domingo, 30 de abril de 2023

DÍA 1. LA ROSA. MES DE MARÍA. BEATO FRANCISCO PALAU

DÍA 1. LA ROSA. MES DE MARÍA. BEATO FRANCISCO PALAU

 

Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración preparatoria para todos los días.

 

Bellísima y habilísima Jardinera, aquí tenéis a vuestros pies un corazón convertido por sus culpas en bosque lleno de espinas y abrojos, donde tienen sus madrigueras y hacen sus crías las pasiones más feas y vergonzosas: a vuestras órdenes están millares de operarios pendientes de vuestros labios, que esperan les mandéis arrancar de él todo lo malo y todo lo vicioso, y sembrar y plantar lo santo, lo bueno y lo virtuoso.

Yo os entrego, yo os doy el terreno de mi alma; mandad, Señora del mundo, mandad, Reina de los Ángeles, y será transformado en un paraíso de delicias para Vos y Vuestro Hijo; mandadlo, y vuestras órdenes serán fielmente ejecutadas. Yo os prometo que cooperaré a mi conversión con santos propósitos y firmes resoluciones; mas ¡ay! éstas serán estériles si Vos no las fecundáis.

Yo soy una tierra árida, seca, consumida y abrasada por los ardores de mi concupiscencia; en vuestras manos están las llaves de aquella fuente cristalina y pura cerrada por mis culpas… abrid los favores y las gracias y los dones del cielo correrán a torrentes sobre mí. Yo soy un huerto sin muros abierto a todas las ilusiones del ángel malo, al mundo y a sus vanidades. Yo os constituyo su guardiana, protegedme y amparadme. 

Vos, oh amabilísima Hortelana, me pedís durante todo este mes flores y yerbas aromáticas, ramilletes, guirnaldas y coronas, ¡ay de mí! En mi alma no hay otra cosa que confusión, desorden, vergüenza, espinas y un bosque desarreglado. Señora, ordenadle, cultivadle, sembrad en él la semilla de todas las virtudes; plantad en él esas flores que buscáis, ponedlas en orden según sus especies.

Aquí estoy, vuestra propiedad soy, no me opondré, no resistiré, sino que cooperaré a la obra santa que en estos días, dedicados a vuestra gloria y al bien de mi alma, Vos os proponéis hacer; principiadla, perfeccionadla y acabadla. Yo os ofrezco estos ejercicios a honra vuestra y a la gloria de vuestro Hijo. Amén.

 

Bendita sea tu pureza….

 

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Día primero

La Rosa

I. La rosa

1. Reconocemos y proclamamos a la rosa por la reina de las flores. Le toca la corona por derecho de naturaleza. Reúne en sí las más bellas cualidades de una flor. Es bella y hermosa, es de una fragancia suave, agradable y deleitable en sus especies: tiene la variedad de colores: brota en el rosal con una abundancia portentosa; se sostiene en todas las estaciones del año, y en su cultivo es fácil, no es delicada, resiste a los fríos del mismo modo que a los rigores y ardores del sol; se salva en el campo y en los jardines, y aunque reviente entre las afiladas y erizadas espinas del rosal, éstas no la ofenden. Por todas estas propiedades que la distinguen, merece la pongamos en el centro de todos nuestros ramilletes, y la reconozcamos por reina de todas las flores del mes de mayo.

 

II. Las virtudes teologales, fe, esperanza y caridad

LA CARIDAD

2. En el jardín de la Iglesia todas las virtudes, las naturales, las sobrenaturales, las infusas, las adquiridas, las intelectuales, las morales, las cardinales, las teologales, todas a voz unánime han proclamado por su reina a la caridad. ¿Qué es la caridad? ¿Por qué es la reina de las virtudes?

 La caridad es una virtud infusa en el alma, mediante la que amamos a Dios con toda la plenitud de nuestros afectos por ser Él quien es bondad suma, y a nuestros prójimos como a nosotros mismos. La caridad trae consigo todas las virtudes infusas, la gracia santificante y los siete dones del Espíritu Santo; y donde ella va la siguen todas éstas. Corresponde a esta virtud el don de sabiduría.

