En el contexto de la relación entre Antiguo y Nuevo
Testamento esta el tema de las páginas de la Biblia que resultan oscuras y
difíciles, por la violencia y las inmoralidades que a veces contienen. A este
respecto, se ha de tener presente ante todo que la revelación bíblica está
arraigada profundamente en la historia. Dios se manifiesta progresivamente
en ella y se realiza lentamente por etapas sucesivas. La revelación se
acomoda al nivel cultural y moral de épocas lejanas.
Además no puede olvidarse tantos comportamientos
«oscuros» que los hombres han tenido siempre a lo largo de los siglos, y
también en nuestros días.
En el Antiguo Testamento, la predicación de los
profetas se alza vigorosamente contra todo tipo de injusticia y violencia,
colectiva o individual.
Sería equivocado no considerar aquellos pasajes de la
Escritura que nos parecen problemáticos. La lectura de estas páginas exige
tener una adecuada competencia, adquirida a través de una formación que enseñe
a leer los textos en su contexto histórico-literario y en la perspectiva
cristiana, que tiene como clave hermenéutica completa «el Evangelio y el
mandamiento nuevo de Jesucristo, cumplido en el misterio pascual».
Cfr. Verbum
Domini 42