lunes, 25 de agosto de 2025

26. CORAZÓN DE MARIA, REINA DE LA IGLESIA MILITANTE. MES DEL INMACULADO CORAZÓN

DÍA VIGÉSIMO SEXTO

Corazón de María, Reina de la Iglesia militante

 

MES DE AGOSTO

CONSAGRADO

AL PURÍSIMO E INMACULLADO

CORAZÓN DE MARÍA

 

 

PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS.

 

Por la señal... etc.

 

Acto de contrición. - Señor mío Jesucristo...

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

¡Dulcísimo e inmaculado Corazón de María! Lleno de filial ternura y confianza comparezco ante vuestra soberana presencia a rendiros Jos sinceros homenajes de mí pobre corazón y a pediros remedio para mis necesidades y gracia para conseguir mi eterna salvación. ¿Dónde hallaré amparo más seguro, voluntad más decidida para socorrerme que en la amantísima Madre de los pecadores; que los amó hasta entregar por ellos a la muerte a su Santísimo Hijo y Salvador? ¿Quién acudió jamás a este piadoso Corazón que no fuese favorablemente acogido? Oíd, Madre mía, las súplicas que durante este mes logre dirigiros. Dad luz a mi entendimiento para conocer vuestras excelencias y prerrogativas; moved mi voluntad para seguir vuestros ejemplos é imitar vuestras virtudes, prended en mi corazón una centella siquiera del amoroso incendio con que se consumió el vuestro de caridad con Dios y con los hombres, y concededme aquella devoción hacia Vos que es prenda segura de salvación. Amén.

 

Se lee y medita lo propio de cada día del mes.

 

DÍA VIGÉSIMO SEXTO

MEDITACIÓN
Corazón de María, Reina de la Iglesia militante

 

El Corazón de María es el Corazón de la Iglesia militante, no sólo porque instruyó a los Apóstoles y crio a sus pechos en el Cenáculo a la pequeña grey de los fieles, sino porque también ahora, y durante el curso de los siglos, la ha defendido contra sus enemigos, amparado en sus luchas y contratiempos y fortalecido suministrándole oportunas armas y guerreros. María ha sido siempre terrible a los enemigos de la Iglesia, como escuadrón formado en orden de batalla, debeladora de todas las herejías, la que ha conculcado la cabeza del dragón infernal y arrollado el poder de los reyes y revoluciones que se levantaron contra la obra de Dios y quisieron esclavizarla. María ha sido Madre y fundadora de las Órdenes religiosas, cuerpos de ejército reclutados oportunamente y enviados de socorro para renovar el espíritu de los pueblos, y ayudar a los vigilantes pastores de la grey cristiana, y desbaratar las falanges enemigas. María ha sido la que de tiempo en tiempo, con sus maravillosas apariciones y numerosos milagros, ha mostrado su directa intervención en los azares de la lucha, promovido fervorosas peregrinaciones y dado la victoria a las huestes guerreras de la cruz. Dijo el Señor a Santa Matilde: El Corazón de mi querida Madre siempre estuvo solícito del bien de la Iglesia, rogando de continuo por su prosperidad y alcanzándole nuevas gracias y dones. Maria heri et hodie, ipsa et in secula. María es la misma ayer, hoy y siempre. Como ha sucedido hasta aquí, sucederá en adelante hasta la consumación de los siglos. Como María ha protegido a la Iglesia en el tiempo pasado, la protegerá en el tiempo venidero, porque no se ha disminuido un ápice ni su poder ni su bondad. El tiempo presente es tiempo de lucha: los esforzados arrebatarán la victoria.

 

¡Oh Corazón fortísimo de María! Dame valor y confianza. Sin ti nada puedo; pero contigo, aunque rujan y se levanten escuadrones de enemigos, no temerá mi corazón.

 

 

 

 

PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS.

 

ASPIRACIONES

¡Corazón lucidísimo de María! Alumbradme.

¡Corazón purísimo de María! Limpiadme.

¡Corazón hermosísimo de María! Atraedme.

¡Corazón amorosísimo de María! Encendedme.

¡Corazón dulcísimo de María! Pacificadme.

¡Corazón afligidísimo de María! Compungidme.

¡Corazón fortísimo de María! Alentadme.