 

III. La caridad en María.

3. María excedió en caridad a todos los hombres y a todos los Ángeles juntos, y por esto fue exaltada sobre todos ellos.

 

IV. La rosa a María

4. Busca en el jardín de tu alma esta excelentísima flor. Sin ella no te recibirán en la Iglesia triunfante. ¿Tienes la caridad verdadera? míralo bien: si la tienes, coge esta flor, y ponla hoy en las manos de María: ella la ofrecerá a Dios, y el rosal queda desde hoy a los cuidados de tan diestra jardinera. ¿Y si no la tienes? Plántala, y cuida produzca sus flores a sus tiempos, dirígete a María y dile:

 

Presentación de la rosa a María

Señora, yo os ofrezco esta rosa; simboliza mi amor para con Dios y mis prójimos. Yo me comprometo a amar con toda la fuerza de mi corazón a Dios, a mí mismo por Dios, a mis prójimos como a mí mismo, y a todas las cosas por Dios, y a Dios sobre todas ellas.

 

3 Avemarías y Gloria Patri

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.

30 de abril. SANTA CATALINA DE SIENA, VIRGEN

30 de abril. Santa Catalina de Siena, Virgen

 


30 de abril

Santa Catalina de Siena, Virgen

Catalina, virgen, de Siena, de piadosos padres, obtuvo el hábito de santo Domingo de las hermanas de la Penitencia. Se distinguió por su gran abstinencia y una austeridad admirable. Alguna vez pasó desde el miércoles de Ceniza hasta la Ascensión del Señor en ayuno, sostenida sólo por la Eucaristía. Tuvo que luchar con frecuencia con los demonios, sufriendo de su parte muchos malos tratos. Padecía de fiebres ardientes y de otras dolencias. Tan grande era la fama de la santidad de Catalina, que de todas partes acudían a ella los atormentados por los espíritus malignos. En nombre de Cristo mandaba a las enfermedades y a las fiebres, y obligaba a los demonios a que abandonasen los cuerpos de los poseídos.

Viviendo en Pisa, un domingo, después de recibir la sagrada comunión, arrebatada en éxtasis, vio al Señor crucificado acercándosela con un gran resplandor, saliendo de las cicatrices de sus llagas cinco rayos sobre cinco partes de su cuerpo. Comprendiendo el misterio, suplicó al Señor que no apareciesen las cicatrices, y al instante los rayos cambiaron el color de sangre en otro resplandeciente, y bajo la apariencia de una luz muy pura llegaron a sus manos, pies y corazón. Era tan grande el dolor que padecía sensiblemente, que de no disminuírselo el Señor, creyera que en breve había de morir. El Señor, cuyo amor no tiene límites, añadió un nuevo favor: que sintiera el dolor de las heridas, y no apareciesen las señales ensangrentadas. Habiendo referido cuanto experimentó a su confesor Raimundo, la pía industria de los fieles, representándolo visiblemente, ha pintado sobre la imagen de la bienaventurada Catalina unos rayos luminosos que caen sobre sus pies, manos y costado.

Su doctrina fue infusa, no adquirida. Resolvía a los profesores de teología cuestiones difíciles que le proponían relativas a la divinidad. Nadie acudió a ella que no saliera mejorado; extinguió odios e hizo cesar mortales enemistades. Salió para Aviñón para entrevistarse con Gregorio XI para obtener la paz a los florentinos, que por discrepancias con la Iglesia sufrían entredicho eclesiástico. Manifestó al Papa que sabía por divina revelación, el voto que había hecho, sólo conocido de Dios, de volver a Roma. Así el consejo de la Santa contribuyó a que el Papa volviera en persona, tras madura deliberación, a tomar posesión de la sede romana. Gregorio XI, y Urbano VI, su sucesor, la apreciaron tanto, que la escogieron para llevar a cabo diversas misiones. Después de haber resplandecido con todas las virtudes, con el don de profecía, e ilustre por sus milagros, fue a reunirse con su Esposo celestial, teniendo cerca de 33 años. El Sumo Pontífice Pío II la inscribió en el número de las santas Vírgenes.

 

Oremos.

Te suplicamos nos concedas, omnipotente Dios, que cuantos celebramos el nacimiento a la vida eterna de tu bienaventurada Virgen Catalina, participemos de la alegría de esta festividad anual, y nos aprovechemos con el ejemplo de una virtud tan grande. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. R. Amén.

