CONTEMPORANEIDAD
DE CRISTO EN LA VIDA DE LA IGLESIA
Reflexión diaria
acerca de la Palabra de Dios.
La relación entre Cristo, Palabra del Padre, y la
Iglesia es una relación vital, en la cual cada fiel está llamado a entrar
personalmente.
La contemporaneidad de Cristo respecto al hombre de
cada época se realiza en el cuerpo vivo de la Iglesia. Por esto Dios prometió a
sus discípulos el Espíritu Santo, que les “recordaría” y les haría comprender
sus mandamientos (cf. Jn 14,26) y, al mismo tiempo, sería el principio
fontal de una vida nueva para el mundo (cf. Jn 3,5-8; Rm
8,1-13)».
Dios, que habló en otros tiempos, sigue conversando
siempre con la esposa de su Hijo amado; y el Espíritu Santo, por quien la voz
viva del Evangelio resuena en la Iglesia, y por ella en el mundo, va
introduciendo a los fieles en la verdad plena y hace que habite en ellos
intensamente la palabra de Cristo (cf. Col 3,16)».
La Esposa de Cristo, maestra también hoy en la
escucha, repite con fe: «Habla, Señor, que tu Iglesia te escucha».
La Iglesia no vive de sí misma, sino del Evangelio, y
en el Evangelio encuentra siempre de nuevo orientación para su camino. Es una
consideración que todo cristiano debe hacer y aplicarse a sí mismo: sólo quien
se pone primero a la escucha de la Palabra, puede convertirse después en su
heraldo».
En la Palabra de Dios proclamada y escuchada, y en los
sacramentos, Jesús dice hoy, aquí y ahora, a cada uno: «Yo soy tuyo, me entrego
a ti», para que el hombre pueda recibir y responder, y decir a su vez: «Yo soy
tuyo».
Cfr.
Verbum Domini 51