¡Corazón poderosísimo de María! Protegedme.

¡Corazón santísimo de María! En la hora tremenda de mi muerte y juicio, defendedme y mandadme ir a Vos.

Dulce Corazón de María, sed mi salvación.

 

ACTO DE REPARACIÓN ENSEÑANDO POR EL ÁNGEL DE LA PAZ A LOS PASTORCITOS DE FÁTIMA

 

Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,

Os adoro profundamente y Os ofrezco

el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma

y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,

presente en todos los sagrarios de la tierra,

en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias

con que Él mismo es ofendido

y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón

y del Corazón Inmaculado de María,

os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Bajo vuestra protección nos acogemos,

santa Madre de Dios; no desechéis nuestras súplicas ni os olvidéis de nuestras necesidades, sino libradnos siempre de todo peligro, Virgen gloriosa y Madre nuestra. Amén.

 

“Corazón Inmaculado de María,

rogad por nosotros.”

100 días de indulgencia cada vez, Pío IX

 

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

 

Indulgencias en la devoción al Inmaculado Corazón de María en el mes de agosto.

A los fieles que, en cualquier día del mes de agosto, rezan algunas preces o practican algún otro ejercicio de piedad en honor del Inmaculado Corazón de María, se les concede: indulgencia de cinco años, una vez.

A los que practican el mismo ejercicio durante todo el referido mes, se les concede indulgencia plenaria en las condiciones de costumbre: confesión, comunión y oración por las intenciones del Santo Padre. (S.C. del S. Oficio, 13 de marzo de 1913; S. Penitenciaría Apostólica, 2 de junio de 1935).

 

26 DE AGOSTO. SAN VÍCTOR O VITORES SOLITARIO Y MÁRTIR (SIGLO IX)

 


26 DE AGOSTO

SAN VÍCTOR O VITORES

SOLITARIO Y MÁRTIR (SIGLO IX)

¡LINDA flor de la tierra burgalesa! Santo de códice miniado, de áurea leyenda. Es un hombre de su tiempo —tiempo de reconquista espiritual y territorial—; un hombre de acción y contemplación, que piensa en el cielo y en la tierra. Vibra en él el alma de Castilla. Su nombre marca su destino: ¡Víctor!, ¡Vencedor!...

El pueblo de Cerezo —en la Bureba— donde florece, es en el siglo IX una importante villa de sesenta mil habitantes. Se llama Cerasia. Aquí, lo mismo que en el resto de España, halla la vesánica persecución de Abderramán II ancho campo para su odio y crueldad.

La Gracia y la naturaleza han adornado a Víctor de bellas condiciones, que la paterna educación cultiva y el estudio realza. Su juventud es sencilla, pura, estudiosa, pródiga en dádivas de amor al prójimo y en lecciones prácticas de virtud cristiana. Pronto sube las gradas del altar, y entonces el joven modelo se convierte en sacerdote santo, en predicador infatigable, en apóstol de fuego, en inflexible asceta, que no come carne, que duerme sobre una losa, que no lleva lino a raíz de su cuerpo, que trabaja sin reposo, que se muestra incorruptible a la adulación y a la alabanza, y a quien la violencia no. doblega, porque no conoce otro camino que el de su deber, el de la ley de Dios.

Pero como aún no está satisfecho de sí mismo y siente ansias del aura acendrada de la soledad, un día se hace anacoreta. Víctor reproduce en Oña la vida de los solitarios de la Tebaida y Egipto. Todavía se conserva la cueva donde cumplió su programa de perfección espiritual: testigo mudo de sus increíbles penitencias, de sus oraciones interminables, de sus sublimes contemplaciones...

Media el siglo IX. Abderramán II, en sus nuevas conquistas por el Norte de España, ha puesto sitio a Cerasia. La Plaza resiste denodadamente largo tiempo; más, al fin, hambrienta y apestada, va a sucumbir al filo de los alfanjes de Gaza Mahomed. Los cerezanos acuden confiados a Nuestra Señora de las Batallas, y con rogativas y penitencias hacen violencia al Cielo.