INVOCACIONES A LA TRINIDAD. Oración de Santa Catalina de Siena

BONDAD ETERNA. Oración de santa Catalina por el Papa

OH MARÍA, TEMPLO DE LA TRINIDAD. Oración de Santa Catalina de Siena

MISTERIOS GOZOSOS DEL ROSARIO DE HOY CON SANTA CATALINA DE SIENA

MISTERIOS DOLOROSOS DEL ROSARIO DE HOY CON SANTA CATALINA DE SIENA

MISTERIOS GLORIOSOS DEL ROSARIO DE HOY CON SANTA CATALINA DE SIENA


SOMOS PEREGRINOS EN LA TIERRA EXTRAÑA. Homilía

PENSAR EL CIELO, REMEDIO COMTRA LA TRISTEZA Y EL PESIMISMO. Homilía

CONFIANZA EN LA PRUEBA. Dom Gueranger

 


CONFIANZA EN LA PRUEBA

Dom Gueranger

III DOMINGO DE PASCUA

 

CONFIANZA EN LA PRUEBA. — “El Señor debía alejarse; pero sus palabras parecían contradictorias a los Apóstoles. ¿Cómo iba a estar al mismo tiempo con su Padre y con ellos? Jesús, que leía los pensamientos (en las almas), comprendió la ansiedad de los suyos. Sin duda, al hablar así, pensaba en el alejamiento momentáneo de la pasión y en la alegría de la Resurrección. Pero esta desaparición y esta vuelta eran, a sus ojos, el símbolo de otra vuelta; la partida hacia su Padre, en la Ascensión, y la reunión con sus discípulos, en la eternidad. Mientras tanto, los discípulos tendrán que trabajar y sembrar en las lágrimas, en ausencia de su Maestro. ¿Qué importa la tribulación de los tiempos? No pensaremos en ella cuando el hombre nuevo se haya entregado a Dios, cuando la Iglesia alabe a Dios, cuando el nuevo Adán aparezca delante del Padre con la posteridad que habrá germinado de su sangre. No hay cosa mejor para darse de lleno, que seguir las perspectivas que nos abre el Salvador. Ahora momentos de angustia, después la alegría sin fin, cuya plenitud colmará nuestros deseos y nuestra inteligencia. Ningún poder creado es capaz de arrebatárnosla.

EVANGELIO DEL DOMINGO: VUESTRA TRISTEZA SE CONVERTIRÁ EN ALEGRÍA

III DOMINGO DE PASCUA
Forma Extraordinaria del Rito Romano
Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver». Comentaron entonces algunos discípulos: «¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?». Y se preguntaban: «¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice». Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría.
Juan 16,16-22
 TEXTOS DE LA MISA III domingo de Pascua
 
COMENTARIOS AL EVANGELIO

 

sábado, 29 de abril de 2023

DÍA DE PREPARACIÓN. MES DE LAS FLORES CON EL BEATO FRANCISCO PALAU

DÍA DE PREPARACIÓN. MES DE MARÍA. BEATO FRANCISCO PALAU

 

Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración preparatoria para todos los días.

 

Bellísima y habilísima Jardinera, aquí tenéis a vuestros pies un corazón convertido por sus culpas en bosque lleno de espinas y abrojos, donde tienen sus madrigueras y hacen sus crías las pasiones más feas y vergonzosas: a vuestras órdenes están millares de operarios pendientes de vuestros labios, que esperan les mandéis arrancar de él todo lo malo y todo lo vicioso, y sembrar y plantar lo santo, lo bueno y lo virtuoso.

Yo os entrego, yo os doy el terreno de mi alma; mandad, Señora del mundo, mandad, Reina de los Ángeles, y será transformado en un paraíso de delicias para Vos y Vuestro Hijo; mandadlo, y vuestras órdenes serán fielmente ejecutadas. Yo os prometo que cooperaré a mi conversión con santos propósitos y firmes resoluciones; mas ¡ay! éstas serán estériles si Vos no las fecundáis.

Yo soy una tierra árida, seca, consumida y abrasada por los ardores de mi concupiscencia; en vuestras manos están las llaves de aquella fuente cristalina y pura cerrada por mis culpas… abrid los favores y las gracias y los dones del cielo correrán a torrentes sobre mí. Yo soy un huerto sin muros abierto a todas las ilusiones del ángel malo, al mundo y a sus vanidades. Yo os constituyo su guardiana, protegedme y amparadme. 

