que tiene oficio más lustroso, sino el que cumple mejor con el que tiene. ¿Qué tienes tú con los oficios ajenos? Cuida de cumplir bien con aquel que te encarga la obediencia. ¿Procuras hacerlo con perfección? Mira en lo que faltas. Y sé tan fiel en hacerlo, cuanto quieres y deseas ser alabado de Dios.

3.- Entre los nacidos de mujeres ninguno nació mayor que Juan Bautista (3). ¡Incomparable alabanza de san Juan! pero de que él se hizo digno. No puede Dios alabar sino lo que es digno de alabanza. Mas el que tú lo seas, lo hace así Dios; pero no sin ti. Gustarías mucho de ser alabado de Cristo: puedes alcanzarlo, si imitas a san Juan en la constancia del ánimo, en la aspereza de la vida, o en la mortificación de ti mismo, en el celo de glorificar a Cristo, y en sus angélicas costumbres.

 

(1) Matth., 11. (2) Ibid. (3) Matth., 11.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.