La respuesta llegó en forma maravillosa. Un ángel se apareció al solitario de Oña y le dijo de parte de Dios:

— ¡Paz a ti, Víctor! He aquí el mensaje que el Señor te envía: Cerasia, tu ciudad, sitiada por los mahometanos, está a punto de capitular. Date prisa a ir allá, pues Dios quiere que seas tú su libertador.

El Santo ha penetrado misteriosamente en la Ciudad. Su paso por las calles provoca una reacción violenta, milagrosa, y Gaza levanta el sitio. ¡Víctor —¡qué intrepidez tan española!— lleva su osadía hasta infiltrarse en el real enemigo y predicar a Cristo. Después, avisado por celeste voz, corre al peñón de las siete fenestras y libra milagrosamente de los sarracenos a las santas mujeres allí dedicadas al culto divino. Y todavía se atreve a volver al campamento agareno para proseguir su predicación. Su figura ascética, su voz arrebatadora y sus milagros, llenan de asombro a la morisma. Musulmanes y muladíes se convierten en crecido número. Pero los oficiales se alarman y, temiendo por sus vidas, dan orden de detenerle y llevarle a la presencia del jeque. Gaza Mahomed; enfermo de gota, se siente curado tan pronto como Víctor penetra en su tienda. Agradecido, ofrece a su bienhechor honores y riquezas; y recibe de él esta respuesta audaz:

— Los que servimos a Jesucristo no pretendemos otra recompensa que la eterna, a la cual no podéis aspirar vosotros, mientras no renunciéis a la doctrina del falso profeta Mahoma.

— ¿Cómo te atreves a decir eso en mi presencia, perro cristiano? — replica Gaza iracundo, herido en su fanatismo.

— Confieso a la Santa Trinidad de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

— ¿Por qué no te conviertes a Mahoma y adoras a Alah?

— Porque ese es el camino más recto para ir al infierno.

— ¡Blasfemo!, lavarás esta afrenta con tu sangre...

Las viejas crónicas hacen un relato emocionante del martirio de San Víctor, que no podemos reproducir aquí. Lo encierran en lóbrega mazmorra, donde sufre toda clase de privaciones, burlas y tormentos. Su presencia es luz que ilumina a cuantos le rodean. Su mansedumbre y fortaleza angélicas convierten a los verdugos. Entonces el jeque, enfurecido, manda degollarlos a todos. Víctor —temple de Castilla indómita—, a fuer de última gracia, hace una petición extraña, desconcertante: que le crucifiquen antes de decapitarle. Acceden asombrados. Tres días permanece en la cruz, predicando a Cristo y convirtiendo moros a la Fe. Al fin, es desclavado y materialmente arrastrado hasta Quintanilla de las Dueñas, donde un golpe de cimitarra le abre el cielo. Las crónicas narran grandes maravillas obradas por Dios en el lugar de su martirio, en Cubillas y en el santuario de San Víctor, cerca de Fresno de Riotirón. La más portentosa —y un poco macabra— es la que dice que el santo cuerpo del Mártir, ya tronco, se dirigió por su propio pie a Cerezo, llevando la cercenada cabeza en sus manos.

Víctor —¡Vencedor!— ganaba también batallas después de muerto. Su ejemplo iba a ser levadura milagrosa de nuestro sano espíritu de independencia frente a toda opresión de la conciencia racial y católica española. ¡Que no en vano había nacido en el corazón de España!...

 

domingo, 24 de agosto de 2025

25. CORAZÓN DE MARÍA, REINA DEL PURGATORIO. MES DEL INMACULADO CORAZÓN

DÍA VIGÉSIMO QUINTO

Corazón de María, Reina del Purgatorio

 

MES DE AGOSTO

CONSAGRADO

AL PURÍSIMO E INMACULLADO

CORAZÓN DE MARÍA

 

 

PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS.

 

Por la señal... etc.

 

Acto de contrición. - Señor mío Jesucristo...