Vos, oh amabilísima Hortelana, me pedís durante todo este mes flores y yerbas aromáticas, ramilletes, guirnaldas y coronas, ¡ay de mí! En mi alma no hay otra cosa que confusión, desorden, vergüenza, espinas y un bosque desarreglado. Señora, ordenadle, cultivadle, sembrad en él la semilla de todas las virtudes; plantad en él esas flores que buscáis, ponedlas en orden según sus especies.

Aquí estoy, vuestra propiedad soy, no me opondré, no resistiré, sino que cooperaré a la obra santa que en estos días, dedicados a vuestra gloria y al bien de mi alma, Vos os proponéis hacer; principiadla, perfeccionadla y acabadla. Yo os ofrezco estos ejercicios a honra vuestra y a la gloria de vuestro Hijo. Amén.

 

Bendita sea tu pureza….

 

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Día de preparación

 

Las virtudes

 

I. Las flores del mes de mayo

1. En la primavera la naturaleza se viste de gala, y se ofrece a su Autor y al hombre que la contempla ataviada como esposa en el día de las bodas, bella, encantadora, risueña, alegre, pura y tanto más virgen, cuanto mayor es su explosión en hojas y flores. El rosal, el lirio, los claveles, los alhelíes, los jazmines y todas las demás plantas floríferas y aromáticas, fertilizadas por las fuentes y arroyos que corren a sus pies, todas, todas anuncian al corazón humano un día de gloria, de dicha y de ventura. Nuestros jardines hablan al hombre con voz muda pero elocuente, y le dicen «ordena tu corazón, siembra en él, planta, cuida, fomenta la virtud».

 

II. ¿Qué es virtud?

2. Esta es la primera pregunta que pide una explicación. Practícala, ámala, búscala, y ella te será revelada y descubierta por el mismo amor: ámala, y la conocerás; y si no la amas, las definiciones y cuantas explicaciones se te den sobre ella serán estériles, y cuanto pueda decirse no lo entenderás. Es una disposición del alma o una cualidad que hace bueno al que la tiene y buenas todas sus obras. Unas virtudes las da Dios como autor del orden natural, y son éstas dadas, y no nos cuestan trabajo, y otras las infunde como autor de otro orden sobrenatural, y se llaman infusas. Todas las demás las adquirimos con el trabajo y el cultivo. Las dadas, las adquiridas y las infusas se dividen en humanas y divinas; las humanas son las intelectuales y las morales, y éstas se vuelven a dividir y subdividir en muchas especies, y las divinas son todas las que miran directamente a Dios como a su objeto. Nuestra alma por las virtudes se transforma en un paraíso.                 

«Eres un jardín cerrado, una fuente sellada, y la fragancia que despides es semejante a un paraíso»

 

III. Las virtudes en María

3. Nadie puede mejor encargarse del jardín de nuestra alma que María; ella será nuestra jardinera. Prevenida por la plenitud de las gracias y dones del Espíritu Santo, las poseyó todas en un grado muy sublime, superior al de todos los Ángeles y hombres juntos; y por esto fue escogida por Madre de Dios. Entrega hoy a esta Señora las llaves de tu corazón: dale el jardín de tu alma, y fíate a su maternal solicitud y cuidado.

 

IV. La formación de una gran corona de flores para María

4. Dios ha formado con su dedo un gran círculo: es la corona de nuestra gloria. Este círculo le vamos a guarnecer de flores, y esas flores simbolizan nuestras virtudes. Estamos ya resueltos: pondremos en este círculo sagrado todas las flores del mes de mayo, esto es, todas las virtudes: cada día una o más, cada día un ramillete, hasta que completemos nuestra obra.

 

DEDICACIÓN DEL MES DE MARÍA

Señora, postrados a vuestros pies dedicamos este mes a la formación de aquella gran corona que os llena de gloria inmensa en el cielo y en la tierra. Pondremos, sobre este círculo santo, flores, y le vestiremos en estos días de las virtudes que prometemos practicar. Es el obsequio más grato que como hijos nos pedís y os vamos a dar.

 

3 Avemarías y Gloria Patri

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.