lunes, 11 de julio de 2016

ANUNCIAD LA GRANDEZA DEL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO. Reflexión diaria del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (n. 219-220)





ANUNCIAD LA GRANDEZA DEL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO
Reflexión diaria del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (n. 219-220)
Jesucristo Nuestro Señor quiso elevar la institución natural del matrimonio a sacramento constituyendo a los esposos como signo sacramental en medio del mundo del amor de Dios por la humanidad, del amor de Cristo por la Iglesia.
Toda la historia de la salvación está marcada por la alianza esponsal que Dios quiere establecer con su pueblo, y que tiene su culmen en Jesucristo “el Esposo que ama y se da como Salvador de la humanidad, uniéndola a sí como su cuerpo.”  Del amor esponsal de Cristo por la Iglesia, cuya plenitud se manifiesta en la entrega consumada en la Cruz, brota la sacramentalidad del matrimonio, cuya gracia conforma el amor de los esposos con el Amor de Cristo por la Iglesia.
La familia cristiana está llamada a ser signo de unidad para el mundo y a ejercer de ese modo su función profética, dando testimonio del Reino y de la paz de Cristo, hacia el cual el mundo entero está en camino.
El amor conyugal, que brota de la caridad misma de Cristo, ofrecida por medio del Sacramento, hace a los cónyuges cristianos testigos de una sociabilidad nueva, inspirada por el Evangelio y por el Misterio pascual que renueva todas las cosas.  Su amor es constantemente purificado, consolidado y elevado por la gracia sacramental.
La belleza y grandeza del matrimonio, elevada por su sacramentalidad, es uno de los temas en los que se ha de empeñar la nueva evangelización. Pues, hoy, se desprecia el matrimonio, se presenta con imágenes desfiguradas, y se confunde el amor con otras cosas diferentes. El mejor medio de esta nueva evangelización es la vida de los propios matrimonios y familias cristianas que hagan vida su fe.