miércoles, 8 de febrero de 2023

DÍA 8. NOVENA A LA VIRGEN DE LOURDES

NOVENA

A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES

HOMENAJE AL PAPA BENEDICTO XVI

 

ORACIONES PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS:

 

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES Oración del Venerable Pío XII

 

Dóciles a la invitación de tu voz maternal, oh Virgen Inmaculada de Lourdes, acudimos a tus pies en la humilde gruta donde aparecisteis para indicar a los extraviados el camino de la oración y penitencia, dispensando a los que sufren las gracias y prodigios de tu soberana bondad.

Recibid, oh Reina compasiva, las alabanzas y súplicas que pueblos y naciones, unidos en la angustia y la amargura, elevan confiados a Ti.

¡Oh blanca visión del paraíso, aparta de los espíritus las tinieblas del error con la luz de la fe!

¡Oh mística rosa, socorre las almas abatidas, con el celeste perfume de la esperanza!

¡Oh fuente inagotable de aguas saludables, reanima los corazones endurecidos, con la ola de la divina caridad!

Haz que nosotros tus hijos, confortados por Ti en las penas, protegidos en los peligros, apoyados en las luchas, amemos y sirvamos a tu dulce Jesús, y merezcamos los goces eternos junto a Ti. Amén

 

OCTAVO DÍA

LA 17ª APARICIÓN

El miércoles, 7 de abril  de 1858, Bernardita siente nuevamente el impulso interior para ir a la gruta. Lleva una gran vela que le habían dado. Durante el éxtasis, la vela se va consumiendo llegando la llama a la altura de sus manos. No siente dolor y no se quema.  Un doctor que se encontraba presente en el momento de los hechos confirmará más adelante lo sucedido: por más de un cuarto de hora la mano estuvo en medio de la llama, sin hacer ella ningún movimiento. Todos gritaban ¡milagro! El medico comprobó que la mano de Bernardita estaba ilesa. Este que se jactaba de su escepticismo y su incredulidad, recibió el don de la fe.

Benedicto XVI inaugurando el Año de la fe dijo: “La puerta de la fe, que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida. Éste empieza con el bautismo, con el que podemos llamar a Dios con el nombre de Padre, y se concluye con el paso de la muerte a la vida eterna, fruto de la resurrección del Señor Jesús que, con el don del Espíritu Santo, ha querido unir en su misma gloria a cuantos creen en él. Profesar la fe en la Trinidad —Padre, Hijo y Espíritu Santo— equivale a creer en un solo Dios que es Amor: el Padre, que en la plenitud de los tiempos envió a su Hijo para nuestra salvación; Jesucristo, que en el misterio de su muerte y resurrección redimió al mundo; el Espíritu Santo, que guía a la Iglesia a través de los siglos en la espera del retorno glorioso del Señor.”

 

ORACIONES PARA TERMINAR TODOS LOS DÍAS

 

Pídase la gracia que se desea alcanzar por la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes.

3 Avemarías

 

Consagración a la Virgen

de Santa Bernardita

Oh María, tú te convertiste en mi Madre en el colmo del dolor y de la prueba, por eso debo tener una gran y completa confianza en Ti.

 Cuando esté sujeto a la prueba de las criaturas y expuesto a la tentación y a la desolación de mi alma, vendré a refugiarme en tu Corazón, mi buena Madre, y te suplicaré que no me dejes perecer, que me concedas la gracia de ser sumiso y confiado en la prueba, siguiendo tu ejemplo, de sufrir con amor.

Que, como tú, yo permanezca al pie de la Cruz y clavado en la Cruz, si tal es el beneplácito de tu amado Hijo.

¡Jamás podrá perecer un hijo devoto de María! Madre mía, ten piedad de mí; me entrego enteramente a Ti, para que Tú me entregues a tu amado Hijo, a quien quiero amar con todo mi corazón.

Madre mía, dame un corazón ardiente por Jesús.

Amén.

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santa Bernardita Souburius, ruega por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios,

rogad por nosotros.

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.