III DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA
Forma Extraordinaria del Rito Romano
En aquel tiempo: Habiendo bajado Jesús del monte, siguióle mucho gentío; y viniendo un leproso, se prosternó ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Extendió Jesús la mano y le tocó, diciendo: Quiero, queda limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra. Y le dijo Jesús: Mira que a nadie lo cuentes; pero ve, muéstrate al sacerdote y ofrece la ofrenda que mandó Moisés para que les sirva a ellos de testimonio. Y habiendo entrado en Cafarnaúm, llegóse a él un centurión que le rogó diciendo: Señor, tengo un criado en casa, paralítico, y sufre mucho. A lo que respondió Jesús: Yo iré y le curaré. Y replicó el centurión: Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo; mas di una sola palabra, y curará mi siervo. Pues yo soy un hombre que, aunque bajo la potestad de otro, como tengo soldados a mi mando, digo al uno: Vete, y va: y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. AI oírle Jesús, quedóse admirado, y dijo a los que le seguían: En verdad os digo, no he hallado tanta fe en Israel, Pues también os digo: Vendrán muchos de Oriente y de Occidente, y se pondrán con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; pero los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas del exterior, donde habrá llanto y rechinar de dientes. Y dijo al centurión: Vete, y sucédate como has creído. Y sanó el siervo en aquella hora.
COMENTARIOS AL EVANGELIO
- QUE DEBEMOS PEDIR Y COMO, PARA EL CUERPO, EL ALMA Y LA SALVACIÓN. San Bernardo
- POR LA FE, NOS ACERCARMOS A JESÚS. San Agustín de Hipona
- LA FE, HUMILDAD Y PRUDENCIA DEL CENTURIÓN. San Jerónimo
- LOS PECADOS NO LOS QUITA SINO LA GRACIA DE LA FE, LA CUAL OBRA POR LA CARIDAD. San Agustín
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PENSAMIENTO DE SANTA TERESA DE JESÚS: SUPLICADLE QUE OS PREPARE PARA RECIBIRLE DIGNAMENTE
- DE LO POCO QUE HAY QUE HACER PARA SALVARSE Y DE LO POCO POR LO QUE NOS CONDENAMOS. San Alfonso María de Ligorio
- Benedicto XVI. ACERCARSE DIGNAMENTE A LA COMUNIÓN SACRAMENTAL
- LA OBEDIENCIA DE LA FE. San Juan Bautista de la Salle
- Nuestra enfermedad: La pérdida de la conciencia de pecado. Homilía
- HAY NORMAS DIVINAS QUE HAY QUE CUMPLIR. Homilía