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

¡Dulcísimo e inmaculado Corazón de María! Lleno de filial ternura y confianza comparezco ante vuestra soberana presencia a rendiros Jos sinceros homenajes de mí pobre corazón y a pediros remedio para mis necesidades y gracia para conseguir mi eterna salvación. ¿Dónde hallaré amparo más seguro, voluntad más decidida para socorrerme que en la amantísima Madre de los pecadores; que los amó hasta entregar por ellos a la muerte a su Santísimo Hijo y Salvador? ¿Quién acudió jamás a este piadoso Corazón que no fuese favorablemente acogido? Oíd, Madre mía, las súplicas que durante este mes logre dirigiros. Dad luz a mi entendimiento para conocer vuestras excelencias y prerrogativas; moved mi voluntad para seguir vuestros ejemplos é imitar vuestras virtudes, prended en mi corazón una centella siquiera del amoroso incendio con que se consumió el vuestro de caridad con Dios y con los hombres, y concededme aquella devoción hacia Vos que es prenda segura de salvación. Amén.

 

Se lee y medita lo propio de cada día del mes.

 

DÍA VIGÉSIMO QUINTO

MEDITACIÓN

Corazón de María, Reina del Purgatorio

 

Con razón se dice que el Corazón de la Santísima Virgen es Corazón de la Reina del Purgatorio, por lo mucho que ama a las benditas almas que allí están encerradas, por los consuelos y alivios que les prodiga y por el cuidado eficaz con que procura su rescate. Amalas muchísimo, porque son sus hijas predilectas, rescatadas con la preciosísima sangre de su Hijo y hermoseadas con su gracia. Por esto visítalas por sí o por sus ángeles con frecuencia, mueve a los hombres a rogar por ellos y ofrecer limosnas y sacrificios, y en sus fiestas principales alívialas en sus penas, y despuebla, por decirlo así, aquellas cárceles, transportando a sus cautivos a los palacios de la gloria. ¡Qué gracias y prerrogativas no ha concedió a los que vistieron su santo escapulario y acabaron llevándole sus días! Imite yo el celo del compasivo Corazón de María en favor de las benditas almas del Purgatorio; también a mí me interesa contribuir a su rescate. Como yo me portare con ellas se portarán los otros conmigo. 

 

¡Oh Corazón dulcísimo de María! Cuando yo esté en aquellas tenebrosas cárceles, acuérdate de mí y ven a socorrerme y a librarme. Entre tanto, Madre mía, procuraré evitar las faltas que me llevarían al Purgatorio, aliviaré con sufragios a las benditas almas, y jamás apartaré de mí tu santo escapulario.

 

 

PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS.

 

ASPIRACIONES

¡Corazón lucidísimo de María! Alumbradme.

¡Corazón purísimo de María! Limpiadme.

¡Corazón hermosísimo de María! Atraedme.

¡Corazón amorosísimo de María! Encendedme.

¡Corazón dulcísimo de María! Pacificadme.

¡Corazón afligidísimo de María! Compungidme.

¡Corazón fortísimo de María! Alentadme.

¡Corazón poderosísimo de María! Protegedme.

¡Corazón santísimo de María! En la hora tremenda de mi muerte y juicio, defendedme y mandadme ir a Vos.

Dulce Corazón de María, sed mi salvación.

 

ACTO DE REPARACIÓN ENSEÑANDO POR EL ÁNGEL DE LA PAZ A LOS PASTORCITOS DE FÁTIMA

 

Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,

Os adoro profundamente y Os ofrezco

el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma

y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,

presente en todos los sagrarios de la tierra,

en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias

con que Él mismo es ofendido

y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón

y del Corazón Inmaculado de María,

os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Bajo vuestra protección nos acogemos,

santa Madre de Dios; no desechéis nuestras súplicas ni os olvidéis de nuestras necesidades, sino libradnos siempre de todo peligro, Virgen gloriosa y Madre nuestra. Amén.

 

“Corazón Inmaculado de María,

rogad por nosotros.”

100 días de indulgencia cada vez, Pío IX

 

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

 

Indulgencias en la devoción al Inmaculado Corazón de María en el mes de agosto.

A los fieles que, en cualquier día del mes de agosto, rezan algunas preces o practican algún otro ejercicio de piedad en honor del Inmaculado Corazón de María, se les concede: indulgencia de cinco años, una vez.

A los que practican el mismo ejercicio durante todo el referido mes, se les concede indulgencia plenaria en las condiciones de costumbre: confesión, comunión y oración por las intenciones del Santo Padre. (S.C. del S. Oficio, 13 de marzo de 1913; S. Penitenciaría Apostólica, 2 de junio de 1935).