martes, 31 de octubre de 2017

EL ROSARIO DE HOY CON SANTA MARÍA PURISIMA DE LA CRUZ



Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: Se hace memoria hoy  de Santa María Purísima de la Cruz, religiosa española, que fue superiora general de la congregación de las hermanas de la Compañía de la Cruz. Murió en año el 1998. A sus Hermanas decía: “Procuren inculcar en todos los que traten y tengan confiados a sus apostolados el amor a la  Virgen que tanto acerca al Señor. Enseñen a rezar  el Rosario, la hora, y a invocarla con frecuencia.” Con algunos de sus pensamientos meditaremos el rosario de hoy.
Señor mío Jesucristo…
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración de Jesús en el Huerto
“Sólo cuando se está desprendida de todo, se sabe decir en cada momento “HÁGASE”. ¿No  es verdad que cuando estamos atadas a cosas o personas no somos capaces de decir al Señor, Hágase, antes le ponemos condiciones y buscamos motivos para retardar hacer su  voluntad?”.
2. La flagelación de Jesús atado a la columna.
“Esté siempre dispuesta a ceder, a dejar paso, a sacrificarse porque los demás disfruten.  Nunca olvide que el que pierde gana y el que gana pierde.”
3. La coronación de espinas
“Avivemos nuestro amor al Señor; que sea Él el centro y Rey de nuestro corazón; que nada  ni nadie se interponga entre Él y nosotras, y que  en unión con la Stma. Virgen, nuestra vida sea un  ir creciendo en este amor que nos llevará al gozo de la posesión plena en el cielo.”
4. Nuestro Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
“La fe nos lleva a ese abandono total en las manos del Señor, que es tan meritorio y que  nos hace “completar lo que falta a la Pasión de Cristo”, que es el que nosotras aceptemos y  ofrezcamos nuestra cruz en unión con Él por la redención y salvación del mundo.”
5. La crucifixión y muerte del Señor
“La reparación ha de brotar  espontáneamente de nuestro corazón llevándonos  a lanzarnos al sacrificio, renuncia, todo lo que es cruz con tal de conseguir que los hombres se  conviertan a Dios. ¿Cómo entonces, pesar, medir y contar lo poquito que hacemos?.”

lunes, 30 de octubre de 2017

EL ROSARIO DE HOY CON SANTA MARÍA PURÍSIMA DE LA CRUZ




Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: Se hace memoria hoy  de Santa María Purísima de la Cruz, religiosa española, que fue superiora general de la congregación de las hermanas de la Compañía de la Cruz. Murió en año el 1998. A sus Hermanas decía: “Procuren inculcar en todos los que traten y tengan confiados a sus apostolados el amor a la  Virgen que tanto acerca al Señor. Enseñen a rezar  el Rosario, la hora, y a invocarla con frecuencia.” Con algunos de sus pensamientos meditaremos el rosario de hoy.
Señor mío Jesucristo…
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María.
“La Virgen, la Esclava del Señor, con su actitud de humilde sumisión hizo realidad el  misterio más sublime que jamás podíamos haber imaginado: la Encarnación del Verbo.”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
“¡Se hace tanto bien en las asistencias, velas, y visitas a enfermos! pero haciéndolas con generosidad y amor, por amor al que nos ha llamado a este hermoso Instituto sin merecerlo.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“Como cada día hemos de ir muriendo a nosotras mismas para vivir para Dios, en este punto tenemos que reflexionar ante el portal de  Belén, en cuántas cosas tendríamos que ir muriendo cada día..”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo
"Tengamos confianza en Quién siempre nos está perdonando y amando a pesar de nuestras miserias y debilidades, y que precisamente cuando las aceptamos humildemente es cuando Él actúa en nosotros purificándonos y santificándonos. Nuestro error  está en que no acabamos de convencernos de que es únicamente sobre nuestra debilidad sobre lo que Él construye nuestra santidad."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“Mirando a Jesús, a la Virgen y a San José, aprendemos a morir a los vanos honores del mundo, a buscar el pasar desapercibidas, el saber aceptar el rechazo de los demás con paz, el no ser, el no querer hacer nuestra voluntad, la docilidad a lo que el Señor nos pide y nos cuesta."

