22 de abril
San Sotero y San Cayo, papas y mártires
Sotero, nacido en Fondi de la Campania, decretó que las vírgenes consagradas a Dios no tocaran los vasos sagrados ni las palias, y que no incensaran en la iglesia. Y ordenó que todos los fieles recibieran el Cuerpo de Cristo el Jueves Santo, excepto los que tuviesen alguna culpa grave. Su pontificado duró 13 años, 11 meses y 18 días. Sufrió el martirio en tiempos del emperador Aurelio; fue sepultado en el cementerio que después llevó el nombre de San Calixto. Siguiendo la costumbre, creó en el mes de Diciembre 18 presbíteros, 9 diáconos y 11 obispos para diversos lugares.
Cayo, dálmata, de la familia de Diocleciano, decretó que en la Iglesia se ascendiera al episcopado pasando por los siguientes grados de orden y de honor: Ostiario, Lector, Exorcista, Acólito, Subdiácono, Diácono y Presbítero. Huyendo de la crueldad con que trataba Diocleciano a los cristianos, se ocultó un tiempo en una cueva; mas, después de ocho años, consiguió la corona del martirio junto con su hermano Gabino, habiendo ejercido el pontificado 12 años, 4 meses y 5 días. En el mes de diciembre creó 25 presbíteros, 8 diáconos y 5 obispos. Fue sepultado en el cementerio de San Calixto el día 22 de mayo. Urbano VIII hizo revivir su memoria en Roma, restaurando su iglesia arruinada y honrándola con un título, con una estación y con reliquias del Santo.
Oremos.
Pastor eterno, que cuidas de tu rebaño con amor: guárdalo con tu protección perpetua, por intercesión de San Sotero y San Cayo, mártires tuyos y sumos pontífices, a quienes hiciste pastores de toda la Iglesia. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.
