sábado, 24 de agosto de 2024

QUIÉNES SEAN LA MADRE Y LOS HERMANOS DE JESÚS. DOMINGO XIV DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


QUIÉNES SEAN LA MADRE Y

 LOS HERMANOS DE JESÚS.

DOMINGO XIV DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

DOMINGO XIV DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

QUIÉNES SEAN LA MADRE Y

 LOS HERMANOS DE JESÚS.

 

1.- Mira que tu Madre y tus hermanos están afuera buscándote (1). San Jerónimo dice aquí, que esto se lo dijeron a Cristo, para ponerle asechanzas, para ver si prefería la obra espiritual a la carne y a la sangre, o a los suyos. Mas el Señor, como indignado, responde: ¿Quién es mi madre, y quiénes mis hermanos? Como si dijera: Cuando se hace la causa de Dios nada tengo con mi madre. ¿Te desnudaste tú de todo afecto de carne? ¿No te mueve algo la sangre en perjuicio de Dios? Guárdate no se te diga aquello: El que ama a su padre y a su madre más que a Mí, no es digno de Mí (2).

2.- Y extendiendo la mano hacia sus Discípulos, dijo: Mirad mi madre y mis hermanos (3). San Gregorio, explicando esto (4), dice: El que creyendo es hermano y hermana de Cristo, se hace su madre, predicando, cuando por medio de su voz se engendra el amor de Cristo en el alma de su prójimo. Repara la dignidad de los varones apostólicos, quienes por un modo espiritual se hacen madre de Cristo, predicando, convirtiendo, encendiendo a otros en el fuego del amor de Dios. Enciende en ti (cualquiera que seas) el celo apostólico, *moviendo a otros a la virtud y amor de Dios, con las palabras, con el ejemplo, etc., para que goces de esta dignidad.

3.- Cualquiera que hiciere la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre (5). Quiere decir Jesucristo, que tiene un espiritual parentesco con los que hacen la voluntad de su Padre; Pues, como dice san Juan Crisóstomo (6): La única, sola y verdadera correlación de consanguinidad, y estrechez con Cristo, es hacer la voluntad de Dios, a que se sigue el amor más tierno. Pondera el precio de la obediencia. El superior es vicario de Dios, que le gobierna. Si te manda alguna cosa, no la rehuses. Y esto sea sólo lo que te mueva: Serás amado de Cristo.

 

(1) Matth., 12. (2) Matth., 10. (3) Matth., 12.

(4) Hom. 3 in Evang. (5) Matth., 12.

(6) Hom., 45 in Matth.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.