domingo, 29 de octubre de 2017

¡LA HUMILDAD DE TODO UN DIOS! San Juan María Vianney




COMENTARIO AL EVANGELIO
SOLEMNIDAD DE CRISTO REY
ULTIMO DOMINGO DE OCTUBRE
Forma Extraordinaria del Rito Romano
¡Dios mío! ¡qué humildad y qué anonadamiento para un Dios! Sin duda, nada nos es tan sensible como las afrentas, los desprecios y las repulsas; pero si nos paramos a considerar los que padeció Jesucristo, ¿podremos nunca quejarnos, por grandes que sean los nuestros? ¡Qué dicha para nosotros, tener ante los ojos tan hermoso modelo, al cual podemos seguir sin temor de equivocarnos!
Digo que Jesucristo, muy lejos de buscar lo que podía ensalzarle en la estima de los hombres, quiere, por el contrario, nacer en la oscuridad y en el olvido; quiere que unos pobres pastores sean secretamente avisados de su nacimiento por un ángel, a fin de que las primeras adoraciones que reciba vengan de los más humildes entre los hombres. Deja en su reposo y en su abundancia a los grandes y a los dichosos del siglo, para enviar sus embajadores a los pobres, a fin de que sean consolados en su estado, viendo en un pesebre, tendido sobre un manojo de paja; a su Dios y Salvador. Los ricos no son llamados sino mucho tiempo después, para darnos a entender que de ordinario las riquezas y comodidades suelen alejarnos de Dios. Después de tal ejemplo, ¿podremos ser ambiciosos y conservar el corazón henchido de orgullo y lleno de vanidad? ¿Podremos todavía buscar la estimación y el aplauso de los hombres, si volvemos los ojos al pesebre? ¿No nos parecerá oír al tierno y amable Jesús que nos dice a todos: «Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón»? (Mat., 10. 10). Gustemos, pues, de vivir en el olvido y desprecio del mundo; nada temamos tanto, nos dice San Agustín, como los honores y las riquezas de este mundo, porque, si fuera permitido amarlas, las hubiera amado también Aquél que se hizo hombre por amor nuestro. Si Él huyó y despreció todo esto, nosotros debemos hacer otro tanto, amar lo que Él amó y despreciar lo que Él despreció: tal es la lección que Jesucristo nos da al venir al mundo, y tal es, al propio tiempo, el remedio que aplica a nuestra primera llaga, que es el orgullo.
San Juan María Vianney

EVANGELIO DEL DOMINGO: TU LO DICES; SOY REY.




EVANGELIO DEL DOMINGO
ULTIMO DOMINGO DE OCTUBRE
SOLEMNIDAD DE CRISTO REY
Forma Extraordinaria del Rito Romano

En aquel tiempo, entrando otra vez Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo: «¿Eres tú el rey de los judíos?». Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?».  Pilato replicó: «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?». Jesús le contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí».  Pilato le dijo: «Entonces, ¿tú eres rey?». Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz».
Jn 18, 33-37

EL ROSARIO DE HOY EN HONOR A CRISTO REY



Santo Rosario.
Por la señal... 
Señor mío Jesucristo… 
MISTERIOS GLORIOSOS
1.-La Resurrección del Señor.
Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrados de sus pies.”
Cristo resucitado es el “vencedor del pecado y de la muerte, es el principio de nuestra justificación y de nuestra resurrección: ya desde ahora nos procura la gracia de la adopción filial, que es real participación de su vida de Hijo unigénito; más tarde, al final de los tiempos, Él resucitará nuestro cuerpo.”
Pidamos que él triunfe sobre nuestro pecado y sobre nuestra muerte, hasta que lleguemos a participar de su resurrección. Será el triunfo de la realeza de Cristo sobre nosotros. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrados de sus pies.”
2.- La Ascensión del Señor
“Dios asciende entre aclamaciones, el Señor al son de trompetas.”
Cristo subió a los cielos y se sentó a la derecha del Padre. Desde entonces el Señor reina con su humanidad en la gloria eterna de Hijo de Dios, intercede incesantemente ante el Padre en favor nuestro, nos envía su Espíritu y nos da la esperanza de llegar un día junto a Él, al lugar que nos tiene preparado.
Pidamos que mientras vivimos peregrinos en este mundo hacia la patria celestial nos sometamos a su dulce y suave reinado haciendo solamente su voluntad.
3.- La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“El que quiera ser primero entre vosotros sea vuestro servidor.”
Cristo Rey envía a los apóstoles el Espíritu Santo que los impulsa a anunciar a todas las naciones que el Reino de Dios ha llegado y a cumplir la misión de bautizar a todas las gentes. Cada cristiano, por la acción del Espíritu Santo en el Bautismo participa de su realeza.
Pidamos que  imitando a Jesucristo, quien siendo rey del universo, se hizo siervo de todos, sobre todo de los pobres y los que sufren, así también nosotros lo hagamos.
4.- La Asunción de María Santísima a los Cielos
“Vendré y os llevaré conmigo.”
La Virgen María, la primera redimida, la primera y mejor discípula que se proclama “esclava” del Señor, la que de forma singular participa en la obra redentora, es llevada al cielo en cuerpo y alma para participar de la victoria y reinado de su Hijo, el Rey de Reyes.
Pidamos que nosotros amemos y sirvamos a tan gran Señora, que nos ha sido dada como Madre. Honrémosla, imitando sus virtudes.
5.- La Coronación De La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.
“Pondré sobre tu cabeza una corona de oro fino.”
Como Madre de todo los hombres, Ella se preocupa de todo ellos, pues ha sido constituida por el Señor como Reina del cielo y de la tierra, exaltada sobre los coros todos de los Ángeles y sobre todos los Santos en el cielo. Situada a la diestra de su unigénito Hijo, Jesucristo, Señor y Rey nuestro, la Virgen María intercede por todos, obtiene cuanto pide, y no puede no ser escuchada.
Pidamos que crezcamos en confianza y abandono en las manos de María: Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.