Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: El 23 de julio de 1373, en Roma, entregó su alma a Dios, Santa Brígida, religiosa, nacida en Suecia,
que contrajo matrimonio y tuvo ocho hijos, a los cuales educó piadosamente,
consiguiendo al mismo tiempo con sus consejos y con su ejemplo que su esposo
llevase una vida de piedad. Muerto éste, peregrinó a muchos santuarios y dejó
varios escritos de las muchísimas revelaciones que recibió del cielo, en los
que habla de la necesidad de reforma tanto de la cabeza como de los miembros de
la Iglesia, y para la que fundó la Orden del Santísimo Salvador. Con algunas de sus oraciones, meditamos el rosario de hoy.
Señor
mío Jesucristo…
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas
purísimas de la Virgen María.
“Bendita
seáis, Señora mía Virgen María, que toda vuestra alma estaba encendida sólo con
el ardor del amor divino, y elevada con todo el poder de vuestras fuerzas,
contemplando al altísimo Dios a quien por amarlo apasionadamente le habiais
ofrecido vuestra virginidad, cuando os fué enviado por Dios el ángel, y
saludándoos os anunció la voluntad del Señor. A lo que respondiendo Vos muy
humildemente, confesasteis ser esclava de Dios, y el Espíritu Santo os llenó
maravillosamente de toda virtud. Dios Padre envió a Vos su Hijo coeterne e
igual a sí mismo, el que viniendo a Vos tomó para sí de vuestra carne y sangre
un cuerpo humano, y de este modo en aquella bendita hora el Hijo de Dios se
hizo en Vos Hijo vuestro, viviendo con todos sus miembros, sin perder la
Majestad divina.”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa
Isabel.
“Oh
Señora mía Virgen prudentísima, sean alabados eternamente vuestros sacratísimos
pies, sobre todas las raíces que den continuo fruto; sean, pues, benditos
vuestros pies, que llevaban encerrado en vuestro cuerpo al Hijo de Dios,
glorioso y dulcísimo fruto, quedando además incorrupto vuestro cuerpo, y
permaneciendo siempre ilesa vuestra virginidad. ¡Cuán honestamente marchaban
vuestros sacratísimos pies! Cada paso que dábais agradaba al Rey del cielo, y
era de alegría y júbilo para toda la corte celestial.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“Bendita
seáis Vos, Señora mía Virgen María, que continuamente estuvisteis sintiendo
crecer y moverse en vuestro vientre hasta la época de su glorioso nacimiento,
el cuerpo de Jesucristo, formado de vuestro bendito cuerpo, y antes que nadie
lo tocasteis con vuestras santas manos, lo envolvisteis en unos pañales, lo
reclinasteis en un pesebre, según el vaticinio del Profeta, y con sumo júbilo
lo alimentasteis maternalmente con la sacratísima leche de vuestros pechos.
Gloria os sea dada, Señora mía Virgen María, que teniendo una despreciable
morada, cual es un establo, visteis llegar de lejanas tierras poderosos reyes
para ofrecer humildemente con suma reverencia donativos regios a vuestro Hijo,
al cual presentasteis después en el templo con vuestras preciosas manos, y en
vuestro bendito corazón conservasteis cuidadosamente todo lo que habíais oído y
visto en su infancia..”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del
Niño Jesús en el templo
"Bendito
seáis Vos, mi Señor Jesucristo, que quisisteis fuera circuncidada vuestra
inmaculada carne, llamaros Jesús, y que os ofreciera en el templo vuestra
Madre. Bendito seáis Vos, mi Señor Jesucristo, que os hicisteis bautizar en el
Jordán por vuestro siervo Juan. Bendito seáis Vos, mi Señor Jesucristo, que con
vuestra bendita boca predicasteis a los hombres palabra de vida, y en presencia
de ellos ejecutasteis muchos milagros. Bendito seáis Vos, mi Señor Jesucristo,
que para cumplir las escrituras de los profetas, manifestasteis con pruebas al
mundo que érais el verdadero Dios."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“Bendita
seáis Vos, Señora mía Virgen María, que con aquel vuestro santísimo
descendiente huisteis a Egipto, y después lo trajisteis con júbilo a vuestra
santa casa de Nazaret, y visteis a este vuestro mismo Hijo humilde y obediente
a Vos y a José, cuando en el fué creciendo en edad.”