NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
Sexto día
Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños, y sumérgelas en mi misericordia. Éstas son las almas más semejantes a mi Corazón. Ellas me fortalecieron durante mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de mis altares. Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de recibir mi gracia; concedo mi confianza a las almas humildes.
Jesús, tan misericordioso, Tú mismo has dicho: “Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón”. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños. Estas almas llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios mismo. Estas almas tienen una morada permanente en tu compasivísimo Corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños que están encerradas en el muy compasivo Corazón de Jesús. Estas almas son las más semejantes a tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad, te suplico por el amor que tienes por estas almas y el gozo que te proporcionan, bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Se reza la coronilla de la Divina Misericordia.
CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA
ORACIONES INICIALES
Por la señal + de la Santa Cruz de nuestros + enemigos líbranos, Señor, +Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
Padre nuestro, que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu Reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación. Y líbranos del mal. Amen.
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo: nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica; la comunión de los santos; el perdón de los pecados; la resurrección de la carne; y la vida eterna. Amén.
ORACIONES
DE LAS DECENAS DE LA CORONILLA
En la cuenta del Padrenuestro:
Padre Eterno, yo te ofrezco
el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad
de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
como propiciación por nuestros pecados
y los del mundo entero.
Después se dice 10 veces:
Por su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros y del mundo entero".
Al terminar cada decena o al final de la cinco:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal,
ten misericordia de nosotros y del mundo entero".
Se termina recitando la Salve.