LA
FAMILIA, CÉLULA VITAL DE LA SOCIEDAD, PRIMERA SOCIEDAD NATURAL.
Reflexión
diaria del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (n. 209-211)
La
importancia y la centralidad de la familia, en orden a la persona y a la
sociedad, está repetidamente subrayada en la Sagrada Escritura. A
partir de los textos que narran la creación del hombre se nota cómo —según el
designio de Dios— la pareja constituye la expresión primera de la comunión de
personas humanas. Eva es creada semejante a Adán, como aquella que, en su
alteridad, lo completa para formar con él « una sola carne. Al mismo tiempo, ambos tienen una
misión procreadora que los hace colaboradores del Creador: Sed fecundos y multiplicaos,
henchid la tierra. La familia es considerada, en el designio del Creador, como el lugar primario de “humanización”
de la persona y de la sociedad y cuna de la vida y del amor.
En
la familia se aprende a conocer el amor y la fidelidad del Señor, así como la
necesidad de corresponderle; los hijos aprenden las primeras y más
decisivas lecciones de la sabiduría práctica a las que van unidas las virtudes
(Por todo ello, el Señor se hace garante del amor y de la fidelidad conyugales.
Nuestro
Señor Jesucristo nació y vivió en una familia concreta aceptando todas sus
características propias y dio así una excelsa
dignidad a la institución matrimonial, constituyéndola como sacramento de
la nueva alianza. En esta perspectiva, la pareja encuentra su plena dignidad y
la familia su solidez.
A luz de la razón y de la revelación,
la familia es la primera sociedad natural, titular de derechos propios y
originarios, y ha de ser el centro de la vida social.
La política, la economía, el mundo del trabajo como todas las otras dimensiones
sociales han de estar regidos por la realidad de la familia; cuando se elimina
a la familia del centro de la vida social, vemos las consecuencias fatales para
el hombre y para su relación familiar. No se puede pensar en la sociedad como
el conjunto de individuos aislados, sino como el conjunto de individuos unidos
por el ser de la familia.
La familia es 1) una
institución divina, 2) fundamento de la vida de las personas y 3) prototipo de toda organización social.