martes, 20 de agosto de 2024

LA CONVERSIÓN DE LA MAGDALENA. MIÉRCOLES DE LA DECIMOTERCERA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.



 

LA CONVERSIÓN DE LA MAGDALENA.

MIÉRCOLES DE LA DECIMOTERCERA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

MIÉRCOLES DE LA DECIMOTERCERA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

LA CONVERSIÓN DE LA MAGDALENA.

 

1.- Una mujer, que era pecadora en la ciudad, luego que supo que Jesús se sentó a la mesa del fariseo, trajo el alabastro del ungüento (1). Era la Magdalena por su licenciosa vida el escándalo de la ciudad. Dios, que no quiere la muerte del pecador, la movió interiormente. Así ama aquella Bondad aún cuando es ofendida. Luego que conoció a Dios por la fe, a sí y sus pecados por la ilustración, y la ocasión oportuna por la prudencia, sin dilación acude a Él, sin respeto de ser en casa ajena y a la presencia de tantos hombres en un convite. ¡Cuántas cosas te enseña en esto! Ejercitar a menudo la fe, conocerte a ti, aprovechar la ocasión del bien, tomar generosas resoluciones, no atender a los respetos humanos cuando se trata del negocio de tu salud.  ¡Oh si hasta aquí observarás todo esto!

2.- Y poniéndose por detrás cerca de sus pies, empezó a regalarlos con sus lágrimas y limpiarlos con los cabellos de su cabeza, etc. (2). Por detrás. Por la confusión humilde rehúsa la vista de Jesucristo; mas no hace caso, ni se le da por los convidados. Pero tú, si padeces confusión, huyes de que te vean los hombres. ¡Tal es tu soberbia! ¡Qué amor fue aquel tan grande, y que dolor, que sacaron tanta copia de lágrimas, que pudieron lavar los pies de Cristo! ¡Qué escaso es, pues, tu amor y tu dolor, que no te hacen arrojar una lágrima sola! Pero mira que le enciendas con el motivo de tan gran bondad de Dios.

3.- Y besaba sus pies, y los ungía con el ungüento (3). Todos los instrumentos del pecado los convirtió en obsequio del Señor. ¡Oh si tú también: Lo que te concediste con torpeza, ya lo ofrezcas a Dios con alabanza, y cuantos fueron los deleites que te diste, hagas ya de ti otros tantos holocaustos, como dice san Gregorio (4)! Pero Cristo entre tanto estaba limpiando el alma de la Magdalena; apagaba en ella el amor de las criaturas, etc. Con semejante amor has de derramar tu tan gran copia de lágrimas, que se llegue a apagar en ti el de las criaturas y tu amor propio.

 

(1) Luc., 7 (2) Luc., 7 (3) Ibid. (4) Hom. 33.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.