II domingo después de Epifanía
COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO
San Jerónimo
Se le acercó un centurión suplicando y diciendo: Señor mi siervo yace paralitico y es gravemente atormentado. Y Jesús le dice: Yo iré y lo sanare, y lo demás (8,5.6.7). No debemos acusar de jactancia al Señor porque promete que ira en seguida y lo sanara viendo la fe del centurión y su humildad y prudencia; su fe, en cuanto que él, uno de los gentiles, creyó que el paralitico podría ser sanado por el Salvador; su humildad, porque se juzgó indigno de que el Señor entrase bajo su techo; su sagacidad, porque más allá de la envoltura corporal vio la divinidad oculta, sabiendo que no le iba a ser de provecho lo que veían también los incrédulos, sino lo que estaba interiormente oculto. COMENTARIO AL EVANGELIO DEL DOMINGO
San Jerónimo
San Jerónimo
Transcripto por Dña. Ana María GAlvez Aguiló