jueves, 29 de agosto de 2024

PARÁBOLA DEL TESORO, DE LA MARGARITA Y DE LA RED VIERNES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


PARÁBOLA DEL TESORO,

DE LA MARGARITA Y DE LA RED

VIERNES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

VIERNES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

PARÁBOLA DEL TESORO,

DE LA MARGARITA Y DE LA RED

 

1.- Es semejante el reino de los cielos a un tesoro escondido (1). Esto es la perfección religiosa por la abundancia de gracias; pero escondido a los ojos de los imperfectos y del mundo que no le estiman. El que le halló, le esconde. ¿No le buscas para hallarle? Por el gozo que tiene de él va. ¿No tienes puesto tu gozo en las cosas que tocan a la perfección, mas aún le tienes en las vanidades y sensuales contentos? Vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. ¿No lo dejas todo? ¿Aún estas pegado a ti .Y a las criaturas por tu amor propio? Y ¿qué hallarás finalmente en tus manos?

2.- Es semejante el reino de los cielos a un hombre negociante que busca buenas margaritas (2). Negociante eres, a quien dijo Dios: Negociad mientras vengo (3). ¿Pero cuál? ¿Buscas los intereses del mundo, o las margaritas del cielo? Margarita la más preciosa es la caridad de Dios o la unión con El. ¿Qué haces para alcanzar está? El de la parábola se fue y vendió todo lo que tenía. Necesario es te vayas de ti mismo: se ha de arrancar el afecto de las cosas criadas, que estorban el perfecto amor. ¡Que poco has hecho hasta aquí! Por eso esta frio tu corazón. ¡Oh si a lo menos lo haces desde ahora!

3.- Es semejante el reino de los cielos a la red que se echa en el mar, y junta todo género de peces (4). Esta red es cualquiera cristiana y religiosa Congregación, en la cual coge Dios los buenos, y los malos, o los religiosos tibios, en el golfo de este mundo. Y también es la santa Iglesia o la fe, en donde entran buenos y malos. En la red estás, o católico, no te lisonjees: no por eso eres bueno ni estas seguro; sino que debes asegurarte por tu conato y fervor. Haz esto con tiempo, porque insensiblemente se va sacando la red a la ribera de la eternidad. Los buenos serán escogidos y recogidos: los malos serán arrojados fuera (5). Procura hacerte digno de la suerte más feliz.

 

(1) Ibid. (2) Ibid. (3) Luc., 19. (4) Matth., 13. (5) Ibid.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.